Un bar de Huesca, durante los almuerzos del día 9 de agosto. En imágenes de archivo.

Un bar de Huesca, durante los almuerzos del día 9 de agosto. En imágenes de archivo. E.E Huesca

Huesca

Una camarera de Huesca, sin rodeos sobre trabajar en San Lorenzo: "En cinco días ganamos lo que en un mes"

La hostelería y el ocio nocturno oscense se prepara para los mejores días del gremio en la ciudad.

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Zaragoza
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Quedan pocos días para que llegue la mejor semana de Huesca, San Lorenzo, y la ciudad ya huele a albahaca. Los ciudadanos se preparan para unas intensas jornadas de alegría, jolgorio y bailes con los amigos. Aunque no son los únicos, la hostelería, que durante estos días ve, vive y siente los festejos desde la barra, también se prepara para los días grandes de su gremio en la capital oscense.

Trabajar en las fiestas de San Lorenzo es, para muchos jóvenes de Huesca, una oportunidad única. Así lo asegura una camarera de 25 años, que resume la experiencia sin rodeos: "Trabajas cinco días y uno te lo dan libre, y prácticamente te ganas el dinero del mes. Encima estás de fiesta y te lo pasas bien", asegura María Sánchez, quien señala que ya ha vivido la fiesta tras las barras durante tres años.

"El ambiente es increíble"

Según explica, vivir San Lorenzo desde el otro lado le ha permitido -y enseñado- disfrutar de otra manera de la semana grande de Huesca. "Para mí ha sido lo mejor que he podido hacer. Meterme detrás de una barra con el ambiente de la fiesta es increíble", comenta.

Aunque reconoce que el día 9 de agosto, con el chupinazo, puede llegar a ser una jornada de casi 24 horas de trabajo, afirma que se vive con entusiasmo y que “no te enteras de las horas". "Ves a todo el mundo pasar, vienen tus amigos, te saludan otros… Es increíble", asegura.

Además, subraya que el equipo de trabajo es fundamental. "El ambiente con los compañeros hace mucho. Si te toca un buen grupo, todo es más llevadero", señala.

También compara su experiencia en el ocio nocturno de la ciudad. "No es lo mismo trabajar dentro de un bar por la noche, con gente entrando a cuentagotas, que ver una plaza llena, gente por todas partes, euforia, música… El día del chupinazo te llueve vino, melones, huevos… de todo", relata entre risas.

"Es otra historia"

Para esta joven, las fiestas suponen un punto de encuentro único porque, asegura, "no es como un sábado cualquiera". "En San Lorenzo ves a todo el mundo, y además mucha gente viene de fuera. Es otra historia", añade.

Así, trabajar en San Lorenzo no solo es una forma de ingresar dinero rápidamente, sino también de vivir la fiesta "desde dentro", en un ambiente que, para esta joven y otros muchos, no se puede comparar con ningún otro momento del año.