Varios vecinos paralizan un desahucio en Zaragoza. E.E
Paralizan dos desahucios en el centro de Zaragoza en una misma mañana: "Gracias a Dios, no se quedan sin hogar"
La presión mediática y vecinal ha logrado paralizar ambos desahucios en el barrio de El Gancho, en Zaragoza.
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Final feliz para dos familias en Zaragoza. El juez ha paralizado temporalmente dos desahucios en un céntrico barrio de Zaragoza, que estaban previstos para este lunes, ante la fuerte presión mediática y vecinal que se ha concentrado en estas calles desde primera hora de la mañana.
En primer lugar, Samantha, de 28 años, iba a ser desahuciada de su casa junto a sus dos hijos por mantener una deuda de unos 18.000 euros con el propietario, que también tiene otras 6 viviendas y algún local en el barrio. La casa se ubica en la calle Mayoral, en el barrio de El Gancho.
Numerosos vecinos paralizando un desahucio en Zaragoza. E.E
Samantha había solicitado la vulnerabilidad al juez para evitar perder su casa, alegando ser víctima de violencia de género y no tener unos ingresos suficientes para tener una vida digna. Sin embargo, en un primer momento, se le había denegado esa posible vulnerabilidad, al contar con un trabajo como auxiliar de enfermería.
Pese a estar dispuesta a pagar la renta, el juez había programado el desahucio para este lunes, a las 10:45. Desde primera hora, numerosos vecinos, amigos y ciudadanos, organizados por el Sindicato de Inquilinas, se han acercado a intentar proteger la vivienda.
Samantha (primera por la izda) acompañada de amigos y vecinos. E.E
Unos minutos después de la hora prevista, un policía ha notificado a Samantha la paralización del desahucio hasta el 24 de septiembre. Mientras, esta familia gana tiempo para negociar con los propietarios el pago de una renta de 350 euros y la amortización de la deuda.
Los numerosos vecinos que se han acercado hasta este céntrico barrio han celebrado la noticia como una victoria. “Gracias a Dios, una familia no se queda sin hogar”, cuenta una conocida.
Un segundo desahucio paralizado
Prácticamente al mismo tiempo, Manuel, su mujer y sus cuatro hijos también estaban siendo desahuciados de su casa de la calle San Pablo, a unos 50 metros de la casa de Samantha. De hecho, desde el Sindicato de Inquilinas desconocían la situación que estaba viviendo esta familia, pero, en cuanto se ha certificado la paralización del desahucio de Samantha, todas las personas que estaban tratando de ayudarla se han trasladado a San Pablo para colaborar con Manuel.
Cordón policial en la calle San Pablo, de Zaragoza
Tras unos minutos de tensión con la Policía, incluso formando dos cordones para que nadie se acercara al inmueble, la comitiva judicial salía escoltada de la casa y permitía que toda la familia se quedara viviendo ahí, al menos hasta el 29 de septiembre.
En ese momento, todos los desplazados ahí han vuelto a celebrarlo como un "flagrante éxito", al lograr paralizar los dos desahucios en menos de una hora. "Hemos ganado", gritaba Teresa, portavoz del Sindicato de Inquilinas que ha apoyado a ambas familias desde primera hora.
