Los pueblos de la ribera del Huerva tras las tormentas
La CHE alerta sobre la llegada de "más escenarios extremos": "Hay que estar preparados para esta nueva realidad"
La Confederación ha hecho balance del año hidrológico que acaba de finalizar con un superávit de precipitaciones y marcado por las grandes tormentas.
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La concatenación de tormentas y avenidas extraordinarias a lo largo del año hidrológico se han ido sucediendo casi sin descanso y obligando la máxima activación de la Confederación Hidrográfica del Ebro. Según el balance sobre el año ya acabado presentado este viernes, han sido cuatro eventos de gran magnitud los que han destacado.
"Cada vez ocurren escenarios más extremos para los que hay que prepararnos", ha recalcado Miguel Ángel Vera, jefe de la Oficina de Planificación Hidrológica de la Confederación Hidrográfica del Ebro. A lo que ha añadido: "Tenemos que mejorar y continuar con los sistemas de detección temprana, transmisión de avisos, protección de la ciudadanía. Hay que seguir trabajando".
El año hidrográfico comenzó con la dana del 29 de octubre. Aunque como bien ha señalado la jefa del Sistema Automático de Información Hidrológica, SAIH Ebro, Esther Ruiz Durán, no tuvo daños significativos en comparación con lo ocurrido en Valencia, sí tuvo "mucha incidencia" en la Cuenca del Ebro con la llegada de 6.000 hectómetros cúbicos. Además, afectó a las cabeceras de los ríos Piedra y Mesa, así como a las del Guadalope con daños materiales.
También destacan las tormentas del mes de junio con 43 hectómetros cúbicos en la margen izquierda en el río Cámaras. Así se registraron caudales muy importantes en el río Cámaras y Aguasvivas en el 500 y 600 metros cúbicos por segundo "con múltiples daños".
El último de gran envergadura fue el ocurrido en la última semana en la cuenca del Huerva y el Bajo Ebro a causa del exhuracán Gabriel que derivó en una avenida con inundaciones en los municipios de la ribera del Huerva y se elevaron el nivel naranja por la situación de los barrancos desde la CHE.
No ha sido la única situación extrema ya que el apagón del pasado 28 de abril tuvo repercusiones a nivel hidrológico: "La Confederación tuvo la infraestructura hidroeléctrica para recuperar ese 0 total con las centrales estratégicas de la cuenca", ha destacado Vera.
Proyectos en marcha
Ante todas las avenidas, la CHE sigue trabajando en actuaciones en los cauces de los ríos. A lo largo del año, se han concentrado en el proyecto Ebro Resilience en el eje medio del Ebro. Sin embargo, las de mayor importancia se centran en la atención a las emergencias provocadas por las diversas danas en el río Piedra y cuenca del Aguasvivas, entre otros.
Por su parte, los trabajos en los embalses también siguen aunque desde la Confederación resaltan que "hay que ser pacientes" al tratarse de obras de gran envergadura.
Así, se encuentran en situación de prueba de carga los embalses de Mularroya y de Cañón de Santolea. El embalse de Almudévar está a la espera de la prueba de carga al ya estar finalizado. Mientras, el embalse de Yesa "va dando buenos pasos" y se encuentra en situación administrativa.
Superavit de agua
Durante la presentación, también se ha hecho hincapié en el balance de precipitaciones durante el año hidrológico que avalan buenos datos en esta cuestión ya que el promedio ha sido de 665 litros por metro cuadrado, lo que representa un 18% más respecto de la media de los últimos veinte años.
Así, la jefa del Sistema Automático de Información Hidrológica, SAIH Ebro, Esther Ruiz Durán, ha destacado que en materia de precipitaciones la margen derecha "se recupera de las sequías", presentando un superávit general de al menos el 20%. En el caso de la margen izquierda del Ebro presenta un superávit medio del 16%.
En el cómputo general muestra una "distribución heterogénea". En el trimestre de octubre a diciembre fue muy húmedo con 22% de superávit de precipitaciones, mientras de enero a marzo fue ligeramente húmedo con un 12% de superávit. En el caso del trimestre de abril a junio fue normal y el verano fue muy húmedo con un 35% de superávit marcado por las fuertes tormentas.
Mientras que el caso de las precipitaciones muestran grandes mejoras y buenos datos, el balance de la nieve es "negativo": "Han sido muy escasas con excepción de dos momentos muy puntuales en marzo y la primera quincena de abril", ha explicado Ruiz.
Tras el balance de este último año hidrológico, los responsables han destacado que este nuevo que ya comienza está marcado por los escenarios extremos y con la creación de un nuevo plan hidrológico que se aprobará previsiblemente a finales de 2027.