Los síntomas de la gripe tienden a durar unos siete días.

Los síntomas de la gripe tienden a durar unos siete días. Pexels.com

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¿Cómo evolucionará la gripe en las próximas semanas? Esto dicen las estadísticas de los últimos años

Los expertos aseguran que el pico llegará más tarde que en otros ejercicios y confían en que la curva sea más achatada al no solaparse con las Navidades.

Más información: La vacunación contra la gripe pincha también entre los sanitarios en Aragón: aumenta, pero ni siquiera llega al 30%.

Zaragoza
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La incidencia de la gripe ha aumentado más de un 70% en la última semana en Aragón, pasando de 43,9 casos por cada 100.000 habitantes a 75,5 y superando el umbral epidémico. La vuelta de las vacaciones de Navidad ha multiplicado el número de urgencias y atenciones en los centros de salud, pero los expertos avisan: todavía no se ha llegado al pico. ¿Qué se puede esperar entonces de la gripe estas próximas semanas? Esto es lo que dicen las estadísticas de los últimos tres años.

El uso de la mascarilla y las restricciones sanitarias impulsadas en los años posteriores al estallido de la covid-19 hicieron que en 2022 la gripe pasara totalmente desapercibida. Aquel año comenzó con una incidencia de apenas 3,9 casos por cada 100.000 habitantes que cayó hasta los 0,8 en la semana del 31 de enero al 6 de febrero.

Con la vuelta a la normalidad, las cosas empezaron a cambiar. Enero de 2023 comenzó con 42,2 casos, y aunque las cifras fueron en aumento la semana siguiente, el pico (56,2) quedó por debajo de los valores que se están alcanzando dos años después.

Evolución de la gripe en Aragón en los últimos años.

Evolución de la gripe en Aragón en los últimos años. Boletín epidemiológico

La explosión de contagios vino con 2024. Para el 1 de enero había 303,5 casos por cada 100.000 habitantes, cifras que fueron a más como consecuencia de los contactos sociales de la Navidad. El pico (334,8) llegó la semana siguiente y, a partir de entonces, las estadísticas fueron a la baja, con 231,5 casos en la semana 3 (del 15 al 21 de enero), 125,3 del 22 al 28 y 69,2 del 29 de enero al 4 de febrero.

Los valores que se están registrando este 2025 apuntan a que el pico llegará más tarde y no será tan acentuado como en otras ocasiones, ya que "ya no se solapará con eventos sociales" como la Nochebuena, la Navidad, la Nochevieja o el Día de Reyes. Así lo cree el epidemiólogo Nacho de Blas, que confía en que la curva sea esta vez "más achatada".

Hace un año, el umbral epidémico se superó en la semana 51. Es decir, en diciembre de 2023, mientras que este ha sido en la 1, a principios de enero. Esto le lleva a pensar que el pico se alcanzará entre el 20 y el 30 de enero. A partir de ahí, la bajada podría ser "bastante rápida" a no ser que se prolonguen las bajas temperaturas.

Otra cosa, aclara De Blas, es el impacto que tendrá este año la gripe en hospitales y centros de salud, algo que no depende únicamente de la transmisión del virus, sino del número de vacunas que se han puesto, de las variantes en circulación o su agresividad.

El año pasado "tuvo bastante impacto la gripe B". También el subtipo H3N2 de la gripe A, contra el que no protegían bien las vacunas. Esto hizo que hubiese muchísimos casos en Europa y en otros puntos del planeta como Australia. Este 2025, la fórmula se ha actualizado. "Pero claro, solo están protegidos los que se han vacunado. Quienes no lo han hecho se infectarán en caso de cogerla", recalca el epidemiólogo.

Que los casos sean más o menos graves no depende únicamente de la agresividad de las variantes, sino de factores como la inmunidad natural de cada uno, la edad o su estado nutricional. "La gripe dura, por lo general, siete días. Lo que ocurre es que hay un daño en los epitelios respiratorios que propicia otras infecciones", completa.

Los test diagnósticos que siguen vendiéndose en las farmacias permiten diferenciar entre gripe A, B o covid, de ahí que sean una buena fórmula a la hora de buscar tratamientos. El hecho de que el invierno haya tardado más en llegar y las buenas temperaturas, que hacen que la gente haga menos vida de interior, ayudaría a que la incidencia no llegue a los niveles de otros años.

"Todo lo que sea reducir la concentración de virus en el ambiente mediante ventilación reduce mucho la problemática. Si hay mucha carga, por mucho que tengas el mejor sistema inmunitario del mundo y estés vacunado, al final vas a enfermar", subraya De Blas.

Las recomendaciones de mascarillas, evitar espacios cerrados y hacer vida exterior son válidas para cualquier virus respiratorio. "Es una lección que tendríamos que haber aprendido, pero parece que no", lamenta.

Otro hándicap es el bajo nivel de vacunación. Aunque entre los más mayores de 80 años supera el 70% en Aragón, las cifras caen en tramos como el de 19 a 35 años. "La cobertura no ha sido la deseable y a estas alturas, en enero... Aunque te vacunes hoy, para cuando tengas protección ya habrá pasado el pico", advierte.