Foto de archivo de un grupo de turistas británicos en un free tour.

Foto de archivo de un grupo de turistas británicos en un free tour. iStock

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Una guía turística, crítica con los 'free tour': "No son profesionales y hacen daño a los que pagan impuestos"

Pilar, una guía turística en Zaragoza, habla sobre los problemas generalizados en su sector.

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Durante el verano la mayoría de españoles aprovechan sus vacaciones para huir de la rutina y de la ciudad en la que habitan. Muchos apuestan por la playa, otros por la montaña o por diferentes ciudades, algunos dentro de las fronteras y otros fuera de ellas.

De lo que no hay duda es de que viajar y descubrir nuevos destinos es algo a lo que pocos se resisten y en estos viajes, es imprescindible reservar visitas guiadas para conocer a fondo los secretos e historias de las ciudades.

Hace unos años llegaron al mercado los ‘free tours’, cada vez más demandados por los turistas y en los que se paga “la voluntad”.

Sin embargo, más allá de lo que la sociedad y los visitantes ven, estos ‘free tours’ se han convertido en un problema para los profesionales de las visitas guiadas. Así lo cuenta Pilar, una guía turística zaragozana que lleva más de 35 años trabajando.

“Los free tour no son guías profesionales y están haciendo mucho daño a los guías de verdad que pagan impuestos, están dados de alta en la seguridad social y se han preparado concienzudamente para ello”, señala molesta.

“Puedo asegurar que el free tour se ve más favorecido económicamente que el guía profesional. Sus grupos superan el número acordado por el Gobierno de Aragón, no suelen pagar impuestos y muchos no son ni autónomos ni contratados por una empresa”, continúa relatando Pilar, que asegura que es un tema que levanta “ampollas en el sector”.

Más allá de eso, reconoce que la profesión de guía no suele ser muy valorada, pues hay clientes que piensan que están “a su completo servicio” y no respetan horarios y recorridos. Eso sí, también existe una parte positiva y muy bonita, que son aquellas personas que agradecen las rutas y les dicen que han aprendido mucho o que son “maravillosos”.

El tiempo extremo

Otro de los aspectos sobre los que algunos guías han emitido quejas en diferentes ciudades de España es el calor, algo que en Zaragoza se sufre mucho en verano. También, lo opuesto, el frío y el cierzo del invierno.

No obstante, según explica Pilar, “los guías de Zaragoza están acostumbrados a su clima” y asegura que tratan de que el turista no sufra por ello y buscan “lugares frescos o más calientes”. “Tenemos recursos para que el visitante se sienta muy a gusto en las visitas”, confiesa.

Por último, la guía aragonesa destacaba la imagen tan positiva que se llevan los turistas sobre Zaragoza. “Nuestra ciudad gusta muchísimo, pero muchísimo. Muchos creen que es pequeña, con un solo monumento importante como es la Basílica del Pilar. Sin embargo, descubren una ciudad moderna, viva, acogedora, con un patrimonio artístico de quitarse el sombrero, buenísima gastronomía y mucho ambiente y diversión. Se quedan con la boca abierta”, reseña esta profesional.

“Llevo desde 1988 trabajando y siempre he oído elogios, algunos incluso exagerados para los oídos de muchos zaragozanos”, sentencia al respecto.