El dispar tratamiento del 'true crime' en televisión: del rigor en plataformas al morbo en abierto

El dispar tratamiento del 'true crime' en televisión: del rigor en plataformas al morbo en abierto

Bluper TELEVISIÓN

El dispar tratamiento del 'true crime' en televisión: del rigor en plataformas al morbo en abierto

Las docuseries sobre crímenes mediáticos tienen cada vez más protagonismo en las plataformas, pero también en las cadenas generalistas.

28 noviembre, 2021 11:15

Telecinco emitió el pasado domingo 21 de noviembre el segundo episodio de Dolores: La verdad sobre el Caso Wanninkhof, la docuserie de HBO Max en la que la mujer condenada injustamente por el asesinato de Rocío Wanninkhof habla por primera vez ante los medios tras más de 20 años de silencio.

Más allá de limitarse a ofrecer el capítulo a modo de promoción de la serie, la cadena de Mediaset aprovechó para crear su propio especial, emitiendo previamente Las claves del caso Wanninkhof para contextualizar todo lo que rodeó al crimen de la joven y el posterior juicio que condenó a Dolores Vázquez.

Este episodio previo contaba con el relato de Toñi Moreno, productora del documental y entrevistadora de Dolores, y de los periodistas Dani Montero y Alfonso Egea, que narraron todo el proceso que llevó a juzgar y condenar a la gallega por el asesinato de Rocío.

El especial de Mediaset ha corrido a cargo de Unicorn Content, productora de la que es propietaria Ana Rosa Quintana y que también firma la docuserie de HBO Max. Sin embargo, existen notables diferencias entre el formato creado para la plataforma y el programa emitido en Telecinco.

Mientras que en la serie documental se aporta un lenguaje sobrio y alejado del sensacionalismo, típico del género true crime, en el especial de Telecinco se ha generado un debate en torno al contenido y, además, se ha adaptado el mismo al estilo habitual de la televisión en abierto en general y de Mediaset en particular.

Buen ejemplo de esto último son las transiciones de Las claves del caso Wanninkhof con frases que bien podrían pertenecer a un cebo de El programa de Ana Rosa o Sálvame. "El mayor error judicial de la historia", se leía en uno de ellos, una frase que recuerda a Rocío, contar la verdad para seguir viva, la docuserie de La Fábrica de la Tele que se propuso destapar "la mayor mentira de la historia del corazón".

En todo este tiempo, el programa vespertino de Telecinco ha seguido estirando el caso Wannhinkhof con contenidos con un cuestionable interés informativo, como la conexión en directo desde el descampado en el que mataron a Rocío o la entrevista a Charo, la madre del novio de la joven, que cargó duramente contra Alicia Hornos sin que nadie recordase que se trata de una víctima. Al día siguiente contarían, además, con la visita del hijo de Charo, que intentaría sosegar el tono que empleó su madre en televisión.

El lenguaje no ha sido el único elemento diferenciador entre ambos contenidos, tampoco el más llamativo, pues al fin y al cabo el público de Telecinco y el de HBO Max no tienen las mismas características ni preferencias. Sí sorprende, no obstante, que incluso siendo la misma productora se aprecie más autocrítica en el documental que en el especial. 

En Dolores: La verdad sobre el Caso Wanninkhof se profundiza en el importante papel que jugaron los medios a la hora de condenar públicamente a Dolores y de influir en un jurado popular que acabó sentenciándola. Se aprecia, por tanto, un afán por resarsirce de los errores cometidos y restablecer la imagen de la protagonista de la docuserie. 

Por su parte, en el programa de Telecinco la responsabilidad del juicio mediático a Vázquez parece recaer sobre agentes externos. Pese a que varios programas de la cadena y hasta la propia Ana Rosa participaron del señalamiento a Dolores, el especial del domingo tiró balones fuera. Especialmente insólita es la fijación con María Teresa Campos, de la que se muestran imágenes en el programa.

En '¿Dónde está Marta?' también se observa la diferencia de tratamiento con respecto a la televisión en abierto.

En '¿Dónde está Marta?' también se observa la diferencia de tratamiento con respecto a la televisión en abierto. Netflix

La dinámica se repite en otros true crime como el de Marta del Castillo. La docuserie de Netflix ¿Dónde está Marta? es otro ejemplo de ello. El documental aborda todos los detalles sobre la desaparición de la joven sevillana de una forma rigurosa y huyendo del sensacionalismo, un estilo que contrasta con el criticado culto al morbo que desde Espejo Público solía hacer uno de los productores de la serie, Nacho Abad.

Parece, en definitiva, que la televisión en abierto sigue entregándose al amarillismo y la espectacularidad por encima de la reflexión pausada y el análisis que proponen las plataformas de pago. Incluso cuando las docuseries del género true crime señalan y evidencian el mal hacer de los medios de comunicación, los mismos medios continúan empleando el contenido de esas producciones para seguir ganando audiencia con cuestionables formas. La pescadilla que se muerde la cola, la espiral del morbo como forma de negocio.