Terminó la semana laboral el viernes con una noticia esperada que refrenda la opinión de muchos liberales de la provincia de Alicante de que el proyecto de Cs cada vez está más a la deriva. Miguel Ángel Sánchez, coordinador local del partido en la ciudad anunciaba su renuncia al cargo "para dejar paso a nuevas personas".

Unas semanas antes, el antiguo portavoz de Cs de Sant Vicent, Pachi Pascual había renunciado a su acta municipal (lo que le honra) y poco después anunciaba que volvía al PP, partido en el que había nacido políticamente, para ser el alcaldable en 2023.

No son los únicos. Quienes ya han vivido este proceso de descomposición en otros proyectos como la extinta UPyD, saben que es cuestión de tiempo. Por eso ahora, los 120 cargos públicos que tiene el partido en provincia están midiendo " sus" tiempos a la espera de anunciar que harán en los próximos meses.

Este diario recogía el fin de semana pasado una entrevista con el nuevo coordinador provincial, el diputado Juan Ignacio López-Bas. Su optimismo me parece admirable. López-Bas cree en el proceso de refundación del partido de Albert Rivera e Inés Arrimadas que tendrá lugar en enero, cuatro meses antes de autonómicas y municipales. El tiempo dirá si tiene motivos para ese optimismo.

Los sondeos apuntan a que la mayoría de los votos que consiguió la formación naranja en 2019 se trasvasarán casi automáticamente al PP. Difícil encrucijada cuando paracerte mucho al partido grande que tienes al lado te lleva a la irrelevancia de la copia (el votante suele votar al original) y, del lado contrario, aliarte con el adversario ideológico es considerado por tu votante como una traición.

Una vez pasados los hechos es fácil decir que Cs no debería haberse echado en manos de Pedro Sánchez coqueteando con mociones de censura en Murcia, Castilla y León y Madrid. Fue una decisión estratégica muy arriesgada que ha terminado por destrozar a la formación. Pero es que ahondar en el error, en el caso de municipios como Orihuela o Sant Joan, demuestra no haber aprendido nada.

No todos los cargos políticos de Cs son recuperables para el PP. No hay ni sitio en las listas, ni ganas. Pero sí hay personas que pueden aportar mucho a un proyecto de centro-derecha con vocación de Gobierno como el de Carlos Mazón. Ahora ya no vale el paraguas de las siglas, ahora se trata de demostrar la valía personal de cada uno. Estaremos atentos.