Pau Sans, jugador del Real Zaragoza Real Zaragoza
Solo con Saidu no basta: el Real Zaragoza empata ante el Valladolid y sigue sin conocer la victoria
Dani Gómez adelantó a los zaragocistas en el minuto 60, pero el Valladolid empató 'ipso facto' para firmar un insuficiente reparto de puntos.
Más información: Así hemos vivido el partido entre Real Zaragoza y Real Valladolid
Otro empate que vale de poco para el Real Zaragoza. El equipo de Gabi sigue sin saber lo que es ganar en los cuatro partidos de Liga después de rascar un empate a 1 ante el Valladolid, uno de los gallitos de la categoría, pero que apenas necesitó tres minutos para quitar la alegría de los blanquillos tras el gol de Dani Gómez. Saidu volvió a ser el alma del equipo, pero solo un chaval de 20 años no es suficiente para sumar tres puntos que empiezan a urgir.
Gabi Fernández introdujo cuatro novedades en su once para intentar conseguir la primera victoria de la temporada. El técnico dio entrada a Pomares en el lateral zurdo, llevó al doble pivote a Saidu y renovó su ataque con Paulino, Pau Sans y Dani Gómez ante un Valladolid que todavía no había encajado ningún gol. Los pucelanos repitieron el equipo que empató a cero ante el Córdoba la semana pasada.
Pero pronto se torcieron los planes de Gabi. Radovanovic hizo saltar las alarmas cuando apenas llevaban tres minutos de juego al recibir un golpe en la cabeza al intentar despejar un balón aéreo, quedando tendido en el suelo durante unos minutos. El central se recuperó y salió del campo por su propio pie, pero tuvo que ser sustituido por uno de los debutantes, Paul Akouokou, llevando al joven Saidu de nuevo al centro de la defensa.
La larga pausa para atender a Radovanovic frenó cualquier intento de que el partido comenzara con ritmo. El equipo de Gabi intentaba llevar el mando del partido, pero no conseguía ni hacer cosquillas a un Valladolid al que le bastaba con defender ordenado. Los pucelanos trataron de generar peligro en alguna contra, pero un potente Saidu conseguía desbaratar todos los acercamientos.
El partido se iba haciendo largo y tedioso, sin áreas, sin acercamientos y con poco que llevarse a la boca. Solo las protestas a las continuas faltas que pitaba Sánchez Villalobos y el discutido criterio de repartir tarjetas -Pau Sans e Insua para los blanquillos y Biuk para los pucelanos- han calentado el ambiente en las gradas, porque, si fuera por fútbol, poquito. Una internada de Sebas Moyano sin remate fue lo único parecido a una ocasión de peligro para los zaragocistas.
Segunda parte
La segunda mitad comenzó con un cambio en el Real Valladolid, con Delgado sustituyendo a un Latasa que había arrastrado problemas físicos durante los primeros 45 minutos. Juric puso el primer tiro a puerta con un lanzamiento lejano que tuvo que detener Adrián Rodríguez en dos tiempos, lanzándose al suelo para evitar que Delgado llegara al rechace.
Pero de repente llegaron los goles de la nada. Dani Gómez adelantó al Real Zaragoza ‘a lo Juan Palomo’, robando en la frontal, recortando en el área y fusilando a Guilherme -y viendo la tarjeta amarilla por celebrar el gol quitándose la camiseta-. Poco dura la alegría en casa del pobre, y menos en la del Zaragoza. Meseguer, que había salido en la foto del gol local, remató de tacón un centro lateral al área pequeña y devolvió el empate al marcador apenas tres minutos después.
Gabi respondió con un doble cambio, dando entrada a Francho y Kenan Kodro por Paulino y Pau Sans, que apenas habían participado en ataque en el resto del partido -como todo el equipo-. El partido volvió a entrar en una fase soporífera, con el Valladolid de nuevo dando por bueno el empate y el Zaragoza incapaz de generar por sí solo peligro a la defensa pucelana.
Marcos Cuenca, recién entrado tras la pausa para la hidratación, tuvo la oportunidad de adelantar de nuevo al Zaragoza con un centro que se envenenó tras tocar en un defensa y que obligó a Guilherme a sacar una mano casi milagrosa. Respondió Delgado con un remate de cabeza, cogiéndole la espalda a la defensa, que no dirigió a portería.
El tramo final encendió los ánimos entre la afición intentando llevar a su equipo a por la victoria, pero ni por esas. El Zaragoza volvió a quedarse corto en ataque y sin cerrar su portería una vez hizo lo más difícil, aprovechar el regalo del Valladolid para adelantarse en el marcador, pero otro despiste “marca de la casa” de la defensa evita que los tres puntos se queden en casa.