Penàguila, Alicante
Parece Escocia pero está en Alicante: el pueblo envuelto en niebla, montañas y castillos medievales
Este pequeño municipio enclavado en la sierra de Aitana que guarda una historia larga y un paisaje que cautiva.
Más información: Parece Grecia pero está en Alicante: el pueblo conocido como el Santorini español
Entre la niebla que se cuela entre las montañas y los restos de un castillo medieval que domina el horizonte, Penàguila parece un rincón del corazón de Escocia. Sin embargo, esta imagen de postal no se encuentra en las Highlands, sino en el interior de la provincia de Alicante.
En la comarca de l’Alcoià, este pequeño municipio se presenta como un refugio de paz, rodeado de naturaleza y cargado de historia.
Un destino que sorprende por su atmósfera, su encanto rural y ese aire misterioso que atrapa al visitante desde el primer momento.
No hace falta irse muy lejos
A menudo buscamos destinos lejanos para encontrar paisajes que nos conmuevan, pueblos con alma o experiencias que nos desconecten del ritmo diario. Pero a veces, lo extraordinario está más cerca de lo que creemos.
Penàguila es un ejemplo perfecto de que no hay que salir de la provincia para vivir una escapada inolvidable.
Situado a apenas una hora en coche de la costa, este pueblo de montaña ofrece una experiencia de turismo rural auténtico, ideal para quienes buscan respirar aire puro, pasear por callejones con historia y saborear la cocina tradicional en un entorno sereno.
Una conexión inesperada
La comparación con Escocia no es solo una licencia poética. Al igual que muchos pueblos del norte del Reino Unido, Penàguila cuenta con un casco urbano de origen medieval, rodeado de murallas, y una fortificación que se alza sobre el paisaje.
El trazado rectangular del núcleo histórico responde a una antigua función militar, y algunos restos de las murallas todavía son visibles.
"Penàguila fue construida entre los siglos XIII y XIV y su configuración defensiva la hace especialmente interesante desde el punto de vista patrimonial", señalan desde Turismo de la Comunitat Valenciana.
Además, la meteorología también se encarga de reforzar el parecido: las brumas matinales que cubren sus campos y montes en otoño e invierno evocan paisajes que bien podrían pertenecer al norte europeo.
Historia y naturaleza
La belleza de Penàguila no está solo en su silueta entre montañas. Este pueblo invita a perderse por su casco antiguo, donde las casas de piedra y las calles empedradas cuentan siglos de historia.
La Iglesia Parroquial de la Asunción de Nuestra Señora, con fachada barroca y una capilla neoclásica dedicada a la Virgen de los Dolores, es uno de los grandes tesoros del municipio.
También merece una visita el Jardín Santos, un rincón insólito y encantador. Este jardín histórico, rodeado de árboles monumentales, estatuas, un estanque y un laberinto vegetal, es perfecto para pasear con calma y dejarse llevar por la fantasía.
El pabellón de recreo que se alza en su interior aporta un aire romántico, casi literario, al conjunto.
Para los más aventureros, los alrededores del pueblo ofrecen rutas que conducen a los restos del castillo y de la Torre Sena, dos vestigios que refuerzan la identidad medieval de la localidad.
Una oferta única
Además del legado histórico, Penàguila sorprende con propuestas inesperadas. En plena Sierra de Aitana, se encuentra una zona de safari donde es posible ver animales como leones, jirafas, llamas o elefantes.
Un viaje inesperado a otros continentes sin salir de la provincia, que fascina a grandes y pequeños.
Quienes prefieren las emociones fuertes también encuentran su sitio: el barranco del Salt ofrece un recorrido de dos tramos, con una imponente pared vertical de 70 metros que supone un reto para los amantes del barranquismo y la adrenalina.
Animales cerca de Penàguila
Un destino con sabor
Penàguila es, ante todo, un lugar donde el tiempo parece detenerse. Su gastronomía, basada en productos locales y recetas tradicionales, y el ritmo pausado de la vida cotidiana invitan a desconectar de verdad.
En este rincón del interior alicantino se respira tranquilidad, se camina despacio y se disfruta de cada instante.
"Paz, naturaleza y buena mesa" podrían ser sus tres grandes reclamos, como bien apunta la web de Turismo de la Comunitat Valenciana, que define a Penàguila como un destino ideal para quienes buscan autenticidad.
Con su clima cambiante, su trazado medieval y sus paisajes cubiertos de niebla, Penàguila tiene un aire escocés difícil de encontrar en otro punto de la Comunidad Valenciana. Pero lo mejor es que no hace falta pasaporte para disfrutarlo.
