Imágenes de las naves afectadas por la tormenta en Cuarte de Huerva.

Imágenes de las naves afectadas por la tormenta en Cuarte de Huerva. E.E Zaragoza

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Un empresario afectado por la tormenta en Zaragoza: "A una tercera inundación no se sobrevive emocionalmente"

Los habitantes de Cuarte de Huerva, y otros municipios afectados, revivieron este pasado el recuerdo de julio de 2023, cuando una intensa lluvia desoló el pueblo.

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Zaragoza
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Miedo, angustia, rabia y cansancio emocional son algunos de los sentimientos que los habitantes de Cuarte de Huerva (Zaragoza) vivieron este domingo. O más bien "revivieron", porque el recuerdo de la tormenta vivida en julio de 2023 sigue todavía muy presente en las mentes de todos los ciudadanos. Tanto que, cuando el agua volvió esta semana al municipio, fue como "volver a vivir otra vez lo mismo".

Y eso que, tal y como trasladan a este diario, la intensa lluvia que ha azotado la localidad zaragozana no ha sido "ni la mitad" de caos que la de hace dos años. Y es que quizás lo peor para ellos en esta ocasión ha sido "la impotencia de estar desatendidos".

Así lo expone a este diario el gerente de la empresa Azulejos Moncayo, Roland Garros, que este lunes ha amanecido "otra vez" llena de lodo y agua. "Ha sido horrible", asegura, y añade que "una vez que el agua comenzó a entrar en casa... sabía que todo estaba otra vez perdido en las naves".

"No se ha hecho nada"

Un cansancio ha inundado el pueblo esta mañana, sobre todo por la sensación de "tener que volver a ponernos a limpiar y a reparar todo lo que el agua ha roto". Y es en ese punto cuando, nada más ponerse manos a la obra, a Garros no ha podido evitar preguntarse "por qué motivo no se ha hecho nada en estos dos años para evitar esta situación".

Porque, según señala el gerente, el desastre vivido en Cuarte de Huerva -así como en otros municipios de Zaragoza- ha sido una nueva tragedia que "se sabía que podía volver a pasar". " En dos años y medio, no se ha buscado ninguna solución y cuando ves que otra vez tienes que pasar por lo mismo pues que te sientes indefenso ante la falta de acción de las Instituciones", lamenta.

En su negocio el agua ha vuelto a entrar por debajo de las puertas, aunque admite que no tiene nada que ver con lo ocurrido en 2023 cuando "entraron 60 centímetros de barro y agua". En esta ocasión, la tormenta ha dejado a su paso una inundación en la nave de "unos 15 centímetros".

La pequeña salvación

Y no solo porque el agua -o más bien el río- que se acumuló en las calles bajaba con menos potencia, sino por los retoques que le hicieron a las instalaciones por si volvía otra tormenta. Una preparación simple, con lengüetas en los bajos de las puertas y agujeros en la parte de atrás para que pudiera salir el agua, que esta vez les ha salvado "algo más".

Recuerda el momento como una vorágine de "llamadas". Avisos de otros empresarios que se convirtieron en la confirmación de lo que le esperaba al día siguiente a la hora de ir a trabajar: "Agua, alarmas sonando y cortes de luz", entre otros problemas a los que enfrentarse.

Garros dice ser consciente de que "nadie les va a salvar" de estar al menos unas "cuatro semanas dándole al rastrillo" para poder eliminar todos los rastros de agua y barro que ha dejado la tormenta a su paso. Sobre los daños materiales, señala que todavía "desconocen" la magnitud de lo ocurrido en el negocio y que, incluso, eso es "lo que menos importa ahora mismo".

"Ahora lo que queremos es limpiar, poder volver a funcionar tranquilamente y el resto ya se valorará", expone. Pero, pese a que las labores de estos próximos días logren eliminar todo rastro de lo vivido, "el miedo" seguirá estando. Por ello para Garros, lo importante ahora mismo es buscar una solución porque "una tercera vez no se sobrevive emocionalmente".