Mercedes y Piluca en el bar.

Mercedes y Piluca en el bar. E.E.

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Una taberna del centro de Zaragoza busca nuevo inquilino: "Llega un momento en el que hay que cambiar el rumbo"

Una de las propietarias de la Taberna A Piñón Fijo, Mercedes, se jubila y el negocio se traspasa.

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Zaragoza
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Tomarse una tapa con una cerveza en una de las principales calles de pinchos de Zaragoza es un plan al que, pasen los años que pasen, es difícil resistirse. Por ello, la zona de Heroísmo, en pleno Casco Histórico, sigue disfrutando de un ambiente envidiable, animada también por el turismo.

A pesar de los cambios de tendencias de consumo, la zona sigue muy viva y la oferta hostelera se ha ido renovando y adaptando. Durante este 2025, ha cerrado el bar Heroísmo y ha abierto la cervecería alemana Alt Markus, entre otras novedades.

Llena de bares y restaurantes, ahora, es otro establecimiento de la zona el que busca un relevo. Se trata de la taberna A Piñón Fijo (en la calle Antonio Agustín, 20), que colgó el cartel de traspaso hace unos 15 días.

Sin embargo, nada tiene que ver con los cambios en el consumo, sino que se debe a la jubilación de una de sus socias, Mercedes, quien reconoce que el bar funciona y ha funcionado siempre bien. 

“Nosotras solo abrimos de jueves por la tarde a domingo a mediodía. El resto de la semana no porque tenemos otro tipo de obligaciones, pero así nos ha dado para vivir”, explica la propietaria.

Mercedes, junto a su socia Piluca, que emprenderá nuevos retos profesionales, lleva al frente de este céntrico bar desde hace casi 10 años. En concreto, desde marzo de 2016. Casi una década de trabajo, pero sobre todo de buenos momentos que quedarán en su memoria. “Tenemos recuerdos muy bonitos”, admite.

Terraza de la taberna A Piñón Fijo.

Terraza de la taberna A Piñón Fijo.

Por ello, cuando llegue el momento de despedirse de la taberna A Piñón Fijo, las dos socias prepararán algo especial para compartir con clientes y amigos. Eso sí, todavía no han pensado en nada.

De momento, el bar sigue activo con normalidad y Mercedes subraya que no tienen prisa en que se produzca el traspaso: “El objetivo es a final de año o al próximo”.

El cambio del juepincho

Durante estos años, Mercedes y Piluca han tenido que reinventarse y sobrevivir a los cambios de tendencia, principalmente con los efectos de la pandemia. “Lo cogimos en el momento en que el juepincho empezaba a crecer. Después de la pandemia hubo un bajón, pero este sigue muy activo. De hecho, los jueves por la noche hay más gente que un viernes o un sábado. Pero ha cambiado el perfil”, reconoce.

“Antes era gente muy joven, universitaria y de Erasmus, ahora son más gente de edad media”, reflexiona Mercedes con satisfacción de seguir siendo una de las opciones principales de los jueves.

En cuanto al traspaso, destaca que el negocio está en funcionamiento, consolidado y con clientela fija en una zona de continuo paso. Además, aunque en su caso daban raciones y tapas, la dueña afirma que es un local que se adapta a otro tipo de negocios como una bocatería, hamburguesería, tostería o cafetería especializada, que “no hay en la zona” y “funcionaría muy bien”.

“La cocina está integrada en la barra con plancha y freidoras. Tiene muchas posibilidades, porque es muy pequeño y es muy fácil de manejar”, finaliza.