Opinión

La ideología de género puede dañar a los menores

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  1. Opinión

Como otros tantos gobiernos autonómicos, el Ejecutivo de Castilla-La Mancha ha elaborado un protocolo de actuación dirigido a menores que ha sido presentado en Guadalajara por el vicepresidente, José Luis Martínez-Guijarro. Tiene como objeto “establecer orientaciones y pautas de intervención para la adecuada atención y necesaria protección a la persona menor de edad no conforme con identidad de género asignada, reconociendo su derecho a la identidad sexual, garantizando el libre desarrollo de su personalidad y la no discriminación por motivos de identidad de género”.

En el actual escenario político, ha germinado la llamada ideología de género que promueve la sustitución del concepto de sexo -determinación biológica- por el concepto de género-construcción cultural. Dado que aún queda mucho por explorar para determinar las causas de la disforia de género (DG), antiguamente llamada trastorno de identidad de género, los promotores del cambio de sexo en menores bien podrían incurrir en estar incitando opciones peligrosas, justo cuando endocrinólogos y psiquiatras aconsejan cautela. Veamos.

El Grupo de Identidad y Diferenciación Sexual de la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica (SEEP), en un Documento de Posicionamiento hizo hincapié en el alto índice de menores con DG que posteriormente dejan de lado su auto-percepción como del sexo contrario.

“Diferentes estudios dan resultados dispares, pero hay un denominador común: la persistencia en niños es claramente menor que en adultos. Los datos de persistencia indican que una gran mayoría (80-95%) de niños prepuberales que dicen sentirse del sexo contrario al de nacimiento, no seguirá experimentado tras la pubertad la DG, dificultando con ello el establecimiento de un diagnóstico definitivo en la adolescencia”.
Por su parte, el Colegio de Pediatras de EE.UU., (ACP) urge a educadores y legisladores a rechazar las políticas que condicionan a los chicos para que acepten como algo normal la “interpretación química y quirúrgica del sexo opuesto”.

“Los hechos, no la ideología, determinan la realidad”, apunta la ACP. “La sexualidad humana –explican los expertos– es un rasgo biológico binario objetivo. ‘XY’ y ‘XX’ son marcadores genéticos de salud, no de un trastorno. La norma del diseño humano es ser concebido masculino o femenino”.

Asimismo, subrayan que “nadie nace con un género: todos nacen con un sexo biológico”. Los firmantes refieren que la creencia de una persona acerca de ser algo que objetivamente no es, constituye, en el mejor de los casos, una señal de confusión. “Cuando un niño físicamente saludable cree ser una niña; cuando una niña saludable cree ser un niño, existe un problema psicológico objetivo, que radica en la mente, no en el cuerpo, y debe ser tratado como tal.

Por último, los pediatras advierten que concebir la discordancia de género como algo normal a través de la educación pública y las políticas legales, y condicionar a los chicos a aceptarla, puede considerarse directamente “maltrato a menores” y provocarles confusión a padres y a hijos.