Un profesor en su clase vacía de niños.

Un profesor en su clase vacía de niños. EFE

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Eduardo, profesor con más de 30 años de experiencia: "Trabajamos con estrés y una carga psicológica importante"

El maestro asegura que la diversidad, la falta de inversión y la sobrecarga burocrática están dejando al profesorado "al límite".

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Zaragoza
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Las vacaciones de Navidad están a la vuelta de la esquina. Los colegios terminan sus clases el próximo viernes 19 de diciembre, y no regresan a las aulas hasta el 8 de enero.

El profesorado es el sector que con más días de vacaciones cuenta; sin embargo, de un tiempo a esta parte, la carga que soportan, a menudo "no es recompensada".

El Español de Aragón ha hablado con un docente zaragozano que se ha mostrado crítico con la situación de su gremio. "Trabajamos con estrés y una carga psicológica importante", asegura Eduardo Esteban.

El principal problema que ve en el sistema educativo es la complejidad del alumnado actual. "La atención al alumnado es mucho más compleja, más diversa que antes. En una clase de 25 alumnos puedes tener 12 niveles distintos", afirma.

Describe, por ejemplo, un grupo de 2º de ESO donde "de 25 alumnos, quizá solo la mitad tiene el nivel real de 2º; el resto puede estar en niveles de 1ºde ESO, 6º de Primaria o incluso 5º".

Atender a esa diversidad "es muy duro y muy complicado" y genera "una carga psicológica enorme".

Eduardo Esteban insiste en que las ratios del pasado no sirven: "Antes había clases de 30 alumnos, pero tratar a un alumno actual es mucho más difícil que hace 20 o 30 años. Tratar esta diversidad con herramientas del pasado no sirve", sentencia.

Convivencia más difícil y autoridad desdibujada

Esa falta de personalización repercute también en la convivencia. "Si no puedes atender a esos chavales, se distraen, no hay interacción porque el nivel no se adapta a sus necesidades y eso fomenta la disrupción", explica el profesor.

A ello se une la relación con las familias: "Hay una evolución social que influye, y quizá el profesorado no sea tan respetado socialmente como antes", reflexiona.

Asegura que hay casos en los que "el profesor se siente desamparado" porque "algunas familias defienden al alumno sin tener en cuenta la labor educativa".

Reforzar la autoridad docente es, para él, imprescindible: "Todo lo que sea reforzar la figura del profesor es mejor, porque está formando a los jóvenes y trabajando por el futuro".

Plazas sin cubrir

El profesor denuncia que en su comunidad autónoma ya se observan dificultades graves para cubrir sustituciones: "En lengua y matemáticas se están viendo verdaderas dificultades por cubrir plazas. Pasan días y pasan semanas sin que lleguen los sustitutos".

En matemáticas, su especialidad, la explicación es doble: "Por un lado, las condiciones laborales y económicas no atraen. Por otro, ahora los matemáticos son muy demandados por la empresa privada y la nota de acceso a la carrera ha subido". Por lo que sentencia: "Muchos matemáticos ya no ven la enseñanza como antes; ahora tienen más opciones fuera".

A la falta de profesorado y a la complejidad del aula, se suma una burocracia creciente: "La carga de papeles, planes e informes que hay que preparar es enorme", asegura el profesor.

Y, al mismo tiempo, la irrupción de la tecnología exige una adaptación constante. "Las plataformas digitales, las analíticas de aprendizaje, la IA… todo eso está muy bien, pero requiere formación", sentencia. Una formación que "con la carga laboral del día a día es difícil".