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40 años de libertad

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Según el diccionario la libertad se define como "la facultad y derecho de las personas para elegir de manera responsable su propia forma de actuar dentro de una sociedad".

De acuerdo con el relato oficial, en 1975 España recuperó la libertad tras la muerte de Franco, un terrible dictador que oprimía nuestra libertad, o sea, nuestra capacidad para elegir nuestro modo de vida.

Para evaluar el relato oficial vamos a analizar, de manera objetiva, qué podían hacer nuestros padres en 1975, un día cualquiera que se levantaran de la cama, y qué es lo que ahora podemos hacer nosotros en 2017.

En 1975 todo el mundo podía trabajar porque la tasa de paro era del 2%, mientras que ahora es del 17% y ha llegado al 27%.

En 1975 cada español no tenía una losa sobre sus espaldas, porque la deuda sobre el PIB era del 7%, ahora es del 100%.

En 1975 tenían seguridad en el trabajo, porque despedir a los obreros de la empresa era complicadísimo, ahora te dan una patada en el culo y si tienes más de 45 años (te quedan más de 20 para jubilarte) ya no te contrata nadie.

En 1975 podían salir a pasear de noche o de día con total seguridad, mientras que ahora vas acojonado por los tirones, robos con intimidación, alunizajes, peleas de bandas, etc.

En 1975 te podías echar un cigarro en la discoteca, ahora viene la brigada político-social y te multa.

En 1975 podías elegir fumar (aún sabiendo que es malo) sin que te amargaran el cigarro, al tener que ver en la cajetilla la foto de un enfermo terminal de cáncer.

En 1975 los fumadores morían de cáncer, ahora mueren más por el gripazo que se cogen fumando a 10 bajo cero en la calle.

En 1975 podías educar a tus hijos en un colegio público en español en toda España, o rotular tu comercio es español, sin que una horda de fascistas te lo impidiera.

En 1975 los golpistas iban a la cárcel, ahora se presentan a las elecciones con serias posibilidades de ganarlas.

En 1975 podías ir en tu Vespa, disfrutando del airecito en la cara en verano, sin que te metieran un multazo por ir sin casco.

En 1975 podías andar libremente por la ciudad, sin que miles de cámaras de seguridad grabaran hasta el último detalle de lo que haces.

En 1975 podías soltar al perro en la sierra, sin que un controller con unos prismáticos te echara una multa cuando bajabas de la montaña.

En 1975 te podías sentar en el metro como te diera la gana, sin que te echaran la charla por ir con las piernas abiertas.

En 1975 podías celebrar las fiestas de tu pueblo, igual que se ha hecho durante 1000 años, sin que una horda de animalistas te lo impidiera.

En 1975 podías ir a los toros en Barcelona, mientras que ahora, si vives en Barcelona, curiosamente te tienes que ir a Francia.

En 1975 te podías tomar un par de vinos con tu chuletón, y después conducir con total seguridad, mientras que ahora el chuletón lo tienes que pasar con agua porque si no vas al talego.

En 1975, si no habías contravenido ninguna norma de circulación, no venía un guardia a meterte un tubo en la boca para que soplaras.

En 1975 si te denunciaba tu mujer por malos tratos, era ella la que tenía que probarlos, mientras que ahora eres tú el que tienes que probar que no has hecho nada malo, lo cual es un incumplimiento palmario del art.14 de la Constitución.

En 1975 podías disfrutar tranquilo de tu chiringuito en la playa o en la montaña, mientras que ahora vienen los de Ecologistas en Acción a amargarte la paella.

En 1975 si te iba la marcha te podías ir de putas, ahora si vas de putas sales en un vídeo en Youtube acusándote de genocidio.

En 1975 estaba claro que los niños tenían pene y las niñas vulva, ahora te multan por afirmarlo.

En 1975 estaba claro que el matrimonio era entre hombre y mujer, ahora no, siendo un incumplimiento palmario de art. 32 de la Constitución.

En 1975 podías decirle un piropo a una chica guapa a ver si ligabas, ahora hay que andarse con cuidado porque puedes acabar en la cárcel.

Dicen que nuestros padres estaban oprimidos, que no podían elegir su forma de vida, y que nosotros, en cambio, somos unos afortunados que disfrutamos de la libertad. Es verdad que ahora puedes ejercer tu sagrado derecho al voto, pero si el precio (además de todo lo anterior) es que te obliguen a andar por la calle Preciados en la dirección que te diga el guardia de la porra, sinceramente creo que no compensa.