Imagen de archivo de la campaña de recogida de cereza

Imagen de archivo de la campaña de recogida de cereza DGA

Zaragoza

El pueblo de Zaragoza que dispara su población con la llegada de temporeros: "Estamos desbordados"

Caspe afronta la campaña de recogida de cereza y albergue con el foco puesto en mejorar su seguridad.

Más información: El problema de los pueblos de Aragón ante la llegada de miles de temporeros: "No tenemos vivienda para todos"

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En plena campaña de recogida de cerezas, los pueblos de Aragón se suman en la incesante tarea de reorganizarse para hacer frente, no solo al aluvión de trabajo que atañe la madurez de las cerezas, sino también a la llegada masiva de trabajadores a sus zonas. Si un mes antes de que comenzara la temporada, La Almunia de Doña Godina admitía a este periódico tener un problema ante la falta de vivienda por el aterrizaje de miles de personas. En el caso de Caspe, su regidora, Ana Jarque, pone el foco de atención en la seguridad.

Tal y como expresa, se espera una campaña "excelentemente buena" que espera superar con creces los kilos recogidos el año anterior. El buen estado de las cerezas evoca que se esperen 5.000 temporeros o más, que como la edil aclara en tema de vivienda están cubiertos gracias a las naves habilitadas por los agricultores. Tan solo el año pasado, acogieron 3.700 temporeros.

Lo complicado para este municipio zaragozano viene en tema de seguridad. Caspe ya ha sido más de una vez noticia en estos últimos meses por la sucesión masiva de robos en establecimientos que puso en jaque a la localidad. Aunque tal como afirma Jarque, tras la detención en marzo del presunto principal autor de los robos, un hombre de nacionalidad marroquí, y otras dos personas implicadas, la situación se encuentra más relajada. La llegada de esta población flotante vuelve a poner en máxima alerta a la corporación municipal y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

"Estamos pendientes de una junta de seguridad local que será el 19 de mayo, es tarde, con plena campaña ya empezada, pero nos servirá para organizarnos", explica Jarque a este diario. De esta manera, mientras la campaña lleva escasa una semana de floración con la llegada poco a poco de esa población, la corporación municipal ya se encuentra trabajando en coordinación con la Policía Local y la Guardia Civil para la protección del municipio.

Así, afirma que ya se comienza a ver "mucha gente por las calles" lo que ha supuesto pedir refuerzos en patrullas de la Guardia Civil y tener su plantilla de Policía Local "al 100%" con sus 12 agentes a pie de calle. La presencia policial y de extraños no supone una ruptura en la rutina de los caspolinos ya que como su alcaldesa señala "llevamos más de 20 años siendo referente" en la recogida de cerezas y albaricoques: "Se respira convivencia y respeto".

De población flotante a fija

La exposición internacional ha supuesto que sean de los municipios que más personal recoja. Aunque como bien su nombre indica, los temporeros van y vienen solo para las campañas de recogida de fruta. Sin embargo, Caspe está viendo una transformación en este sistema y muchos de los que acudían en campaña de recogida, ahora forman parte todo el año del pueblo.

"Las facilidades que está dando nuestro gobierno de reagrupaciones familiares y asentamiento poblacional está provocando que muchas familias o muchas personas se estén quedando", expresa Jarque. Aunque lamenta que "durante el invierno viven de ayudas": "Es muy triste, pero es así. Luego en los meses de campaña, trabajan".

Para abogar por el asentamiento y crecimiento en el pueblo, desde el consistorio están poniendo una serie de requisitos para empadronarse. Así, mantienen un riguroso control. Según enumera la regidora, no puede haber más de siete personas por referencia catastral, "con permiso y autorización del propietario de la vivienda". Además, se requiere que un funcionario de la Administración, en este caso la Policía Local, haga un informe "favorable" de que esa vivienda sea "adecuada" para la estancia de esas personas.

El incremento porcentual de la población del municipio ha supuesto que aparezcan ciertas carencias. Tal y como detalla, hay una falta de servicios que provoca "ir desbordados todo el año": "No nos dotan del mayor personal médico, ni el grupo de guardias en Guardia Civil, ni se incrementan los profesores para educar y, sobre todo, no se dota de personal para inmersión lingüística para facilitarles la adaptación", denuncia Jarque.

Ocho okupaciones

Aunque como ha señalado, en el municipio no existen grandes problemas de vivienda. El municipio ha vivido en este último año ciertos problemas de okupación mediante un grupo itinerante que iba moviéndose por Caspe okupando casas, llegando a okupar hasta ocho viviendas.

De la mano de la Guardia Civil, Policía Local, vecinos y consistorio aúnan esfuerzos para evitar la okupación. Así, si una vez se les notifica de que han entrado en una vivienda intentan poner trabas para que eso no vuelva a ocurrir: "Hablamos con el propietario para notificarle y así proceder", detalla. De esta manera, han llegado a subir muros más altos o tabicar puertas para dificultar la entrada a los okupas.