Una de las canalizaciones que discurre bajo la A-23.

Una de las canalizaciones que discurre bajo la A-23. Policía Local de Cuarte de Huerva

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Cuarte exige diques contra las inundaciones tras dos años de silencio de las instituciones: "Esto no puede volver a pasar"

El Ayuntamiento convoca de urgencia a técnicos de las administraciones implicadas tras los graves daños de la tormenta del pasado domingo.

Más información: Elena Lacalle, alcaldesa de Cuarte: "Solo con escuchar las primeras gotas de lluvia ya se te ponen los pelos de punta".

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Cuarte de Huerva lleva dos años predicando en el desierto. La histórica tormenta de 2023, en la que estuvo a punto de rozarse la tragedia, hizo que su Ayuntamiento se pusiera a buscar soluciones "desde el minuto uno". El objetivo no era otro que evitar más daños a futuro y reducir el riesgo para la población. Y aunque creen tener la respuesta -la construcción de diques de contención en los barrancos del entorno para restar fuerza al agua-, el silencio de las administraciones implicadas ha hecho que, 24 meses después, todo siga igual.

No solo eso. Las tormentas del pasado domingo, que castigaron especialmente a este municipio de más de 15.000 habitantes y a sus negocios con daños que, a buen seguro, volverán a ser millonarios, han demostrado que el episodio de 2023 no fue un hecho aislado y que, si no se actúa, todo esto podría volver a repetirse en cuestión de meses o años.

Consciente de la gravedad de la situación, el Ayuntamiento que lidera Elena Lacalle ha convocado una reunión para el próximo 20 de octubre a la que están llamados técnicos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Demarcación de Carreteras, Subdelegación del Gobierno, ADIF, Urbanismo y Ordenación del Territorio (DGA), Diputación Provincial de Zaragoza y Ayuntamiento de Zaragoza.

También se ha solicitado la presencia del Ayuntamiento de Cadrete y el de María de Huerva, otras dos de las localidades con más daños por las tormentas de este pasado fin de semana, y de la Dirección General de Medio Ambiente.

Desde el Consistorio creen que no se puede esperar más. A última hora de la tarde, las grúas todavía seguían sacando coches y furgonetas llenas de barro, una imagen que esperan no tener que volver a revivir y que da una idea de la gravedad de los daños.

La intención de esta reunión de urgencia es buscar posibles soluciones entre todos y activar la maquinaria para pasar del papel a los hechos. Sería la primera piedra de un largo camino que tendría como segunda etapa la convocatoria de un segundo encuentro, esta vez de carácter político, para poder tomar las decisiones.

El Ayuntamiento de Cuarte encargó ya en septiembre de 2023 un estudio a la consultora Spesa, una de las firmas en las que suele apoyarse la CHE, para diagnosticar el problema y encontrar soluciones. Las conclusiones definitivas llegaron en mayo de 2024.

En todo este tiempo, el Consistorio ha estado en contacto con la Confederación. El equipo de Gobierno le hizo llegar tanto las versiones preliminares como el documento final, pero desde enero no ha tenido noticias del organismo de cuenca.

Entonces, la CHE contestó que el estudio encargado por el equipo de Gobierno era "correcto y adecuado", pero que las alternativas propuestas tenían que ser sometidas a un análisis más exhaustivo en coordinación con las distintas administraciones implicadas y el área de control del Dominio Público Hidráulico de la Comisaría de Aguas de este organismo. Desde entonces no ha habido más avances.

En todo este tiempo, el Ayuntamiento ha movido cielo y tierra para hacerse oír, llegando a dirigirse, también, al Ministerio de Óscar Puente al ser un asunto que también afecta a la N-330. Este domingo, de hecho, fue una de las grandes damnificadas, quedando totalmente inundada y haciendo prácticamente imposible la circulación.

Desde aquel fatídico 2023, la alcaldesa y su equipo han mantenido encuentros a los que incluso han ido acompañados por la subdelegada del Gobierno o por la entonces consejera de Presidencia e Interior del Gobierno de Aragón Tomasa Hernández. También ha habido comunicaciones por carta y una reunión técnica similar a la anunciada para este próximo 20 de octubre. Pero ni con esas.

Las canalizaciones

Con los estudios en la mano, Cuarte tiene claro dónde está el problema y qué hay que hacer. El Ayuntamiento culpa de las dramáticas imágenes vividas este fin de semana -con calles, casas, garajes y negocios completamente inundados- al efecto provocado por los pasos de agua que discurren bajo la A-23, que hacen de embudo e incrementan la velocidad del agua y su virulencia.

Las transformación de las inundaciones con los diques

El problema es que estas cinco canalizaciones recogen todo el agua que viene de hasta una decena de barrancos. "Hasta los empresarios más veteranos lo dicen. Antes de que estuvieran los cajones, el agua se dispersaba. Discurría de otra manera y no provocaba tantos daños. Pero todo cambió cuando se empezó a construir la autovía en 2003", cuentan desde el Consistorio.

El problema es que solo uno de esos barrancos está considerado como tal, lo que obliga a que cualquier actuación tenga que ser consensuada con Ayuntamiento de Zaragoza, particulares y Confederación.

La solución

Los informes que maneja Cuarte de Huerva revelan que con la construcción de alrededor de una decena de diques los daños graves a la población y los negocios de la zona se reducirían sensiblemente. Por el momento no hay presupuesto, pero se tiene la firme convicción de que esta es la solución y que hay que apostar por ella cueste lo que cueste.

Desde la localidad admiten que la última inundación, de la que todavía se están recuperando, ha terminado haciendo mella en la moral de los vecinos. Hay negocios que lo han perdido prácticamente todo dos veces con solo dos años de diferencia y vecinos que, directamente, se están planteando irse del municipio.

La esperanza del Consistorio es que, esta vez sí, las administraciones se pongan manos a la obra para que, cuando llegue de nuevo la tormenta, las obras necesarias estén hechas. El objetivo es hacer frente común, que todas las partes se impliquen y que el agua no suponga un freno para el crecimiento de esta localidad.