Casco histórico de Aínsa. E. E.
Segunda oportunidad para Broto y Aínsa: la solución del Gobierno de Aragón para no perder las viviendas de alquiler
La DGA estudia varias fórmulas tras quedarse desiertos los dos concursos, con los que se pretende dar alternativas a los municipios más turísticos.
Más información: Malas noticias para Broto y Aínsa: la licitación de las primeras viviendas de alquiler asequible queda desierta.
El Gobierno de Aragón busca ya una solución para que las viviendas de alquiler asequible de Aínsa y Broto puedan empezar a construirse cuanto antes. Ambos concursos, enmarcados en el plan 'Más vivienda, mejor turismo', han quedado desiertos, una "mala noticia" para los municipios, pero no definitiva.
Desde Suelo y Vivienda están han estudiado varias alternativas para levantar los proyectos y evitar que se pierdan los fondos europeos. Sobre la mesa había, básicamente, dos posibilidades. La primera era volver a licitar los dos -22 viviendas en el caso de Aínsa y seis de dos y tres habitaciones en el de Broto- con unas condiciones más atractivas para las empresas.
Es la segunda, no obstante, la que se ha acabado llevando 'el gato al agua'. Consistirá en ir a un procedimiento negociado sin publicidad, una fórmula recogida en el artículo 168 de la ley de contratos del sector público.
En él se dice que los órganos de contratación podrán recurrir a ella cuando no se haya presentado ninguna oferta en respuesta a un procedimiento abierto "siempre que las condiciones iniciales del contrato no se modifiquen sustancialmente" y sin que en ningún caso se pueda incrementar el presupuesto base de licitación ni modificar el sistema de retribución.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL DE ARAGÓN, desde el Gobierno aragonés hay ya conversaciones avanzadas con empresas que podrían asumir estos proyectos. Los propios alcaldes se involucraron para tratar de que los concursos no quedaran desiertos, aunque nada pudieron hacer para evitarlo.
Uno de los grandes 'peros' fueron los plazos. Al beber de los fondos europeos, las obras tendrán que estar acabadas antes del 30 de junio de 2026, un horizonte excesivamente ajustado teniendo en cuenta que, en el caso de Aínsa, hay que hacer el proyecto prácticamente desde cero. Esto es uno de los aspectos que más ha echado para atrás a las empresas.
Ayuntamientos y gobiernos autonómicos confían en que Europa levante el pie del acelerador y alargue los tiempos hasta diciembre de 2026 o incluso junio de 2027, una ampliación que permitiría rematar los proyectos con garantías. Los rumores apuntan en esa dirección, aunque por ahora no hay nada confirmado y, por tanto, se tiene que seguir trabajando con ese 30 de junio como fecha de fin de plazo.
Ha de tenerse en cuenta que son muchos los proyectos en toda España que, directamente, no llegan al plazo y que podrían quedarse en el limbo con las condiciones actuales. La pregunta es ¿qué va a hacer Europa? La respuesta solo la tiene la propia UE, pero se da por hecho que habrá "sensibilidad" hacia los territorios.
Pese al traspiés con las primeras licitaciones, desde el Pignatelli creen que las viviendas de Aínsa y Broto no corren peligro y que saldrán adelante igual que las de Boltaña y Beceite, que sí han recibido ofertas y empezarán a quemar etapas en las próximas semanas.
La intención es que todo se pueda reactivar "de forma inminente" para no perder más semanas. Enrique Pueyo, alcalde de Aínsa, reconocía esta semana a EL ESPAÑOL que lo veía venir, dado que ellos mismos llevaban semanas contactando con compañías y todas habían mostrado reparos, ya fuera por la falta de tiempo o de medios.
Tanto él con Mª Carmen Muro mantienen, pese a todo, las esperanzas. Especialmente teniendo en cuenta la importancia de estas viviendas para resolver la escasa oferta existente en sus municipios, que constituye el principal freno a dos de los municipios más turísticos de la Comunidad.