Los contratistas de obras públicas refuerzan sus alianzas: “Parece mentira, pero nos falta mano de obra”

Reforzar las sinergias y colaboraciones entre todos los profesionales y sectores es el objetivo que se han marcado desde la Agrupación de Empresas de Obra Pública de Aragón. Con una veintena de socios, esta plataforma trabaja para mejorar las condiciones de los contratos y en la disponibilidad de mano de obra, uno de los problemas que aluden distintos empresarios y patronales.

Esta agrupación nació en 1994 ante la necesidad urgente de invertir en obra pública y favorecer a las empresas aragonesas. Pese a ser un sector donde habitualmente son “reacios” al asociacionismo, en aquella ocasión lograron unirse para mostrar al Gobierno de Aragón la importancia de una mayor dotación económica. “Había una tendencia a adjudicarlas a empresas de fuera de Aragón, y fuera de la Comunidad no podían acceder a ninguna obra porque sí se las llevaban las de su zona”, ha subrayado Enrique Sancho, secretario de esta agrupación.

La unión hizo la fuerza y el entonces Gobierno de Aragón cambió sus políticas, logrando la participación de más empresas locales con unos pliegos más accesibles. “Las empresas de aquí no tenían entonces el tamaño de las grandes nacionales, y eso provocó efectivamente un giro en el sector”, celebra Sancho.

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Desde entonces, el sector ha pasado por varias etapas, con algunas de ellas donde había que seguir batallando, como la protección en los pliegos ante bajadas de precio temerarias o el aumento de presupuestos. “En la pandemia hubo una subida del precio de las materias primas como el acero o el cemento, que provocaron que algunas obras adjudicadas ya estuvieran económicamente imposibles de seguir adelante. Hubo que incrementar las cuantías para no ahogar a las contratistas”, señala el presidente de la agrupación.

Hoy, entre los retos a los que se enfrentan está insistir en la necesidad de invertir más en obra pública, como en las carreteras por su evidente desgaste. “Los técnicos dicen que están muy deterioradas, con lo cual es necesario insistir a todas las administraciones, tanto de ámbito local como autonómico, para que inviertan más en carreteras. Es necesario”, apunta Sancho.

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Además, desde la agrupación reclaman que los pliegos no puntúen solo la oferta económica, sino que se tengan en cuenta cuestiones técnicas y proyectos alternativos para que pequeñas y medianas empresas también puedan acceder a las obras. “Hay obras que quedan desiertas porque nadie puede acceder a ellas ya que económicamente no les salen rentables. Eso es un fracaso de todo el sector”, resalta.

Otra de las cuestiones que atañe a estas empresas es la recurrente falta de mano de obra y la ausencia de relevo generacional en determinados puestos que “nadie quiere hacer”. “Hay trabajos que, al principio, pueden ser muy duros, pero luego tienen una proyección de futuro bastante interesante. Falta formación de, por ejemplo, jefes de obra”, incide Sancho.

Con todo ello, desde esta agrupación pelean por mejorar las condiciones de un sector duro y muy competitivo. “Somos 17 empresas, aunque luchamos por el bien también del resto de las empresas aragonesas. No somos un lobby para determinadas empresas, sino que el crecimiento del sector nos beneficia a todos”, añade.