La reflexión que llega con la celebración de la Cuaresma viene cargada de tintes políticos para el obispo de Orihuela-Alicante. José Ignacio Munilla critica al Gobierno porque "deroga o reforma los delitos del Código Penal para garantizarse el apoyo" y a Feijóo porque "avala el derecho al aborto".

Estas ideas representan que "estamos en el momento álgido de una gravísima crisis cultural", en palabras de Munilla. Y él encuentra la causa en "el proceso de secularización" que se inició "hace décadas, hasta derivar abiertamente en un eclipse de la razón y de la conciencia".

Munilla lo resume en que "el 'todo por la patria' ha sido sustituido por el 'todo por los votos'". Y esta última, añade, es una expresión "que escuché recientemente en un encuentro de empresarios". Con ello considera que "el practicismo ha sustituido a la ética y las encuestas han pasado a ocupar el lugar de la conciencia".

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El uso de la conciencia lo aplica el obispo para recordar que "en la tradición cristiana hay una correlación muy estrecha entre la conciencia y la presencia de Dios". Por eso dirige sus críticas hacia la política porque "lo estamos viendo de forma patente" y, "desgraciadamente los ejemplos que podemos extraer de nuestra actualidad son muy numerosos".

Es en esta parte de su carta a los feligreses en la que es más explícito en su crítica. "El Gobierno deroga o reforma los delitos del Código Penal para garantizarse el apoyo de quienes han delinquido. El Tribunal Constitucional, que había reconocido en 1985 el derecho a la vida del nasciturus, bendice ahora una ley que reconoce el derecho al aborto libre hasta la semana 14. El líder de la oposición se felicita finalmente de esta resolución del Constitucional que avala el derecho al aborto, cuando hace trece años su partido político no solo votó en contra, sino que interpuso el recurso de inconstitucionalidad", destaca.

En su razonamiento contra los gobernantes, el obispo lamenta que "la política se convierte en el arte de suscitar las sinergias necesarias para generar la mayoría requerida para mantenerse en el ejercicio del poder o intentar alcanzarlo". De hecho, subraya en su reclamación que "¡necesitamos liderazgos en la vida pública que escuchen a la conciencia antes de consultar las encuestas!" porque "las urnas no pueden cambiar la verdad, sino únicamente el poder".

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