Un obrero.

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Gustavo, víctima de explotación laboral en la obra: "Me pagaban 50 euros por 14 horas trabajando todos los días"

Según el último informe realizado por UGT, 85 personas han sido víctimas de explotación laboral durante este 2025.

1 de cada 4 víctimas son hombres, el perfil mayoritario son mujeres jóvenes procedentes de Centroamérica.

Más información: La explotación laboral se dispara en Aragón con 85 víctimas: las mujeres jóvenes migrantes las más castigadas

Zaragoza
Publicada

Gustavo -nombre ficticio- llegó a España hace tres años con el fin de conseguir un futuro mejor y poder enviarle dinero a su familia tras abandonar Colombia. Sin embargo, la realidad que se encontró fue otra, ya que tras instalarse en Zaragoza y con los papeles aún por regularizar terminó trabajando en la reforma de viviendas, lo que derivó en una explotación laboral durante un año.

Según el último informe 'Explotación laboral en Aragón' por UGT, este es uno de los sectores en los que menos casos ha habido, con hasta tres víctimas en el último año. Los hombres representan 1 de 4 víctimas ya que se concentran principalmente en mujeres jóvenes dentro del cuidado de los mayores. Aunque recalcan que es una casuística que sucede y hay que denunciar.

En conversación con EL ESPAÑOL DE ARAGÓN, Gustavo relata las condiciones en la que le hacían trabajar: "Ganaba 50 euros diarios, pero trabajaba 14 horas diarias. Era algo de casi todos los días, incluso hasta domingo en muchas ocasiones". Así, apenas llegaba a descansar un día a la semana "y si era posible".

Este hombre reconoce que la necesidad es lo que le llevaba a aceptar esas condiciones de horas larguísimas y pagas en negro porque "necesitaba el dinero porque tenía deudas y dinero que dar a mi familia".

El tiempo fue pasando y las condiciones iban empeorando: "Iba teniendo más responsabilidades y a los cinco meses pedí que me subiera el sueldo y me dijo que no porque ya suficiente hacía con darme trabajo", cuenta sobre su jefe.

Este hombre procedente de Colombia carecía de permiso de trabajo al carecer de los papeles de residencia en regla: "Me tocaba aceptar lo que había y me tocó seguir así", lamenta.

Sin embargo, intentó cambiar su situación gracias a un arraigo de formación que le permitiría, gracias a un curso, conseguir el permiso de trabajo. A través de este método, tras finalizar el curso necesitaría de un contrato de trabajo. Una oferta que en un inicio le presentó a su jefe y apuntaba que lo haría.

Finalmente, los planes no salieron así, ya que no le quiso ayudar, lo que terminó derivando en malos tratos: "Se olvidó de mí, me ignoraba las llamadas y mensajes y llegó a un punto que me terminó bloqueando".

La cosa empeoró ya que su jefe cortó todo contacto con él cuando le debía más de mil euros por su jornada laboral. Esto terminó siendo un punto de inflexión para Gustavo, que decidió dar un paso adelante y denunciarlo a la inspección de trabajo.

"Tenía muchas pruebas y el abogado me dijo muy convencido que podríamos hacer algo para recuperar todo", cuenta. Así terminó siendo, ya que tras un "largo" proceso judicial, ambas partes llegaron a un acuerdo y su jefe tuvo que indemnizarle.

"Cuando empecé a trabajar yo no sabía que tenía derechos laborales lo que derivó también en que aceptara todo", admite. Tras meses después de lo ocurrido cuenta contento que ya se encuentra en situación regular con un trabajo estable y con buenas condiciones tras todo lo sufrido.