Indignación en la Policía por el agente en la UCI tras la paliza en Elche: "Asusta que te puedan matar por trabajar"

La conmoción por la salvaje paliza que recibió un agente fuera de servicio en Elche el pasado domingo es casi tan grande como el alivio que han sentido sus familiares y compañeros de la Policía Nacional al saber que está fuera de peligro en la UCI.

Según ha podido saber EL ESPAÑOL, el policía nacional de 47 años, perteneciente al Grupo Operativo de Respuesta (GOR) de Elche, se recupera lentamente de sus graves heridas tras intentar frenar un robo y ser brutalmente golpeado por dos hombres, aún sin identificar.

El suceso, ocurrido en la calle Clara Campoamor del barrio de Carrús cuando el agente se dirigía a su residencia tras un cumpleaños familiar, ha "preocupado e indignado" profundamente a sus compañeros.

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El hombre llevaba tan solo un par de años viviendo en la ciudad tras haber sido destinado desde Cataluña.

Como afirman fuentes del sindicato JUPOL, del que la víctima forma parte, el ambiente es agridulce, pues mientras que por un lado se respira tranquilidad al saber que podrá sobrevivir a pesar de sus graves heridas, por el otro hay una gran consternación.

"En este trabajo está asumido el riesgo como algo diario, y están preparados para afrontar este tipo de situaciones, pero asusta que te puedan matar por trabajar", apuntan.

Parte de esta indignación se debe a que no es un caso aislado, ya que "es lo que están viviendo muchos policías, y te afecta como cualquier compañero con el que compartes muchas horas y riesgos".

Hay policías que vivieron una situación similar la semana pasada en el mismo barrio, pero por suerte los delincuentes salieron corriendo tras darles el alto en vez de abalanzarse sobre ellos.

"Cuando le pasa esto a un compañero, cada persona es un mundo y hay a quien le puede afectar más, pero cuando vas a hacer tu trabajo sales a hacerlo al 100 %. Es complicado, pero hay un tiempo de formación para afrontar este tipo de situaciones", indican.

Denuncia nacional

El grave incidente ha saltado a la política nacional a través del líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, quien en su cuenta oficial de X trasladó el apoyo a la familia del policía.

En una publicación en la que compartía la exclusiva de este diario sobre los detalles de la agresión, dijo estar pendiente a través de sus compañeros de la Policía Nacional y deseó que "ojalá se resuelva de la mejor forma posible".

"Nadie se merece esta brutalidad y menos aún un servidor público que iba a evitar un delito fuera de servicio. Todo el apoyo a su familia", escribió el presidente del PP.

El alcalde de Elche, Pablo Ruz, lamentó lo ocurrido y pidió un refuerzo de la seguridad en un barrio donde aseguró que un 30 % de los delitos están cometidos por delincuentes reincidentes.

Muchos compañeros de la Policía y de otros cuerpos también han compartido sus mensajes de apoyo a la víctima y han clamado justicia por estos hechos.

Aumento de agresiones

El caso, aunque llamativo por su gravedad, no es un fenómeno aislado, denuncian desde JUPOL.

Los agentes de toda España vienen alertando de "un aumento brutal" de los ataques a policías nacionales.

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Para JUPOL, "se ha perdido el principio de autoridad" y el respeto por los agentes de la ley. "Antes, cuando te identificabas como policía te tenían respeto, pero ahora te pegan una paliza".

La problemática es tal que tan solo en el año pasado se registraron cerca de 17.000 agresiones a miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, según JUPOL.

Uno de los últimos incidentes ocurrió el pasado junio, precisamente en Elche, también en el barrio de Carrús, donde un hombre se atrincheró en su balcón con un cuchillo tras sufrir un brote psicótico y comenzó a autolesionarse y a atacar a los agentes.

Medidas

Desde JUPOL identifican varios factores que están derivando en este aumento de los ataques a agentes.

Uno de los principales tiene que ver con la falta de seguridad en las calles por el retraso de 17 años del catálogo de puestos de trabajo, que lleva sin actualizarse desde 2008.

"Los nuevos policías que están entrando están yendo a destino donde era necesario ese incremento de policías en el año 2008, cuando desde entonces ha cambiado la realidad de la delincuencia", argumentan desde el sindicato.

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Otra reivindicación histórica del cuerpo es que sea considerado como profesión de riesgo. "Es algo que no entendemos, porque aunque no estés de servicio es tu obligación actuar ante un delito", explica en relación con la reciente agresión.

Por último, ya como medida posterior ante un suceso de este estilo, exigen que al menos "no se minimice ni se blanquee desde las instituciones".

"Hemos visto cómo muchas veces estos hechos se consideran como un simple atentado a la autoridad", resalta Otero, quien añade que desde el sindicato se personarán contra los agresores una vez detenidos para que se juzgue como tentativa de homicidio.

El parte médico da muestra de la violencia del ataque: pérdida de casi todos los dientes, un párpado desgarrado, fractura nasal, fractura craneal, 12 grapas en la cabeza y los pulmones encharcados.

En este sentido, critican que desde el Gobierno se celebre la reducción de la criminalidad, pues, si bien es cierto que ha disminuido en términos generales, "se debe a un descenso de los delitos leves, mientras que aumentan casi todos los graves", concluye.