Los test de covid distinguen también entre gripe A, gripe B y virus sincitial. E. E.
Una farmacéutica de Zaragoza, rotunda con el aumento de casos de covid: "Si eres paciente de riesgo, ve al médico"
La presidenta del Colegio de Farmacéuticos insta a ventilar las estancias y aislarse de personas vulnerables en caso de sospecha o contagio.
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“Si te encuentras mal, tengas lo que tengas, lávate las manos, ventila las estancias de la casa y aíslate de pacientes vulnerables. Y si eres de riesgo, consulta a tu médico de cabecera”. Este consejo, propio de los peores meses de la covid-19, vuelve a escucharse estas semanas en las farmacias de Aragón.
El repunte de casos de coronavirus ha hecho que muchos hayan ‘desempolvado’ la mascarilla y se la hayan vuelto a poner para comprar test, ir al supermercado o moverse en transporte público.
Mujeres embarazadas, personas mayores, con asma o problemas respiratorios y pacientes con enfermedades crónicas “deben seguir teniendo especial cuidado” y llamar al médico si, por ejemplo, tienen un pico de fiebre o les cuesta respirar, incide la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza, Raquel García.
Para el resto, lo mejor es tomárselo con calma y tratar los signos que la enfermedad, ya sean en forma de fiebre o de dolor de cabeza. Hay que tener en cuenta que muchos pueden haberse contagiado y no tener síntomas. “Los hay que dan positivo simplemente porque ven que el de al lado está contagiado y deciden hacerse el test o que, directamente, no consultan”, comenta.
Hijas de ‘ómicron’
Las variantes predominantes en la actualidad son, oficialmente, hijas de ‘ómicron’, una de las ‘cepas’ más contagiosas de la covid-19.
“Ómicron ha evolucionado 40.000 veces, pero no se ha cambiado de nombre. En Aragón, el repunte actual empezó a notarse entre finales de junio y principios de julio”, cuenta el epidemiólogo Nacho de Blas.
A nivel mundial se vigilan, sobre todo, dos variantes, bautizadas como Nimbus y Stratus. Las dos se han visto, especialmente, en el hemisferio sur. Con estas, los síntomas más habituales son fatiga, dolor de garganta, tos, congestión nasal o fiebre. Y aunque no son más graves que las anteriores, sí parecen ser capaces de saltarse algunas de las protecciones inmunitarias.
“Al final, las variantes que se van autoseleccionando son las que son capaces de saltarse la inmunidad previa. Además, la inmunidad de las vacunas va decayendo”, razona De Blas.
Lo normal es que la inmunidad a este tipo de coronavirus dure de 9 a 24 meses, según la edad. “No suele ser muy larga, en las personas mayores cae antes y en las de mediana edad aguanta un poquito más. Por eso hay que estar mirando cuál es la variante circulante por si cambia mucho inmunológicamente y hay que modificar la vacuna”, agrega.
Respecto a los test, asegura que los que se compraron en su día y no han caducado deberían ser capaces de detectar las variantes actuales pese al paso del tiempo.
