"Estoy deseando volver a mi casa, ponerme el pijama y regar mis planticas", nos decía Blanca Paloma horas antes de subirse al escenario del M&S Bank Arena de Liverpool para defender su EAEA en el Festival de Eurovisión. Y así fue. Nada más aterrizar, la joven subió un vídeo a redes sociales donde saltaba y gritaba de la emoción regando sus plantas.

Y es que, a pesar de su puesto 17, la de Elche ha ganado. Ha ganado un nombre en la industria musical, una oportunidad única de cantar ante millones de espectadores, de probar un escenario como el de Eurovisión. Y, sobre todo, ha ganado una ventana donde poder expresarse con libertad, donde mandar mensajes tan importantes sobre salud mental como los que manda.

"Yo ya venía trabajada. Y gracias a eso, a trabajarme, he llegado hasta donde he llegado. Porque no solamente a los artistas, sino a todo el mundo, la autoestima, lo que piensen los demás, los juicios, las valoraciones, es algo que nos echa para atrás para cualquier cosa que quieras hacer. Y yo, por suerte, eso ya me lo quité hace tiempo. Y venía preparada para lo mejor y para lo peor. Entonces, yo lo que me echen. Estoy impermeable. Las plumas de las aves son impermeables, no le calan. Así que es literal", decía este martes en una rueda de prensa donde fue arropada por los medios. 

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En España parece que no estamos preparados para 'fracasar' e insistimos en ligar el éxito a un número o una posición. Y tú, por lo pronto, ya te has ganado un nombre... 

Y no solo eso, España ha apostado por una candidatura diferente, que no es la candidatura al uso comercial, que no es el género comercial. Hemos apostado por algo identitario, por algo que rescata la tradición, pero que la lleva a la modernidad. Creo que esto es una apuesta muy valiente y que ojalá otros países se atrevieran a hacerlo con su propia tradición porque si no al final yo creo que sería un festival muy diluido en el que todo sería muy comercial y al final no distinguiríamos que candidatura pertenece a cada país.

¿Supuso una presión extra venir de un tercer puesto y siendo favorita en las encuestas?

No y lo he dicho siempre en todo mi camino. En eso estoy muy tranquila porque todo el mundo me hablaba la presión y yo decía que todo se iba a decidir el día de la final. Lo tenía clarísimo. Porque al final fue un espejismo. Toda la gente que estaba ahí apostando venían siguiendo un camino. Fuimos subiendo en cada actuación en los diferentes países hasta llegar al tercer o cuarto puesto en encuestas. Pero, claro, es gente que ha escuchado varias veces la canción y la ha visto en diferentes contextos y diferentes variaciones. Sin embargo, la gente que la ve por primera vez es un choque cultural que para lo que quizás no estaban preparados.

Pero, insisto, creo que esto es una semilla que hay que seguir regando porque siempre va a haber un choque cultural si no hacemos ese trabajo de mostrarnos. No tenemos que tener vergüenza, pudor, ni temor, porque tenemos que poner en valor lo que tenemos aquí: una diversidad de folclore que es riquísima. Este año ha sido el flamenco folclore con matices electrónicos. Espero que otro año se atrevan con otros géneros porque ojalá este maldito televoto no siente precedente para que la gente pueda seguir expresándose con libertad. Eso es algo que a mí me apena mucho de artistas que a lo mejor dejan su su proyecto más de cantautor, su proyecto más personal, y abraza algo más global, más comercial, para acercarse a la gente. Tú no te tienes que acercar a la gente, la gente se tiene que acercar a ti. Pero para eso tú te tienes que mostrar convencida y con seguridad. Y es que yo iba allí segurísima de la candidatura que llevábamos y feliz de que todo un país se haya ilusionado con una candidatura de calidad. Puede sonar que hable tan bien de mi propuesta, pero es que es un trabajo de equipo de muchos profesionales y yo confío mucho en ese trabajo horizontal que hemos hecho. Quizás con el tiempo se termine de entender y de valorar.

Espero que otro año se atrevan con otros géneros porque ojalá este maldito televoto no siente precedente para que la gente pueda seguir expresándose con libertad.

A todos nos sorprendió muchísimo la diferencia que hubo en Eurovisión entre los votos del jurado y del público. ¿A ti te impactó mucho?

Me lo tuvieron que explicar. Yo no tengo televisión desde hace muchos años y realmente no podía comparar cuánto de bien o mal eran esos cinco puntos. De hecho, se me ve en cámara que doy las gracias. De lo que más he aprendido en mi carrera no es de los éxitos, sino de los puntos de inflexión, porque no lo veo como un fracaso. Es indiscutible la ejecución, no solamente de mi actuación, sino de todo el trabajo previo que hay detrás de esa actuación. La considero una pequeña obra de arte y en ningún momento he dudado de ella por los resultados.

¿Y qué te pareció a ti ese puesto nueve en el ranking de los jurados? ¿Te esperabas más?

En este concurso no solamente se valora una calidad vocal, una calidad de puesta en escena, de realización, se valora algo que es muy importante también y, que yo no lo voy a menospreciar, y que es un concepto y un reflejo de una sociedad del presente: lo necesitada que está la gente de pasárselo bien. Queremos pasárnoslo bien, de ver a gente que se exprese con libertad, con actitud salvaje. Son mensajes que también hacen falta. Yo si me volviera a presentar, que no lo descarto, sería más salvaje, más canalla porque también es una parte de mí mismo. Blanca Paloma es un prisma de muchas caras. Hay Paloma para rato. 

Blanca Paloma.

¿Crees que España va a seguir apostando por candidaturas así? ¿O tienes miedo de que ahora se frene por este resultado?

