Fachada del Edificio Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón. E. E.
Aragón se enfrenta a cuatro meses de incertidumbre por la parálisis electoral: así será el camino hasta el nuevo Gobierno
El Ejecutivo podrá trabajar con normalidad hasta el 8-F, pero tras las elecciones estará limitado a la gestión ordinaria.
Más información: Aragón irá a elecciones el 8 de febrero: Azcón disolverá el lunes tras fracasar la segunda reunión con Vox para los Presupuestos.
Aragón se enfrenta a cuatro meses de incertidumbre por la parálisis electoral. La disolución anticipada de las Cortes que firmará este lunes Jorge Azcón y que se publicará mañana martes en el Boletín Oficial (BOA) dejará huérfanas leyes tan importantes como la de Vivienda.
En el pleno del próximo día 18, que ya no se celebrará, también estaba prevista la convalidación del decreto-ley de medidas para la prevención y lucha contra la peste porcina africana en Aragón y de otro de medidas urgentes en materia de retribuciones en el sector público de Aragón.
El propio Gobierno alertaba antes de verse sin posibilidades de acuerdo con Vox del riesgo que corría la Comunidad en caso de ir a elecciones anticipadas, un escenario que quería evitarse a toda costa tras los 70.000 millones de euros de inversión captados en los dos últimos años.
Aragón presumía hasta hace no mucho de estabilidad, pero sin presupuesto por segundo año consecutivo, la Comunidad se adentra en terrenos hasta ahora inexplorados: las primeras autonómicas anticipadas de su historia, que podrían alterar el juego de las mayorías si se cumplen las encuestas y el PP puede sumar con Aragón-Teruel Existe o incluso con el PAR si logra mantener su representación en el Parlamento.
Llegados a este punto, ¿qué podrá y qué no podrá hacer el Gobierno a partir de mañana? ¿Y una vez que se celebren las elecciones?
Que se disuelvan las Cortes no quiere decir que el Ejecutivo pase a estar en funciones. Esa 'coletilla' no se aplicará hasta el día después de los comicios, según aclaran desde el Pignatelli.
Esto quiere decir que, hasta el 8-F, el Gobierno podrá seguir actuando "con normalidad". Esto no quita para que en las últimas horas se hayan visto movimientos 'anómalos' tratando de anticipar decisiones al adelanto electoral.
Ocurrió, por ejemplo, con la mudanza de la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión (CARTV) a la Expo. El Consejo la aprobó en sesión extraordinaria este pasado miércoles, una semana antes de la reunión ordinaria del mes de diciembre.
De haber esperado, el órgano, en el que están representados todos los partidos de las Cortes, habría quedado en funciones y no podría haber tomado decisiones ejecutivas, congelando durante meses el proyecto, en el que se invertirán más de 22 millones de euros.
Tras el 8-F, "solo gestión ordinaria"
A partir del 8 de febrero, el Gobierno, ya en funciones, solo podrá llevar a cabo asuntos de trámite. Es decir, gestión ordinaria; nada que implique gastos que estén fuera del presupuesto o de las partidas plurianuales recogidas en las cuentas de 2024, que tendrán que volver a prorrogarse el próximo 1 de enero.
"En tiempos de elecciones, nadie se atreve a mover un papel", sintetizaban desde el Ejecutivo esta semana de ronda de contactos. Y esto afecta directamente a permisos, autorizaciones...
Tras el 8-F se abrirá un periodo de un máximo de 30 días para formar las nuevas Cortes de Aragón. En esas cuatro semanas se tendrá que elegir tanto la nueva Mesa como al nuevo presidente o presidenta de la Cámara.
Una vez que esto ocurra habrá otro plazo de dos meses para armar el Ejecutivo, que podrá gobernar hasta 2030, una legislatura completa de cuatro años.
Esto quiere decir que, en el mejor de los casos, la 'normalidad' podría volver a Aragón entre abril y mayo, aunque los plazos podrían alterarse, para bien o para mal, si hubiese una mayoría absoluta o si resultase imposible formar Gobierno.
¿Presupuesto tras las elecciones?
Quien gane las elecciones tendrá que gobernar con el presupuesto aprobado por PP y Vox en 2024. ¿Podría haber uno nuevo después de la cita con las urnas?
Haya o no una mayoría absoluta, la tramitación parlamentaria requiere sí o sí de entre mes y medio y dos meses, lo que quiere decir que, como pronto, estaría bien entrado el verano.
No es descabellado pensar, por tanto, que el nuevo Ejecutivo centre sus esfuerzos en las cuentas de 2027, dado que aprobar unas nuevas a mitad de 2026 podría ser incluso contraproducente, tal y como venían repitiendo desde el Gobierno aragonés desde la 'negociación interrumptus' con Vox por el fallido presupuesto de 2025.