El número de muertos en los festejos taurinos en la Comunidad Valenciana sigue creciendo para apuntalar un récord histórico de víctimas. La última de ellas es un hombre de 72 años en Almassora, cogido la noche de este miércoles en los bous al carrer de esta localidad de Castellón.

Al parecer, la víctima caminaba por el recinto junto a otro hombre por la calle Mare de Déu de la Llum, cerca de la Iglesia de la Natividad. Allí, según las fuentes municipales que recoge Efe, este se habría confiado y ha sido alcanzado por el toro. El animal le ha corneado en la parte posterior de una pierna, pero las peores lesiones las ha sufrido al ser golpeado en la cabeza contra los barrotes protectores situados a lo largo del recinto delimitado.

Inmediatamente la víctima ha sido trasladada a la enfermería de Almassora, donde fue atendido por el equipo de sanitarios y el cirujano. Posteriormente ha sido trasladado hasta el Hospital General Universitario de Castelló donde ha ingresado en la unidad de cuidados intensivos, pero al poco rato ha fallecido.

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El Ayuntamiento de Almassora ha suspendido todos los actos de la tarde y noche del miércoles, entre ellos el mesón del vino y la feria. Este jueves ha convocado un minuto de silencio para mostrar sus condolencias por el suceso. En cambio, la noche del miércoles se ha vivido con tensión cuando un equipo de las noticias de À Punt ha tenido que abandonar el directo que estaba cubriendo por las amenazas de la presión vecinal.

Esta muerte, como las ocho anteriores que se han ido produciendo en la Comunidad Valenciana durante este verano, se ha producido pese a que el propio Ayuntamiento destacaba en su página web el incremento en la seguridad de los festejos. La anterior víctima mortal se había producido a mediados de septiembre en Canet d'En Berenguer. Allí fallecía un anciano de 80 años a consecuencia de las lesiones al ser golpeado por una vaquilla.

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A finales de agosto, con siete muertos ya a causa de estos festejos, la Generalitat se reunía de manera extraordinaria para analizar la situación. Su conclusión, "se le ha perdido el miedo al toro" y hay "mucho participante que no sabe el riesgo que comporta ponerse delante del toro" y actúa con "imprudencia".

Con estas palabras resumía el secretario autonómico de Emergencias, José María Ángel, la situación y anunciaba que se reforzará la formación para peñas y organizadores de estos actos. Dos muertos más tarde, no se han anunciado más medidas al respecto.