Un autobús urbano, en pleno centro de Zaragoza.

Un autobús urbano, en pleno centro de Zaragoza. E.E Zaragoza

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La negociación a contrarreloj de los trabajadores del bus y Avanza: huelga, pliegos y otras claves del conflicto

El conflicto del autobús urbano en Zaragoza sigue en un punto crítico, aunque con un leve resquicio para el entendimiento.

Más información: La huelga del bus en Zaragoza se suspende hasta el jueves: Avanza y los trabajadores están "más cerca" de un acuerdo

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El conflicto del autobús urbano en Zaragoza sigue en un punto crítico, aunque con un leve resquicio para el entendimiento. Así lo aseguraron desde el comité de trabajadores tras la última reunión con Avanza en un comunicado donde señalaban que, aunque el acuerdo de convenio colectivo no está cerrado todavía, "se sigue avanzando" en una negociación a contrarreloj.

El tiempo se agota. No solo por la amenaza de huelga inminente entre los conductores, que finalmente comenzará el próximo jueves como prueba de "buena fe negociadora", sino las prisas para llegar a los nuevos pliegos del bus, que tienen que salir este mes de septiembre.

Y, es que, pese a la prórroga del Ayuntamiento, que inicialmente les dio hasta el 5 de septiembre para llegar a incluir el preacuerdo en el nuevo contrato, la institución ya "no puede esperar más". Así lo expresó este lunes la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, quien aseguró confiar en que "en estos tres días" sean suficientes para que se finalice la negociación y para que el grupo de trabajo pueda introducir esos cambios a tiempo.

Unos plazos que cumplir

El problema es que el Consistorio tiene "unos plazos que cumplir", establecidos por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) tras la sentencia que obligó a sacar un nuevo concurso del contrato de transporte urbano. Recapitulando brevemente, el contrato anterior quedó desfasado en 2023, pero el Ayuntamiento prorrogó la concesión a Avanza y fue recurrido judicialmente.

Y, ahora, desde la plaza del Pilar tienen la obligación de sacar, sin más demora, los pliegos este mes de septiembre. Por eso mismo, una vez se agotó el tiempo inicial, el papeleo ha seguido su curso este lunes en una reunión del grupo técnico de trabajo y, según señalan desde el Consistorio, el nuevo contrato ya está pendiente de "los últimos informes".

El problema es que, sin un preacuerdo, estos saldrán adelante con el convenio actual, sin reflejar las demandas laborales de los trabajadores (tanto económicas como sociales), incluyendo la deuda del IPC de 2024. Algo que, de cerrarse sin todos los detalles, sería desfavorable para todas las partes.

De ahí las esperanzas de que, en estos días, empresa y trabajadores acerquen posturas tras más de 20 meses de negociaciones infructuosas. Y, aunque sería 'in extremis', de cerrar un nuevo convenio antes del jueves estarían todavía a tiempo de incluirlo en los pliegos, según fuentes municipales. "A contrarreloj", eso sí.

Más presión

Mientras tanto, el comité de empresa mantiene (y suma) más presión con la huelga programada, aprobada en referéndum por un estrecho margen (13 votos de diferencia). He aquí otro factor importante: dos de los sindicatos que conforman el comité se han mostrado abiertamente en contra de estos paros.

Tanto CUT como Sattra aseguraron que se trataba de una huelga "ilegal" y expresaron sus intenciones de impugnarla huelga ante los tribunales por haberse "incumplido" los plazos legales y el procedimiento establecido, ya que la convocatoria "no contaba con un acta firmada y aprobada".

Sin embargo, la decisión de la plantilla ratificó la convocatoria que podría comenzar este jueves y alargarse hasta Pilares. Por el momento, ambas partes volverán al SAMA este martes con la intención de poner fin al conflicto cuanto antes.