Concentración de los trabajadores del Centro Penitenciario de Zuera como denuncia a la agresión cometida en Sevilla a una compañera
Los trabajadores de prisiones estallan ante la falta de seguridad: "Las agresiones van aumentando año tras año"
Los trabajadores del Centro Penitenciario de Zuera se han concentrado este martes como repulsa a la agresión ocurrida contra una psicóloga en Sevilla.
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Los centros penitenciarios han vuelto al punto de mira y no por una buena razón. Lo ocurrido el pasado 8 de julio al conocerse la agresión física y sexual a una psicóloga por parte de un reo en el Centro Penitenciario de Sevilla II (Morón) ha puesto en manifiesto lo que venían alertando los trabajadores: una falta de seguridad.
Ante ello, desde CSIF y ACAIP-UGT han convocado una concentración a nivel nacional para denunciar lo ocurrido. Así, se han unido los trabajadores del Centro Penitenciario de Zuera quienes manifiestan la falta de seguridad en su propio centro. Durante esta jornada se han concentrado alrededor de 50 trabajadores.
De este modo, desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios ponen el foco ya no solo en la seguridad sino en un "mal endémico" que golpea las prisiones: "Necesitamos más personal, entre ellos, más personal técnico como psicólogos en los centros penitenciarios", subraya Alfonso Peiró, responsable de Prisiones de CSIF Aragón.
Aunque desde los propios funcionarios señalan que es algo "difícil" de conseguir por el "coste" que supone, existen otras medidas: "Para nosotros es muy importante y no cuesta nada de dinero que se nos considere agente de la autoridad", señala.
En referencia a lo ocurrido en Sevilla con la agresión cometida por un preso reincidente, supondría una gran diferencia porque en la actualidad se condena como "un particular a un particular": "Esto no puede ser porque esta compañera está en el ejercicio de su trabajo", explica.
En esta misma línea, desde el sindicato rechazan la medida que se ha instaurado en los centros conocido como "buenismo". Esta consiste en aplicar un tratamiento para su reinserción en "presos que no lo van a aprovechar bien". "Lo que se consigue es que los trabajadores tengamos agresiones y que no practiquemos el tratamiento a los internos que realmente les sería provechoso", destaca Peiró.
Este tratamiento también suele implicar la reubicación del preso a los "módulos de respeto" que están focalizados en aquellos presos que pueden seguir las normas con un orden. "Implica que no solo los trabajadores sufran agresiones sino que también los propios internos", recalca.
Por todo ello, reclaman una respuesta "eficaz" e "inmediata" por parte de la administración, la revisión y mejora de la clasificación interior de los internos, la depuración de responsabilidades y la dotación de sistemas adecuados de emergencia y aviso ante incidentes.
Aunque estas agresiones específicas aún no han llegado a Aragón, Peiró apunta que "si que pueden ocurrir perfectamente" ante el "aumento año tras año" de agresiones que se viven dentro de las prisiones.
En el caso de Zuera, no se han concentrado este tipo de agresiones, pero los funcionarios penitenciarios siguen siendo víctimas de ellas por parte de los reclusos. Este pasado febrero se conoció una brutal agresión a un trabajador que terminó con la mandíbula fisurada y sin dos dientes ante la agresión cometida por un joven interno en el módulo de alta conflictividad.
No fue la única ya que un interno "problemático" se negó a hacer caso a los funcionarios para que mantuviera la fila en la cena, lo que propició una serie de amenazas como "vete a tomar por culo" o "te voy a matar" antes de abalanzarse sobre ella.
Estos sucesos tuvieron lugar antes de que se comenzaran a cometer las obras del centro, lo que supuso el cierre de hasta cuatro módulos. Desde los trabajadores señalan que esto ha supuesto que no sigan subiendo los ataques, aunque recalcan que es debido a que hay menos reclusos.
Del mismo modo reclaman, un aumento de personal lo que adolece la falta de seguridad que vive el centro penitenciario. "Vivimos mucho de funcionarios en prácticas y este año va a ser el primero que no y eso supone 30 trabajadores menos", reclama.
Según pudo confirmar EL ESPAÑOL, la resolución de Transparencia relativa a 2024, detalla que las agresiones a funcionarios en la cárcel de Zaragoza alcanzaron la veintena. Suponiendo así uno de los centros con mayor número de agresiones después de Puerto III, en Cádiz, y Soto del Real, en Madrid.