La inundación de Fayón.

La inundación de Fayón. Turismo de Fayón

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El pueblo de Zaragoza que desapareció bajo el agua y ahora solo se ve la torre de su iglesia: puedes recorrerlo en barca

El enclave lleno de historia y nostalgia está en un entorno natural rodeado de montañas en la frontera entre Aragón y Cataluña.

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Zaragoza
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En Aragón hay pueblos para todos los gustos: grandes, pequeños, entre montañas o en el secano de los monegros. Los hay muy vivos, y los hay que luchan por no caer en el olvido.

Fayón, en el corazón del Bajo Aragón zaragozano, es uno de ellos. Bajo las aguas tranquilas del embalse de Ribarroja, aún respira el viejo pueblo, aquel que desapareció en los años sesenta. Solo su torre, la de la iglesia de San Juan, sigue erguida, asomando entre reflejos de agua y silencio.

Cuando las barcas pasan junto a la torre, parece escucharse un rumor antiguo, un eco de campanas que ya no repican. Fayón quedó dormido en el fondo del embalse. Pero sus vecinos no se dieron por vencidos y construyeron un pueblo nuevo, montaña arriba.

En lo alto de un monte se levantó el nuevo Fayón. Calles rectas, casas bajas y una plaza Mayor porticada que recuerda, a su manera, la vida que hubo antes. La iglesia, moderna y de esbelta torre de hormigón, mira hacia el agua como quien busca respuestas.

Subir al Mirador del Ebro es casi una obligación. La vista se abre como una postal inmensa: el embalse extendiéndose entre montañas, la desembocadura del Matarraña, y los restos del castillo que coronaba el viejo Fayón, allá en lo alto de un cerro.

La inundación de Fayón.

La inundación de Fayón. Turismo de Fayón

El pueblo también es memoria. En el Museo de la Batalla del Ebro, el visitante se adentra en uno de los episodios más duros de la Guerra Civil. Uniformes, fotografías, mapas y testimonios reconstruyen aquellos días en los que el río fue frontera y escenario de fuego. Es un recorrido imprescindible para entender la historia reciente de estas tierras, justo en la frontera entre Aragón y Cataluña.

Pero si Fayón mira al pasado con respeto, lo hace sin renunciar al presente. Hoy el embalse que lo sepultó se ha convertido en su gran atractivo. Más de 200 kilómetros de costa interior invitan a la pesca; abundan los siluros, la carpas y las black bass. También se pueden hacer deportes náuticos como piragüismo, vela o esquí acuático.

El pueblo de Aragón que desapareció bajo el agua

El pueblo de Aragón que desapareció bajo el agua Turismo de Fayón

La experiencia más simbólica llega a bordo del 'Llaüt', una embarcación tradicional que recorre las aguas del embalse como antaño lo hacían las barcas del Ebro.

Navegar por Fayón es navegar por un río de historia viva. Allí, entre reflejos y bruma, uno comprende que no hay olvido posible. A través de los paseos en barca se mantiene vivo el recuerdo de lo que el pueblo un día fue.

Torre de San Juan Evangelista, Fayón.

Torre de San Juan Evangelista, Fayón. Turismo de Aragón

Deslizarse por el agua a bordo del Llaüt de Fayón es un plan mágico. Esta travesía de aproximadamente una hora,empieza en el embarcadero de La Reixaga y se navega por lugares cargados de memoria: el antiguo túnel ferroviario, la desembocadura del Matarraña, casas de la estación, el cementerio sumergido y, por supuesto, la torre del campanario que emerge como un faro perdido.

El precio es para los adultos (a partir de 12 años) pagan 10 euros/persona, los niños de 3 a 12 años 6 euros, y los menores de 3 viajan gratis. En temporada de marzo a noviembre, los paseos se realizan fines de semana y festivos (con salidas a las 11.30 h y 13.00 h).