Taller de baterías de Stellantis en Zaragoza.

Taller de baterías de Stellantis en Zaragoza.

Economía

Stellantis y CATL reclutarán a más de mil trabajadores de China para construir la gigafactoría de baterías

Ambas compañías ya trabajan de la mano de los gobiernos de Aragón y de España para establecer el marco legal y construir las viviendas necesarias.

El Gobierno de Aragón reforzará los centros de salud y colegios de los pueblos que acojan a los trabajadores chinos.

Más información: La falta de vivienda, el gran reto detrás de la gigafactoría de baterías de Stellantis: “Me quita el sueño”

Zaragoza
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Stellantis y CATL ya preparan la construcción de la gigafactoría de Stellantis, el gran proyecto industrial llamado a revolucionar el panorama social y laboral de toda la Ribera Alta del Ebro. Ambas compañías van a trasladar a entre 1.000 y 2.000 trabajadores procedentes de China para acelerar la instalación de esta nueva planta, que supondrá una inversión que ronda los 4.100 millones de euros.

Las autoridades ya colaboran estrechamente con los municipios afectados para organizar el alojamiento provisional de los empleados extranjeros, que llegarían de forma gradual. Se baraja como opción inicial la instalación de vivienda modular, completamente equipados, entre las localidades de Figueruelas y Pedrola, próximos al lugar donde se levantará la nueva factoría.

No en vano, la construcción de casas modulares emerge con una posible solución a la falta de vivienda en todo el territorio. Las empresas fabrican los módulos en sus naves, en unas condiciones más favorables y ágiles, y lo transportan al emplazamiento final para instalarlos. Con ello, los tiempos de construcción de vivienda pueden reducirse a la mitad o, incluso, a una tercera parte.

Esta sería la primera vez que se aborda un aterrizaje de estas características en Aragón. Se ampara en el marco de la Ley 143/2013, centrada en grandes inversiones y sectores estratégicos, y permite agilizar la contratación y legalización de trabajadores mediante una tramitación grupal desde el país de origen. “Será en China donde se va a hacer el gran proceso de selección con esos perfiles que se precisen para la planta, todo en bloque y apalabrado en origen, con documentación regulada”, ha explicado el delegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beltrán, en una entrevista en la Cadena SER.

Cuando la General Motors instaló la fábrica de vehículos a comienzos de los años 80 ya se dio una circunstancia similar, tal y como recuerda el propio Beltrán. “Para la primera GM prácticamente todo el mundo vino de Alemania. Yo estaba en la escuela de ingenieros y suspirábamos para que nos contrataran. Eso vino más adelante. Entiendo que aquí será lo mismo. En el arranque necesitarán gente que bajándose del avión sepan qué hacer en esa factoría, y más tarde habrá formación”, ha señalado.

Se espera que la gigafactoría genere cerca de 3.000 empleos en total, muchos de ellos con exigencias formativas específicas. La mayoría de las contrataciones serán de nuevos trabajadores, con un enfoque en perfiles técnicos y de alto valor añadido.

Además, ello obligará a reforzar los centros de salud y los colegios en aquellas localidades que acojan a estos trabajadores, que podrían incrementar notablemente las localidades donde se ubiquen. "Primero hay que saber cuántos van a venir realmente y, después, poner todo el sistema sanitario, social y educativo aragonés en condiciones para atender a todo el mundo", ha expuesto este miércoles el consejero de Hacienda, Roberto Bermúdez de Castro.

Según las previsiones iniciales, Figueruelas comenzará a fabricar baterías para el vehículo eléctrico a partir de 2026. Aunque la nueva gigafactoría no estará finalizada hasta marzo de 2028, los planes de la compañía pasan por iniciar la producción con antelación, con el objetivo de que puedan venderse por distintos países y que ayude a reducir el precio del coche eléctrico.

La nueva gigafactoría se ubicará en un terreno de 80 hectáreas dentro del actual centro productivo de Stellantis en Figueruelas, en el extremo noroeste, y que se encuentra sin uso. Este suelo ya fue adquirido por General Motors en 1982 y recalificados como uso industrial para abordar nuevos proyectos en la fábrica, lo que fue un aspecto relevante a la hora de que la compañía optara por ubicar la gigafactoría en Zaragoza.