Ángel García, en su restaurante Templo en Alicante que ha situado entre los diez de lujo de España.

Ángel García, en su restaurante Templo en Alicante que ha situado entre los diez de lujo de España.

Gastronomía

Templo entra en los diez restaurantes de lujo de España sin estrella ni sol: "Hacemos feliz a la gente"

Ángel García celebra el reconocimiento a su local de Alicante especializado en carnes que sitúa por encima de los destacados por las guías.

23 octubre, 2022 06:20
Alicante

"Trabajo, trabajo y más trabajo", asegura Ángel García ha llevado a la ciudad de Alicante a entrar con Templo en la lista de Lo Mejor de lo Mejor que ofrece la plataforma TripAdvisor. Lo hace en la categoría de restaurantes de lujo y por encima de muchos otros establecimientos reconocidos por las guías tradicionales Michelin y Repsol.

Sentado una mañana en su local, antes de preparar las mesas para el día, celebra el haber conseguido este reconocimiento por parte del público, que es quien vota a través de sus puntuaciones. Gracias a ello se ha colocado en séptima posición de esta lista y reforzando el liderazgo gastronómico de la provincia de Alicante, acompañado por El Xato y Selecte.

Auparse hasta una los diez primeros restaurantes de lujo también es posible porque "tenemos una provincia con una demanda de turismo brutal incluso a lo largo de todo el año". Eso cree que beneficia en particular a la gastronomía "porque cuando hay mucha demanda hay mucha oferta y, si eres competitivo, luchas por ser mejor", por eso también cree que "el mercado es maravilloso". "El tener a tres restaurantes de los diez refleja lo mejor de la provincia y que lo que hacemos unos cuantos es esforzarnos mucho".

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Lo que distingue en particular a su caso y al de Selecte en Elche es que consiguen la presencia en la lista sin el apoyo de las guías tradicionales. García cuenta que eso ya lo vivieron el año pasado cuando aparecieron entre los cien primeros para otra web, The Fork, "y fuimos el único de esa lista sin estrella Michelin". "Aquello fue un subidón para el trabajo duro que hicimos y porque recogió los votos durante un año de pandemia", añade.

Una valoración que apoyaba también el salto de calidad que habían decidido dar. Ahora el paso lógico es empezar a aparecer en ellas. "Si las guías nos reconocen será un día súper feliz en nuestras vidas", afirma. "Y cambiará mucho porque es una de las formas de estar entre los mejores y por premiar el trabajo que estamos haciendo".

El cambio

La crisis de la pandemia es el punto de partida para el cambio conseguido en Templo en sus cinco años de existencia. "Nos dio la oportunidad de plantear que había que luchar más o de una manera diferente", explica. Y la razón de ello es que pensó "en el mismo confinamiento que íbamos a ser las mismas cañas pero con menos peces: había que tener una mejor caña, ¿y cómo la tienes? Invirtiendo en local y cuidando al cliente".

Esa fue el punto que recuerda como el momento de inflexión, "el que puede haber dado el empujón para mejorar en tan poco tiempo". Y ahí aplica la autocrítica cuando reconoce que es el primero en sorprenderse al ver el emplatado que hacían tres años atrás. Por eso insiste en que "tenemos que ser la mejor forma de nosotros en el menor plazo". Ese es el camino en el que cree que están, "el premio es el reconocimiento para gestionar la sala de la mejor manera posible".

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Templo ofrece ocho mesas en el comedor y otras ocho en la terraza. Los votos salidos de sus comensales son los que le han llevado a disfrutar este momento porque son muchos los que han pasado por esas mesas. "La ocupación media del restaurante está entre el 80 % y el 100 %", cuenta orgulloso. Y eso sabe que es "fundamental" para el proyecto en el que está metido.

¿Y qué recomendará a los que se acerquen ahora porque lo descubren de esta forma? "Siempre recomendaría que, al ser nuestro fuerte la carne, pida un chuletón y que el cliente hable para que le recomendemos según los gustos. Si le gustan maduraciones más o menos intensas, en lugar de un frisón podemos ir a un cebón de angus o a una rubia gallega que es un sabor profundo, pero no tan potente".

"La mayoría de la gente viene a Templo por algo más, porque ya lo conocen o han leído, y tenemos que jugar con sus expectativas", razona. Una labor que sabe que es complicada y que lleva a cabo con "un equipo de sala muy potente, en el que me incluyo y el maître Lucas". Gracias a ese esfuerzo "es como se consigue que la gente salga feliz".