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Economía

Apoyo fiscal y facilidad en la sucesión de los órganos directivos: así es la nueva Ley de Empresa Familiar de Aragón

Casi nueve de cada diez de las empresas aragonesas son familiares, con alrededor de 165.000 trabajadores, lo que obligaba al Ejecutivo a ordenar su funcionamiento y proponer facilidades administrativas.

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El Gobierno de Aragón ha dado el primer paso para aprobar su prometida Ley de Empresa Familiar, con la que pretende fortalecer este tejido económico con amplia presencia en el territorio. Representan casi nueve de cada diez de las organizaciones que existen en el territorio, con alrededor de 165.000 trabajadores, lo que obligaba al Ejecutivo a ordenar su funcionamiento y proponer facilidades administrativas en su gestión.

Así, la nueva norma, que tendrá que ser aprobada por las Cortes de Aragón, propone una modificación del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, que seguirá bonificado al 99% para adquisiciones ‘mortis causa’ e ‘inter vivos’ de empresas individuales, negocios profesionales y participaciones en entidades. No se espera que tenga merma en la recaudación del Gobierno de Aragón.

Respecto al ‘mortis causa’ (por causa de muerte), en la empresa individual si el negocio heredado se transmite de un heredero a otro, no se pierde el beneficio fiscal; y en la participación en entidades (acciones), el requisito de que haya labores directivas de la familia en la entidad se puede cumplir en el año del fallecimiento o en el año natural anterior. De este modo, se protege la acumulación de fondos en la entidad para realizar inversiones empresariales a medio y largo plazo (hasta 10 años), considerando esos activos financieros como empresariales.

En lo referente a ‘inter vivos’ (entre vivos), en cuanto a la empresa individual el requisito de que estuviera exenta en el Impuesto sobre el Patrimonio se puede cumplir en alguno de los dos años naturales anteriores a su transmisión. Por su parte, en la participación en entidades se rebaja la edad del donante a 60 años y no se obliga a que deje de ser directivo. Así, se profundiza en el incentivo del cambio generacional, exigiendo que el beneficiario se involucre en la gestión de la empresa.

El objetivo principal de esta medida es facilitar la transmisión de empresas familiares, tanto en vida (donaciones) como por herencia, proporcionando un alivio fiscal significativo. Esto busca asegurar la continuidad de las empresas familiares, protegiendo el empleo y contribuyendo a la estabilidad económica regional.

Reconocer los pactos sucesorios

Asimismo, la nueva ley reconoce expresamente que los pactos sucesorios de presente, una figura jurídica propia del Derecho civil aragonés y ajena al derecho común, generan una transmisión ‘inter vivos’ con efectos fiscales específicos. Este marco había generado algún conflicto cuando termina en los juzgados, por lo que ahora se protegen expresamente. “Esto es una reivindicación histórica que se debería haber hecho hace tiempo. Conseguimos darle estabilidad a la sucesión de grandes, medianas y pequeñas empresas”, ha expresado el consejero de Hacienda, Roberto Bermúdez de Castro.