Adiós a 'Cuéntame cómo pasó', la serie de mi vida:

Adiós a 'Cuéntame cómo pasó', la serie de mi vida:

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Yo también crecí viendo 'Cuéntame como pasó': adiós a la serie de mi vida, nuestra mejor ficción

Televisión Española emite esta noche (22.50) el último capítulo de la serie, que se despide después de 22 años en antena y 413 episodios.

29 noviembre, 2023 02:14

Hoy no es un miércoles cualquiera. Hoy termina para siempre Cuéntame cómo pasó, la mejor serie de la historia de España. Ha podido acabar muchas veces, pero esta es la de verdad. Habrá otras con mayores artificios y una trama más rocambolesca, sí, pero la ficción de RTVE ha sabido contar como ninguna otra la historia reciente de nuestro país y retratar las costumbres de sus gentes

Quizás la clave de que haya permanecido en antena durante 22 años es que ha gustado a espectadores de todas las ideologías. Así, la serie ideada por José María Aznar -lo cuenta en sus memorias- ha 'sobrevivido' a cuatro presidentes del Gobierno: el propio Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez.

Pero no nos engañemos. El éxito de Cuéntame reside en que los Alcántara radiografían a una familia en la que es fácil reconocerse. Un cabeza de familia machista, cabezota pero con buen corazón; una madre sufridora que hace de pegamento entre todos; la suerte dispar de los hijos que, o consiguen todo lo que se proponen en la vida o dan palos de ciego, o esa abuela tan sabia que no tiene reparos en poner a cada uno en su sitio.

['Cuéntame' y el asesinato de Miguel Ángel Blanco: una clase magistral de la historia reciente de España]

Hoy, me perdonaréis por permitirme la licencia de hablar en primera persona, pero creo que la ocasión lo merece. Yo lo tengo claro: por muchos Juegos de Tronos que haya, Cúentame es la serie de mi vida. Lo es porque me ha acompañado durante todos estos años. Me acuerdo perfectamente el día que empezó. Aún sin saber muy bien que había pasado aquel 11 de septiembre -mi abuelo Pepe decía que se venía la Tercera Guerra Mundial- empecé a ver con mi familia una nueva serie, como ya había hecho antes con otras como Periodistas o Médico de familia. Tenía 10 años. ¡Qué tiempos en los que la televisión nos reunía a todos!

La historia me fue enganchando poco a poco. No negaré que en alguna ocasión me haya sentido un poco como Carlitos, aunque la vida me haya llevado a ser más como Toni. Recuerdo con nostalgia el "¡Alcántara!" de Don Pablo a Antonio; la bonita amistad que tenía el protagonista de la serie con Desi, cómo el bar de Tinín ejercía como el lugar de reunión de los vecinos de San Genaro o los enfados de Miguelón (Juan Echanove) con su hermano.

Cuando Antonio intentó entender a su hijo a través de la droga.

Cuando Antonio intentó entender a su hijo a través de la droga.

Pasaron los años, pero yo seguía viendo Cúentame todos los jueves en La 1. Era mi día favorito de la semana. Entrenaba con el United, el equipo de amigos de toda la vida, y veía Cúentame después. Una tradición. Y pese a que luego llegó el servicio de consumir los contenidos a la carta, yo seguí viéndo la serie en su emisión en lineal. Como toda la vida. Llegaron las plataformas y la serie se fue desgastando. Fue entonces cuando empecé a escuchar con fuerza la misma pregunta. "Ah, ¿pero es que siguen echando Cuéntame? ¿No ha acabado ya?". Qué ignorantes, pensaba.

Gracias a Cúentame me he reído, sobre todo con el "¡me cago en la cuna que me arrolló!" de Antonio; me he cabreado cuando le fue infiel a Mercedes; he sufrido con su cáncer o con los problemas de la cocaína de Carlos; he vibrado con las tramas más periodísticas de Toni; he acabado por entender a Inés y, cómo no, he llorado con Herminia, la abuela de España.

La histórica secuencia en la que Carlos y Karina se reencuentran en Nueva York.

La histórica secuencia en la que Carlos y Karina se reencuentran en Nueva York.

Cuéntame es la serie con la que he crecido. Con la que he pasado de niño a adulto. La que me ha acompañado todos estos años. Cuéntame me ha dado momentos tan bonitos como el que viví con mi compañero Adrián, cuando Carlos se reencontró con Karina en Nueva York en una escena en la que Ricardo Gómez y Elena Rivera terminaban su etapa en la ficción de La 1. Esa noche, nos llamamos -no por WhatsApp- y estuvimos un rato largo compartiendo nuestra emoción.

Tampoco me voy a olvidar del día que 'entré' en las tripas de San Genaro, y me senté en el sillón desde el que los Alcántara han vivido tantas cosas, para hacer un reportaje para la revista TP, donde tanto aprendí. Porque aunque el barrio se levantaba de verdad, en mitad de un polígono de Pinto, mi cabeza electrocircuitó al comprobar cómo la casa de Sagrillas compartía pared con la de Madrid. Qué pena, por cierto, que TVE no haya sacado partido de San Genaro haciendo visitas guiadas a los fans de la serie. 

'Cuéntame cómo pasó'.

'Cuéntame cómo pasó'.

Sobre el final mucho he hablado con David, otro amigo mío y fiel seguidor de Cúentame. Me decía siempre que la última escena de la serie iba a ser que Mercedes, enferma de Alzheimer, le pedía a Carlos que le contase la historia de su familia. Cúentame cómo pasó. También compartí con él, y con muchos otros, el gran fallo que ha tenido la serie: el salto temporal al 2020 para contar la pandemia. Al final, su gracia es contar el cómo fue y no el cómo es.

Por suerte, la serie ha sabido despedirse con honores, con una temporada redonda que habla sobre las relaciones en la familia y que rompe los tabúes sobre la muerte. Ha sido imposible no emocionarme con Beatriz, mi mujer, viendo las últimas escenas de Herminia, la gran protagonista del final de Cuéntame. El personaje de María Galiana recuerda a las abuelas y, en nuestro caso, a nuestra Chuchi, a quien le recordamos que este año Cúentame pasaba de los jueves a los miércoles.

Cuéntame ha traspasado totalmente la pantalla, al menos en mi caso. Hoy no tiene por qué ser un día triste, sino bonito y de agradecimiento a todo ese equipo que ha hecho posible hacer historia de nuestra televisión. Y sí, el día de mi boda caminé hacia el altar con los acordes del tema Fórmula V. Al final, Cuéntame es la vida misma. Hoy, la ficción baja el telón para siempre, pero será eterna en nuestros corazones. Ya es historia de la televisión.