Clarissa Menna y Graziela Rubertti en Suiters, Alicante.
Clarissa y Graziela, la pareja brasileña de nómadas digitales que vive en Alicante: "Nos atrajo su ambiente acogedor"
Ambas mujeres residen en un céntrico coliving de la ciudad, aunque pronto se trasladarán a Barcelona para "expandir" sus negocios.
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El concepto de nómada digital ha ganado popularidad en los últimos años, convirtiéndose en una forma de vida para aquellos profesionales que pueden desempeñar su trabajo desde cualquier lugar del mundo.
Buscan destinos que ofrezcan una buena calidad de vida, con un clima agradable, playa, servicios accesibles y una comunidad acogedora.
Alicante, con su entorno privilegiado, su oferta cultural y gastronómica, se ha consolidado como un destino ideal para estos profesionales que buscan combinar trabajo y bienestar.
Es el caso de Clarissa Menna y Graziela Rubertti, una pareja brasileña de nómadas digitales, que ha encontrado en Alicante su hogar temporal.
Ambas llevan algo menos de un año viviendo en 'Suiters', un coliving en el centro de la ciudad, donde han podido desarrollar su actividad profesional y disfrutar de la calidad de vida que ofrece Alicante.
Una ciudad acogedora
Clarissa Menna explica que ambas se decantaron por el concepto coliving, con el objetivo de empezar desde cero en otro país sin perder el apoyo de un entorno social: "Elegimos especialmente un coliving porque estábamos buscando una comunidad".
Clarissa y Graziela el verano pasado en el local Puntapiedra.
La joven, de 26 años, es estratega creativa y dirige su propia agencia, donde trabaja con marcas en marketing y diseño gráfico. Por su parte, Grazi, de 42 años, es terapeuta transpersonal, una disciplina que integra cuerpo, mente, emociones y espíritu para acompañar a las personas en su desarrollo personal.
"Trabajo con personas sanas que atraviesan crisis existenciales, momentos de estrés o ansiedad, o que buscan mayor claridad en su vida", aclara Rubertti.
Alicante fue su elección por varios motivos. Grazi había vivido en Barcelona durante 13 años y buscaba un entorno más tranquilo. Además, ya tenían amigos en la ciudad, lo que facilitó la transición. "Ha sido un factor crucial no solo la ubicación, sino también tener personas cercanas a nuestro corazón aquí", afirma Menna.
Clarissa Menna Barreto, en un espacio común de Suiters.
La experiencia en 'Suiters' les permitió conocer a personas de distintas nacionalidades, creando vínculos que trascienden el tiempo y la distancia. "Cuando sales de tu cultura y estás lista para abrirte a otra, es un momento muy creativo", comenta. Entre sus amistades en el coliving cuentan con italianos, colombianos, británicos y rusos, lo que ha enriquecido su estancia.
Una rutina flexible
Su rutina diaria es flexible, adaptada a su estilo de vida nómada. "Nos despertamos y preparamos el desayuno con productos del Mercado Central", cuenta. Luego, dependiendo del día, trabajan desde su habitación o en el coworking del coliving.
Disfrutan de la posibilidad de elegir dónde y cómo quieren trabajar, ya sea en su espacio privado, en un entorno más social o incluso al aire libre. "Lo que me gusta es justamente la posibilidad de elegir siempre lo que quiero", destaca.
El coliving también ofrece actividades sociales como cenas compartidas y eventos temáticos. "Hoy mismo tenemos una cena compartida donde cada persona trae un plato principal", menciona. En Navidad organizaron una jornada especial para decorar el árbol y hornear galletas, experiencias que refuerzan el sentido de comunidad.
Sobre la calidad de vida en Alicante, Clarissa Menna es clara: "Es fenomenal". Destaca la cercanía a la playa, la accesibilidad del transporte y la abundancia de cafeterías y bares.
Coste de vida
"La ciudad respira fiesta muchas veces", dice, subrayando el carácter festivo y acogedor de la cultura local. Comparte que, para una pareja de nómadas digitales, vivir en otra ciudad con alojamiento incluido, puede costar entre 2.000 y 2.500 euros al mes, sumando comida y ocio. "Depende mucho del estilo de vida que quieras llevar", puntualiza.
Zona de coworking en Suiters.
Alquilar una habitación en Suiters durante un mes puede costar entre los 800 euros y los 1.500 €, con cafetería, salón comunitario, gimnasio, espacio de coworking y jardín incluidos. Los precios varían en función del tamaño de las habitaciones y de las vistas.
"Necesidad de expansión"
Clarissa y Graziela están en proceso de mudanza a Barcelona por razones profesionales y personales. "Es una necesidad de expansión distinta", explica. Para ella, la capital catalana ofrece oportunidades en diseño y "un ambiente más cosmopolita".
Sin embargo, Alicante siempre tendrá un lugar especial en su corazón. "La transición no ha sido tan brutal como podría haber sido en Madrid o Barcelona", reflexiona, y atribuye la calidez de la ciudad a su historia de mezclas culturales. También destaca que la "amabilidad" de los alicantinos ha sido una de las cuestiones, que más ha llamado su atención.
Zona común y cafetería, en Suiters.
Un coliving para jóvenes
Suiters es un promotor y operador de coliving que surge para satisfacer las necesidades de nómadas digitales y jóvenes profesionales que buscan estancias temporales en entornos que combinen espacios de trabajo, ocio y descanso.
Desde su apertura en Alicante hace tres años, con 52 unidades, Suiters ha expandido su presencia en España. Próximamente, Suiters también estará presente en las ciudades de Málaga, Madrid, Valencia y Bilbao.
Suiters se caracteriza por darle una segunda vida a edificios abandonados en el corazón de las ciudades. Sus colivings cuentan con amplias zonas comunes, como coworking, áreas de estar, cocina común totalmente equipada, gimnasio, terraza solárium, zona de juegos y entretenimiento, trastero y salas de cine, entre otros.
Suiters forma parte del Grupo Marjal, fundado por dos familias alicantinas en 1979. Somium Premium Properties, Alannia Resorts o Suiters Coliving, son otras marcas del grupo.
