El Elfo Travieso en la explanada de Alicante, en una imagen generada por la IA.

El Elfo Travieso en la explanada de Alicante, en una imagen generada por la IA.

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El fenómeno estadounidense del Elfo Travieso llega a la ciudad de Alicante esta Navidad para sorprender a toda la familia

La Inteligencia Artificial reconstruye el trayecto ficticio del famoso peluche visitando todos los rincones de la capital provincial.

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Alicante
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En los últimos años, una simpática tradición navideña llegada desde Estados Unidos ha invadido hogares, colegios e incluso calles de España: el Elfo Travieso, conocido allí como ‘Elf on the Shelf’.

Esta pequeña figura, que se instala en cada casa para vigilar el comportamiento de los niños y reportar a Papá Noel, se ha convertido en un auténtico fenómeno viral gracias a sus travesuras nocturnas y la ilusión que despierta cada mañana entre los más pequeños.

Cada vez más familias alicantinas esperan con emoción la visita del Elfo, inventando juntos nuevas historias y bromas que hacen aún más especial la espera navideña.​

Ya de por sí, la Navidad en Alicante siempre tiene ese toque especial de la luz reflejándose en el Mediterráneo, un clima suave que anima a pasear y una ciudad vibrante, lista para dejarse sorprender.

Este año, sin embargo, algo aún más peculiar nos ha alegrado las fiestas. El Elfo Travieso ha decidido hacer una parada en la ciudad de Alicante tras su parada en Benidorm, cuya trayectoria ha recogido la revista Life Benidorm.

Así, con ayuda de la Inteligencia Artificial y un relato ficticio, el recorrido del Elfo travieso por la ciudad de Alicante quedaría así:

Llegada misteriosa

Todo empezó esa mañana al final de la Explanada, bajo las palmeras. Con su gorro rojo y una mochila que parecía guardar cientos de secretos, el Elfo Travieso ni bien puso un pie en Alicante, se quedó boquiabierto con la alfombra de mosaicos bajo sus botas diminutas.

Saludó a locales y turistas con su clásica sonrisa pícara, listo para perderse entre el bullicio de la ciudad.​

El espíritu curioso del Elfo lo llevó directamente al corazón del Casco Antiguo. Se coló entre las callejuelas, admirando el aroma a turrón y la explosión de luces que adornan los balcones.

No pudo evitar mezclarse con los niños que corrían por la Plaza del Ayuntamiento y hacerse un selfie junto al gigante belén municipal.

Cada rincón le parecía un pequeño escenario para sus ocurrencias. Y claro, no podía faltar una visita al Mercado Central para probar alguna delicia, aunque la travesura fue esconderse entre los puestos y sorprender a los comerciantes con un espontáneo villancico.

El toque aventurero

Pero el elfo tiene alma viajera. Decidido a descubrir otro Alicante, se aventuró hasta las faldas del Castillo de Santa Bárbara. Allí, animado por la panorámica de 360° sobre la bahía y la ciudad, se atrevió a seguir una ruta por la Sierra Grossa.

Con su mochila bien preparada y su energía inagotable, subió hasta las almenas y terminó ideando una yincana para todos los niños que se encontraban allí de excursión.​

Finalmente, culminó su viaje en la Plaza de Toros, lugar desde el cual ha aprovechado para saludar a todos los alicantinos y visitantes.