
Zaragoza recuerda a las víctimas del Holocausto. Ayuntamiento de Zaragoza
Una memoria eterna: Zaragoza recuerda a las víctimas del Holocausto en el 80 aniversario de la liberación de Auschwitz
Cada 27 de enero se celebra el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto.
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Es justo y digno no olvidar la historia. Por eso, Zaragoza ha vuelto a rendir homenaje a las víctimas del Holocausto, un acto que tiene lugar cada año en el Cementerio de la ciudad. En esta ocasión, para prevenir de inclemencias meteorológicas, el homenaje se ha celebrado en el propio Ayuntamiento de Zaragoza. Cada 27 de enero se conmemora el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto y este 2025 se cumplen 80 años de la liberación de Auschwitz Birkenau.
La conmemoración se ha iniciado con la interpretación de una pieza musical de la película “La lista de Schindler” al violonchelo por Nuria Gañet. Más tarde, también ha contado con un minuto de silencio en memoria de las víctimas y el rezo de la oración judía “Señor misericordioso” por los representantes de la comunidad judía y de un responso católico.
El emotivo acto ha estado presidido por la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, y ha contado con la presencia de Pilar Sanz Briz, hija de Ángel Sanz Briz, diplomático zaragozano que salvó la vida de numerosos inocentes durante aquellos años. También con uno de los supervivientes de la barbarie, Zvi Wszlamowicz.
“Al recordar el Holocausto, y no hay día que no lo recuerde, pienso cómo el ser humano pudo hacer esta atrocidad”, comenzaba su intervención Pilar Sanz Briz. “Gracias a Dios hubo gente como mi padre que luchó contra esa barbarie”, añadía.
Zvi Wszlamowicz, es un testimonio vivo del Holocausto. Nació en Bélgica en 1942, y aunque no fue preso, ni terminó sus días en un campo de concentración, sí fue el caso de su madre.
“Se la llevaron cuando yo tenía 5 meses de edad. Murió en la cámara de gas. No conocí a mi mamá. Mi único conocimiento son unas fotos grises. No tenemos fecha de su muerte, no pudimos hacerle ningún acto, no hay tumba. El único recuerdo es su nombre clavado en un monumento en Bruselas, con otros 30.000 nombres”, contaba el belga transmitiendo su dolor.
Obligación del recuerdo
Por su parte, Natalia Chueca expresaba que se trata de “una obligación” honrar la memoria de las víctimas del Holocausto, la mayor barbarie de la humanidad. A través de su recuerdo, se mantiene viva la voz de las víctimas, se recuerdan sus nombres y sus rostros, pero a su vez cumple con el deber de contarle al mundo el horror vivido para garantizar que no vuelva a pasar a lo largo de la historia.
“Renovamos así nuestro compromiso con la memoria y rendimos homenaje a las víctimas que se enfrentaron al horror y a la persecución, un dolor que aún resuena en nuestros corazones”, ha manifestado Chueca.
“Fue una tragedia para toda la humanidad, en un oscuro episodio en el que también surgieron héroes que arriesgaron todo para salvar vidas, como nuestro valiente Ángel Sanz Briz, conocido como el Ángel de Budapest, que salvó más de 5.000 judíos de un destino atroz”, continuaba.
“En la conmemoración de este 80 aniversario debemos hacer una reflexión profunda sobre el odio, el racismo y la intolerancia que todavía encuentran eco en nuestro mundo actual”, expresaba la alcaldesa, que defendía que Zaragoza es un ejemplo de ciudad “defensora de los valores democráticos”.
Como cierre, se han encendido seis velas en recuerdo a los seis millones de personas asesinadas en los guetos, en los bosques y en campos de exterminio; del millón y medio de niños judíos asesinados; de los miembros de las diferentes minorías que padecieron la barbarie; de toda forma de resistencia y en honor a quienes poniendo en riesgo sus vidas, salvaron a miles de perseguidos; en honor a los supervivientes del Holocausto que fueron capaces de rehacer sus vidas; y como preservación de la memoria de las víctimas del Holocausto, por la ineludible responsabilidad de rechazar el odio, combatir la indiferencia y elevar los principios de la convivencia y de la vida misma.
Además, en el Ayuntamiento ha estado presente, como símbolo, un árbol arce que posteriormente se plantará en el espacio ajardinado en el Cementerio de Torrero en memoria de Ángel Sanz Briz.
En el homenaje ha participado el consejero de Urbanismo, Infraestructuras, Energía y Vivienda, Víctor Serrano y ha contado con la presencia de los distintos colectivos perseguidos y víctimas del Holocausto, así como la Asociación Justos de las Naciones, la Universidad de Zaragoza y representantes de los Grupos Municipales.