Juan David Santiago, derecha, y la presentación del Orgullo en Alicante este año.

Juan David Santiago, derecha, y la presentación del Orgullo en Alicante este año.

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Juan David Santiago, nuevo presidente de Diversitat, "hay que renovar cosas"

El que fuera presidente entre 2011 y 2015 vuelve para tender de nuevo puentes rotos con otros colectivos LGTB y partidos políticos de la ciudad.

4 octubre, 2022 02:47
Alicante

La mayor asociación LGTBI de Alicante inicia nueva etapa con el adiós a su actual presidente Toño Abad y el regreso del anterior, Juan David Santiago. Su primer reto, "tender puentes y de mediar y crear espacios de diálogo", asegura el activista a El Español. Y hay camino por recorrer tras las evidentes diferencias con el Ayuntamiento y otros colectivos en las últimas manifestaciones del Orgullo.

Toño Abad dice adiós a un cargo que ha ocupado durante seis años y con el que "engarzamos la lucha política y conseguimos dos leyes que han marcado un antes y un después", afirma orgulloso sobre las normas aprobadas en la Comunidad Valenciana. "Eso sí ha cambiado vidas y es muy emocionante pensar que Diversitat en mi etapa protagonizó esos cambios relevantes", recalca.

Si en lo autonómico su balance es muy positivo, en lo local celebra que en 2019 se hizo "el Orgullo más multitudinario". "Y, sobre todo, la joya de la corona", añade, "la implantación de la oficina Orienta que atiende a 2.600 personas al año, que es una barbaridad". Si esa es la parte positiva, en lo negativo no quiere entrar este lunes "porque son cuestiones que no están resueltas, que tendrá que resolver el próximo equipo directivo". "Y en la despedida nunca hay que aportar lo peor sino lo mejor, que es lo elegante", concluye.

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Su sucesor, y al mismo tiempo antecesor, valora la figura de Abad y lo logrado en este tiempo. Para empezar porque ahora maneja medio millón de euros de presupuesto y "gestionamos Orienta con diez profesionales contratados y actividades que nos permite hacer cuestiones", señala. Eso es lo que les permite "trabajar con amplitud de miras también para vertebrar otros colectivos más pequeños con menos recursos y ahí estará Diversitat para ayudar en su programación de actividades".

"Feliz y contento" por volver a la que llama su casa "y la gente me lo pedía". Como recalca, "el activismo corre por mis venas, el gitano y el LGTB". Con ello, y mediante la gran ayuda del resto del equipo que presentará en la librería Pynchon de Alicante el 8 de octubre, "queremos cambiar modelos".

Esas intenciones son las que aplicará para retomar el diálogo con algunas Administraciones públicas, en particular la de Alicante. Con la que públicamente se enfrentaron con anterioridad, último ejemplo el pasado Orgullo con dos manifestaciones con muy diferente respuesta de público.

La parte que cree más fácil será con otras colectivos LGTB. "Con algunas ya hemos compartido actividades, como Alicante Entiende y Ponts d'igualtat, y ya se han restablecido contactos, eso ya se inició en julio y agosto", afirma. "A partir de la formalización de mi presidencia habrá actos conjuntos", prosigue, "y en ese senda hay que ir porque hay que vertebrar respuestas y crear redes".

La política parece más complicada, aunque también se han ido realizando acciones desde este mismo verano cuando el relevo ya estaba pactado. "Quiero que estos tres meses sirvan de transición e ir a poco a poco", explica, porque "hay que reparar algunas cosas". Entre ellas, "unas relaciones que, en la última época y con el cariño que le tengo a Toño pero cada uno tiene su sello e impronta y su forma, y yo soy más de tender puentes y de mediar y crear espacios de diálogo".

Su propuesta es "que vayamos pasito a pasito reconstruyendo el verdadero plan estratégico para el 2023". Por eso avanza "que aquí nadie espere que el lunes estemos cortando calles". La primera idea será "entablar una hoja de ruta con entidades LGTB". Eso llevará al siguiente paso natural, volver a la mesa de diálogo del Ayuntamiento con estas asociaciones "porque Diversitat tiene que estar, faltaría más, y lo que no nos guste lo diremos a la cara, pero siempre con tono dialogante".

Santiago recalca varias veces en la conversación que "esto es un trabajo de equipo, no somos una empresa, sino una asociación". Una en la que tienen una base social de 250 personas y de 2.600 usuarios directos. "En los movimientos ciudadanos hay que escucharnos y mimarnos mucho", concluye.

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