Farmacia Pomares Glorieta de Elche.

Farmacia Pomares Glorieta de Elche.

Elche

Esta es la farmacia más antigua de Elche: 135 años de historia a través de tres siglos

El establecimiento, fundado en 1888, es una seña de identidad de la ciudad y fue pionero al tener el primer autoclave de toda la provincia.

24 diciembre, 2023 06:07
Alicante

Elche cuenta con empresas centenarias que han sido pieza fundamental en el desarrollo de la ciudad. La Almazara 'El Tendre', compañía olivera desde 1839, Harinas Andres Serrano, nacida en 1896, o instituciones como el Elche CF, que el año pasado sopló las velas de su primer siglo, son señas ilicitanas. En la selecta lista también se encuentra la Farmacia Pomares, un negocio que ha cuidado a sus vecinos durante 135 años a través del siglo XIX, XX y XXI.

El establecimiento fue fundado en el año 1888 por el farmacéutico Manuel Pomares Ibarra, y desde entonces se ha mantenido activo en la calle Corredera. Como referente en el área, la botica fue la primera de toda la provincia de Alicante en contar con un autoclave para esterilizar instrumentos con vapor de agua y presiones.

A día de hoy, la bisnieta de su creador, Teresa Serrano Pomares, continúa el legado familiar. Para la farmacéutica no es un negocio más, "es un servicio a la ciudadanía, porque su principal objetivo no es que sea rentable como otras empresas. A veces tienes que decirle a un cliente que es mejor que no compre un determinado producto por su bien".

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Esto es lo que lo diferencia de los demás sectores y lo hace estar vinculado a la ciudad desde al corazón del centro histórico, en la plaza Glorieta. Para Serrano es, "más que orgullo, una enorme gratitud seguirlos pasos de alguien tan grande como mi bisabuelo". Manuel Pomares también creo una de las primeras distribuidoras de medicamentos de toda la provincia, según cuenta su descendiente. Además, era primo hermano de Pedro Ibarra, una de las personalidades más importantes de la historia local y uno de los principales difusores del descubrimiento de la Dama de Elche. 

Según la propietaria, lo que ha diferenciado al establecimiento desde sus inicios es "el trato humano, porque se puede estudiar mucho y saber el nombre de todos los medicamentos, pero tienes que saber tratar con las personas y sus características".

Foto de la farmacia en la década de los 20 con Manuel Pomares al fondo a la derecha.

Foto de la farmacia en la década de los 20 con Manuel Pomares al fondo a la derecha.

Serrano presume de una foto tomada sobre el año 1920 en la que se ve a su bisabuelo junto al primer autoclave de Alicante, y cuenta que el local original estaba justo donde se encuentra el negocio, con alguna pequeña reforma obligada por temas estructurales.

Una de las pérdidas que lamenta es la decoración al estilo mozárabe del techo, con adornos y arcos propios de finales del siglo XIX. Sin embargo, aún conserva en una estantería "frascos de medicamentos al estilo francés, una moda que mi bisabuelo trajo tras trabajar en Barcelona".

Fundamentales en pandemia

Si la Farmacia Pomares es importante, en pandemia fue fundamental. "Fue un momento complicado y desde la farmacia tuvimos un papel divulgador. Había mucha gente y personas mayores que preguntaban qué estaba pasando, y nosotros les explicamos cómo se transmitía el virus". Además, Teresa Serrano expresa que ella ya sabía que iba a llegar a España un mes antes de que se desatara la crisis. 

"Fregábamos el suelo dos veces al día, quería tener todo limpio y seguro, porque si se hubiera quedado en una falsa alarma como la gripe aviar, hubiéramos tenido el lugar más limpio de Elche y no pasaría nada, pero estábamos preparados por si venía", recuerda.

Después de uno de los momentos más difíciles de la larga trayectoria del establecimiento, donde tuvieron que dar mascarillas a los enfermeros "que se jugaban la vida", la encargada opina que se ha dado una nueva dimensión a las farmacias, desempeñando un papel clave en momentos de estabilidad y, sobre todo, cuando llegan las dificultades.

Con la vuelta a la normalidad, Serrano declara que espera seguir con el legado familiar por muchos años, ya que con el tiempo descubre más sobre su pasado. "Yo no conocí a mi bisabuelo, los clientes que sí que lo hicieron son los que hacen que mantenga vivo su recuerdo a través de las historias que me cuentan", sentencia.