Conchi Muñoz y su equipo de churrería Mil Amores

Conchi Muñoz y su equipo de churrería Mil Amores E. E.

Zaragoza

Conchi y su churrería que lleva 13 años endulzando las Fiestas del Pilar: "Zaragoza es como nuestra segunda casa"

La churrería Mil Amores ubicada junto al Mercado Central no se pierde los días grandes de la capital que suponen un gran impulso a su economía.

Más información: Las floristerías de Zaragoza encaran su gran semana: "La gente viene a última hora, incluso el día de la Ofrenda"

Zaragoza
Publicada

De Castellón a Zaragoza ininterrumpidamente para pasar las Fiestas del Pilar. Este es el recorrido que hacen como un reloj desde la churrería Mil Amores desde hace ya trece años y en esta nueva edición no podía ser menos. A principios de octubre se instalaron en su rincón habitual al lado del Mercado Central y se podrán probar todos los tipos de churros y buñuelos que ofertan durante todo el mes.

Conchi Muñoz está detrás de este negocio desde hace 30 años ubicado en Castellón, así admite que desde el primer minuto Zaragoza los acogió "con los brazos abiertos": "La verdad es que año tras año estamos súper bien y agradecidos con todos", alaba.

Y es que el año pasado ya confesó a este diario que para ellos estos días suponen un trabajo sin parar, aunque con tantos años de experiencia admite que "no hay mucha diferencia de un año a otro", pero que de todos ellos se lleva un aprendizaje: "Te organizas de diferente manera, y creo que cada año van saliendo mejor".

Por ejemplo, del año pasado a este ha cambiado la distribución de algunos de sus productos lo que ha conllevado un impulso para su venta: "Ahora los churros rellenos de sabores se han convertido en los productos estrella de estas Fiestas del Pilar", reconoce.

A lo que también se ha tenido que adaptar es a la variedad de sabores y las tendencias. Así, además de los tradicionales como el chocolate cuenta con rellenos de oreo, lotus o dulce de leche que han supuesto "todo un acierto".

Para que salga adelante la gran cantidad de volumen de trabajo, la acompaña una comitiva de 14 trabajadores que realizan turnos de mañana, tarde y noche para mantener la churrería abierta de 5.00 a 3.00 sin parar. Sin embargo, eso no es sinónimo de parar la producción, sino que es tiempo para que algunos de ellos preparen el género para tenerlo listo para la hora de apertura: "Es un trabajo de no parar y casi no descansar".

A pesar de estar en los días grandes de Zaragoza, Conchi reconoce que entre semana "está yendo flojo": "Se nota que el festivo ha caído en fin de semana y los coles están abiertos y hay menos movimiento". Aunque con una sonrisa mientras repone el mostrador mantiene la esperanza en los últimos días: "Esperamos que el fin de semana estemos a tope". Aunque si bien aclara que el primer fin de semana ha ido "muy bien".

Entre subidas y bajadas de afluencia, este negocio mantiene su clientela fija año tras año, lo que ha convertido que algunos de ellos se conviertan en amigos con citas indiscutibles cada vez que vienen o ya reconocer más de una cara de algún cliente porque "nunca falla y vienen a visitarnos".

Así, este año vuelven a partir rumbo a Castellón el 2 de noviembre tras un mes instalados en la calle César Augusto con esquina con la calle Manifestación. Aunque eso no significa que ellos se vayan de Zaragoza.

La churrería Mil Amores desde este pasado diciembre tiene instalado un puesto en el centro comercial de Puerto Venecia. En verano con el calor se convirtió en heladería y ahora con la vuelta del frío volverán a llevar sus delicias de churros al famoso centro comercial de Zaragoza.

La capital aragonesa no es la única ciudad que recorren con el montaje a cuestas sino que llegan hasta Bilbao, Pamplona o Valencia durante las fiestas de cada ciudad.