Calle de Zaragoza con varios comercios

Calle de Zaragoza con varios comercios E. E.

Economía

Un autónomo habla sobre la dureza de su día a día y no se corta: “Estamos asfixiados por la presión fiscal”

Según datos de ATA Aragón, uno de cada cuatro autónomos no puede permitirse irse de vacaciones en verano.

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Zaragoza
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Mientras media España disfruta de unas merecidas vacaciones, hay profesionales y trabajadores que no pueden decir lo mismo y que viven con la incertidumbre de cómo será su día a día. Es el caso de multitud de autónomos, que afrontan el mes de agosto con las dudas de si podrán bajar la persiana para tomarse unos días de descanso, conscientes de que ello supone dejar de vender y, por tanto, de ingresar.

Es la advertencia que ha lanzado Jorge Serrano, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) de Aragón y profesional del sector del transporte, quien alerta sobre la situación crítica que viven muchos de estos trabajadores.

“Nos están asfixiando. Es muy difícil permanecer con las puertas abiertas y, ya no crear empleo, sino mantener el que tenemos. Es una situación bastante complicada”, ha remarcado.

De hecho, el número de autónomos en Aragón no deja de descender progresivamente. En lo que va de año, la Comunidad ha perdido 194 trabajadores por cuenta propia, prácticamente uno cada día, hasta quedar en 98.629.

“Si no intentamos racionalizar la situación y no entienden que no somos grandes empresas ni tenemos sus recursos, y nos obligan a tener la misma carga. Están destruyendo el tejido de micropymes y autónomos”, ha incidido.

Este descenso es constante desde que se rompió la barrera de los 100.000 en 2021, cifra que no se ha logrado recuperar. Entre las causas que explican esta caída se encuentran el envejecimiento de este sector, la falta de relevo generacional o los aumentos de costes laborales y productivos desde la pandemia.

En este sentido, Serrano cree que toda esta carga impositiva no se puede trasladar a los precios y acaba repercutiendo en el bolsillo de los autónomos. “Un autónomo tiene mucha dificultad para repercutir todos estos incrementos en el coste de sus servicios o productos. Es un abanico gigantesco que no distingue entre una gran empresa, que sí crean empleo, y un autónomo”, ha apuntado.

Y ello termina teniendo consecuencias en los meses de verano. Según los datos de ATA, uno de cada cuatro autónomos no puede irse de vacaciones. “Es un problema que deberíamos tener en cuenta. Si un trabajador por cuenta ajena tiene derecho y necesita vacaciones, por supuesto, imaginemos un autónomo, con unas cargas y preocupaciones superiores. Es un problema muy serio que impacta en la salud”, sostiene el presidente de ATA Aragón.

Con el objetivo de ayudar a la creación de nuevos negocios, el Gobierno de Aragón lanzó a principios de año la denominada ‘Cuota Cero’ que exime los pagos a la Seguridad Social durante los primeros 12 meses de actividad ininterrumpida. También se convocaron subvenciones para fomentar el relevo generacional, la contratación del primer trabajador o la reducción de intereses de préstamos.