Yo tenía un poco de miedo precisamente por los que vienen ahora. Y por eso mi primer comentario según salí de la gala fue decir que, por favor, no dejemos de presentar propuestas auténticas. Más que nunca hay que seguir haciéndolo porque porque es un valor, una riqueza que tenemos para aportar al mundo y es una ventana que se nos ofrece para ello. ¿El objetivo es ganar? Pues para muchos sí, pero para mí creo que el objetivo es poder mostrar algo de mucha calidad y con lo que nos sintamos representados. Y los resultados muchas veces no están en nuestras manos. 

¿El objetivo es ganar? Pues para muchos sí, pero para mí creo que el objetivo es poder mostrar algo de mucha calidad.

Yo siento que un formato así es muy complicado porque es como si en un museo, en una sala de exposición, pusiéramos un Da Vinci al lado de un Picasso. En los museos y en las exposiciones hay una persona especialista que es el curador que se encarga de elegir qué cuadro va al lado de qué otro cuadro porque todo influye. Entonces, ¿EAEA hubiera quedado así en otro año de Eurovision con otras propuestas? No se sabe. Pero en esa exposición de obras de arte, que son todas las candidaturas de todos los compañeros, porque nos pueden gustar más o menos, es indiscutible el trabajo que hay detrás de todas esas canciones y esos artistas. Así que no se puede elegir ni un ganador y un perdedor entre un Picasso y un Da Vinci porque es indiscutible que ambos son obras de arte.

Y a ti te pusieron al lado de Loreen...

Es que vamos a ver... (Risas)

¿Pudiste hablar con ella?

Justo nos cruzamos en el pasillo. Ella me dijo que éramos afortunadas por poder ir con canciones profundas con las que nos sentíamos identificadas. Ella siempre tiene palabras muy bonitas para mí y es mutuo. Ya somos sisters.

¿Cuál es la diferencia que hay entre la Blanca Paloma que se miró al espejo en Alicante antes de ir a Eurovisión y la que llegó a su casa el otro día?

Hay dos cosas. La primera, que soy la misma, porque para mí lo primero que hice fue ponerme mi pijama y regar mis plantas y sentirme en mi casa. Y luego está la Paloma superhéroe que me he demostrado que soy porque he sacado una fuerza. Aparte de ser un concurso de canciones, Eurovisión es un concurso de resistencia. Porque eran dos semanas de no parar. Y yo creo que en cada cosita que hice, ya fuera una entrevista, ya fuera un TikTok, me he entregado a la casa y me he dado cuenta de que estoy preparada para eso y para lo que me echen.

¿Cómo ha vivido tu familia todo este proceso? 

Yo estoy así también porque vengo de una familia muy integrada. Me he criado con unos valores que me han hecho estar donde quiero estar, con los pies en la tierra, con la cabeza en el cielo, porque soy muy volar, porque soy una paloma y soy muy soñadora, pero esos dos ejes me mantienen siempre en mi centro. Y mi familia igual. Toda la ciudad de Elche ha estado volcada. Me sabe peor por la gente porque me decía que lo sentían que por otra cosa. Estábamos todos creyendo en una tercera victoria. Pero era la actitud. Había que ir a por todas. Estaba preparada para ganar y para lo peor.

El domingo solo dormiste media hora... 

Fue una vuelta larga. Salimos a las cuatro y media de la mañana, paramos en Mallorca, tuvimos cinco horas de escala, se retrasó el vuelo... Cuando me visteis en Plaza Mayor acababa realmente de aterrizar. Me maquillaron y me fui directa. Lo más difícil de todo este camino ha sido la vuelta. 

Blanca Paloma, en la rueda de prensa en Prado del Rey.

¿Qué vas a hacer mañana?

¿Qué día es mañana? ¿Qué día es hoy? Pues tengo una reunión muy importante porque el jueves saldrán cositas que se estaban retrasando por todo esto de Eurovision. Pero sabéis que uno de mis sueños era sacar mi disco adelante con mis canciones. Ha sido un largo recorrido de conversaciones, de ajustar cláusulas y creo que todo está llegando a un buen puerto para poder emprender ese gran camino de carrera a largo plazo que quiero forjar como artista. Creo que no solamente son los grandes hitos como Eurovisión los que te posicionan, sino luego mantenerte. Entonces ahora es donde se tiene que demostrar todo ese trabajo duro.

Quiero recorrerme el mundo entero con mis canciones y seguir regando esta semilla que ya hemos plantado.

¿Eso va a suponer que va a ser inminente el lanzamiento de un nuevo single?

Realmente lo que estoy deseando es poder hacerle un poquito de caso a Plumas de nácar, que fue mi primera canción y que la saqué justo antes de Eurovisión porque estaba mis planes. En mi cronograma de trabajo profesional, me había propuesto que en diciembre del año pasado saldría EAEA, nunca imaginé que sería dentro del contexto del Benidorm Fest, y fue una sorpresa. Y también para primavera tenía previsto que saliera Plumas de Nácar. O sea que estoy cumpliendo los objetivos. Y ahora me gustaría grabar un videoclip para Plumas de nácar para poder darle todo ese cariñito que se merece porque creo que es una canción diferente a EAEA que muestra otras particularidades de mi perfil como artista.

¿Qué vas a hacer en los próximos meses?

Yo ya he hablado con José Pablo Polo, que es el productor de EAEA y de mi futuro disco, que nos tenemos que poner ya los horarios de trabajo, porque ahora es donde empieza la carrera de fondo. Si queremos proyectar un largo plazo hay que trabajar desde ya. A mí me queda todavía mucha energía y si lo puedo combinar con ver un poquito más a la familia, los amigos... Y los viajes que sean con música, con conciertos. Quiero recorrerme el mundo entero con mis canciones y seguir regando esta semilla que ya hemos plantado.