En la Nochevieja de 1987, España entera se paralizó al ver al descubierto el pecho de una joven italiana llamada Sabrina Salerno. La de Génova cantaba Hot Girl, pero aquello quedó tan en segundo plano por el aparente 'descuido' que muchos siguen pensando hoy en día que estaba cantando su canción Boys, boys, boys. De hecho, Tu cara me suena decidieron hacer aposta este número con Arturo Valls cantando dicho tema.
Y aunque en un primer momento, todo parecía ser fruto de un descuido producido en pleno directo, lo cierto es que aquella actuación había sido pregrabada. Algo que molestó entonces a la cantante, pero que ahora considera que fue una auténtica revolución. "Si me lo preguntaran en este momento, quizá dijera que sí", confiesa a BLUPER.
Treinta y cuatro años después de aquel incidente, Salerno regresa a La 1 de TVE como uno de los fichajes estrella de Baila como puedas, el nuevo talent de baile de la televisión pública en la que tendrá que competir con otros famosos como Lydia Lozano, Fabiola Martínez, Álvaro Muñoz Escassi, Ana Guerra, Jaime Astrain, el Maestro Joao y Nicolás Vallejo-Nágera.
De esta nueva aventura, de aquel incidente, de Zorra, la canción que representará a España en Eurovisión, y de otras cuestiones hemos hablado con Salerno, una mujer que se muestra de lo más cercana y amable a la hora de atender a la prensa. "Perdón por mi español", nos adelanta.
- ¿Cómo se gestionó tu tu fichaje por este programa.
- Mi manager española me llamó y Miguel Martin, director general de Zeppelin, me explicó el formato porque yo tenía muchas dudas. Una cosa la comprendí de inmediato y muy veloz: es un formato muy difícil para los bailarines pero también para los celebrities. Yo vengo de hacer un Bailando con las estrellas en Italia, conocía muy bien este tipo de programa, pero aquí me di cuenta que era un formato completamente diferente. Es un formato que cansa no solo fisicamente sino también mental.
- ¿Por ser un reality?
- No, esto es un reality blanco. De hecho, yo no lo voy a llamar reality, lo voy a llamar ensayos en la vida real. Aquí hay una realidad de vida de unos bailarines, de cómo trabajan... Y es un trabajo muy difícil porque tienen que trabajar con su cuerpo y con su cabeza. Y eso no es reconocido porque siempre están detrás. Así que aquí tienes que ayudarles, tienes una doble responsabilidad: tengo que aprender, pero tengo que cuidar de mi bailarín o bailarina. Y yo soy una mujer que se toma muy en serio los problemas de sus amigos. Y en esta situación, imagínate.
- ¿Cómo ha sido volver a España?
- Hice Mask Singer en 2022, pero ahora es la primera que voy a vivir en un país extranjero. Los domingos son el día de descanso, pero no tengo la fuerza para volver a casa porque el lunes tengo que estar aquí. El domingo me quedo todo el día en la cama.
- Pero, ¿te apetecía embarcarte en un proyecto así?
- Claro que sí. De hecho, después este proyecto, me gustaría muchísimo hacer otras cosas, pero antes tengo que aprender el español mejor.
- No lo hablas tan mal...
- Bueno, yo pienso que he entendido algo y es exactamente lo contrario.
- ¿Te verías en otro tipo de formato como MasterChef?
- No. Yo no sé cocinar ni un huevo. Ese programa no es para mi. En Italia he estado de jurado en un programa que se llama Non sono una signora en el que los famosos se draguean. Es algo similar a Drag Race. Me gustaría presentar algo así.
- Aquí en España protagonizaste un momento televisivo histórico en la Nochevieja de 1987. ¿No termina por cansarte que te recuerden por algo así?
- Tenemos que ver el lado positivo de las cosas. Ese momento en Nochevieja ha sido algo de la revolución de la televisión. Tengo que tomármelo de una manera muy positiva porque sino sería tonta. Es también una revolución para la mujer. Fue algo imprevisto, no me dijeron nada. En un primer momento no me gustó, me enfadó porque nadie me preguntó nada. La productora decidió hacer la revolución de la televisión con una mujer que no sabía nada. Me pareció injusto. Era el derecho de una mujer. Hablamos de derechos y después una mujer le hace esa cosa a otra mujer sin preguntar. Pero, después, con el tiempo lo acepté. Puede ser que en este momento, si me lo preguntaran, diría que sí.
- Después de todas las experiencias por las que has pasado y tras haber derribado prejuicios de la gente, ¿eso te ha vuelto más feminista?
- Bueno, yo soy una mujer libre. Siempre he hecho en mi vida lo que he querido hacer y siempre digo lo pienso. No soy diplomática. En italiano se dice paracula. Es decir, la gente que piensa una cosa y después dice otra. Yo no soy así. Es mi libertad de expresión. No sé si eso es ser feminista. Nunca en mi vida me he sentido inferior a nadie. Siempre he mostrado mi personalidad porque sino eres así, los otros te matan. También es verdad que tengo mucha más conexión con las mujeres que con todos los hombres. Tengo muy buena conexión. Yo no soy una persona envidiosa. Creo que tenemos que ayudarnos. En mi cabeza la mujer es mucho más compleja que los hombres. Los hombres son más simples. No me quiero hacer la feminista porque tampoco me gusta la palabra. Me gusta la mujer libre.
- También tienes mucha conexión con los hombres gais. ¿Te sientes un icono LGTBI?
- Tampoco me gusta la palabra icono. Pero para mí todo el mundo LGBT es familia porque siempre en mi vida ha sido mis hermanos, mis hermanas. Tengo como una familia. La comunidad LGTB es algo normal.
- ¿Has podido escuchar Zorra, la canción que representará a España en Eurovisión? ¿Qué opinas?
- Todo el mundo me habla de esta canción. Creo que es un grito para la mujer libre. Es un mensaje sobre la personalidad, la fuerza de la mujer, la libertad de la mujer, en un sistema un poquito machista. Yo hice una canción con Jo Squillo que se llamaba Siamo donne, que presenté en Sanremo y que tiene una historia como Zorra. Es una canción muy popular y cada año en la fiesta de la mujer se usa como himno. "Somos mujeres, somos más que nuestras piernas".
- ¿Te presentarías a Sanremo?
- No. Yo he hecho Sanremo como presentadora en 2020 y de momento estoy más centrada en hacer conciertos y en la televisión. Para presentar, sí. Para cantar, no. No quiero cantar en italiano.
- ¿Qué te ha aparecido esta edición de Sanremo?
- Bueno, yo estuve en el primer año de Amadeus en 2020. Fue un éxito enorme. Para mí lo de ahora es muy diferente a la de aquel año. Aquella edición era más clásica y esta última más moderna. La ganadora me gusta mucho. Creo que lo que él quería era llevar los jóvenes a la televisión. Pero para mí hay un problema: los jóvenes no ven la televisión. Puede ser que la gente de 30 años, sí. Pero los jóvenes de quince años no. Mi hijo no ve esa televisión.
- Pero ha tenido un enorme 65% de cuota de pantalla...
- Sí, es un éxito enorme. Amadeus se va con toda la gloria. Ha hecho una revolución del festival. Ha pasado de ser algo clásico a algo más moderno. Vamos a ver el próximo año que pasa.
- ¿Y al Benidorm Fest te presentarías?
- Es que no lo conozco. De momento tengo que aprender español (risas).
- ¿Qué crees que tiene que tener una canción para ir a Eurovisión?
- Tiene que haber mucho carisma y mucha confianza en ti mismo. Hoy en día el problema es la identidad, que no confiamos en nuestras posibilidades porque es un mundo en el que te haces frábil. Confianza, carisma, fuerza y disciplina. Esto te puede ayudar a buscar el éxito.