Captura de la cámara de seguridad donde se recoge la estafa.

Captura de la cámara de seguridad donde se recoge la estafa. Guardia Civil

Elche ESTAFA

Pillado un estafador en Santa Pola tras cometer un 'hurto mágico' a una estanquera

La Guardia Civil detiene a dos hombres que acababan de estafar a una empleada del estanco 200 euros y pretendían darse a la fuga.

21 julio, 2021 15:13
Alicante

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La Guardia Civil de Alicante ha investigado a dos personas a las que se les atribuye la autoría de un delito de estafa bajo el procedimiento conocido como hurto mágico. Tras varios intentos infructuosos, finalmente, consiguieron que en un establecimiento de Santa Pola, una empleada accediera a cambiarles varios billetes, logrando consumar la estafa.

Los hechos ocurrieron el pasado 2 de julio, por la mañana, cuando varios comerciantes de Santa Pola llamaron a la Guardia Civil para advertir que una persona había visitado sus establecimientos con la intención de cambiar dinero en efectivo, por billetes de otro valor, y que les había dado la sensación de que podía estar intentando engañarlos. Todos aportaban una descripción coincidente y bastante minuciosa. Así que los agentes comenzaron a buscarlo por las inmediaciones para comprobar si podía estar relacionado con algún ilícito penal.

En un momento, los agentes observaron a una persona que salía de un estanco a toda prisa, y cuyas características respondían a la descripción aportada por los testigos. Tras salir del establecimiento y tras caminar rápidamente varios metros, se introdujo en un turismo, dónde le esperaba otra persona y emprendieron rápidamente la marcha. Convencidos de que, efectivamente, su actitud era sospechosa, interceptaron el vehículo e identificaron a los dos ocupantes. En una riñonera, el hombre al que vieron salir del estanco, portaba 790 euros en billetes de distinto valor.

Tal y como habían supuesto, acababa de culminar una estafa en el local del que salía cuando dieron con su paradero. Los agentes encontraron a la empleada del estanco nerviosa y muy preocupada: se acababa de percatar de que había sido víctima de un timo. En su manifestación, declaró que el autor le había solicitado que le cambiara unos billetes de cinco euros en otros de diversas fracciones.

Hurto mágico en Santa Pola

Al comprobar las imágenes de la cámara de vigilancia, que había recogido todo lo ocurrido, los investigadores pudieron comprobar que mientras que la víctima realizaba la transacción, el estafador, con gran habilidad, retiró parte del dinero entregado por la empleada, haciendo creer a la víctima que aún estaba pendiente de entregárselo. Una vez que ella le entregó el resto, pensando que no se lo había dado todo, el autor se marchó con el dinero estafado.

Investigados

Han sido investigadas dos personas como presuntos autores de un delito de estafa. Se trata de dos hombres de 44 y 47 años, de nacionalidad rumana. Han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Elche quedando en libertad a la espera de celebración de juicio

El dinero ha sido intervenido y puesto a disposición judicial. Los 200 euros procedentes de la estafa ocurrida en el estanco ha sido entregado a su legítima propietaria. La Guardia Civil no descarta la localización de otros perjudicados. 

El hurto mágico

Este método de estafa es conocido como hurto mágico. Consiste en solicitar al empleado de un comercio que trabaja con la caja registradora, que le cambie uno o varios billetes de poca cuantía. Cuando la víctima accede a realizar el cambio, el autor, que posee gran destreza para hacer el cambio sin que el perjudicado llegue a percatarse, se guardará parte del dinero entregado como cambio, haciendo que la víctima pierda parte del dinero sin ser consciente del engaño antes de que al estafador le dé tiempo a desaparecer de su vista.

En un coche, en un lugar cercano, un cómplice aguarda para colaborar a la huida del estafador. Suelen ser bandas itinerantes, una vez que han cometido el hurto en una localidad, marcharán a otra para continuar delinquiendo, y evitar así ser atrapados.

El hecho de que los comerciantes de Santa Pola alertaran a la Guardia Civil ante su sospecha de que una persona podía estar cometiendo una estafa, justo cuando los hechos estaban ocurriendo, facilitó que los agentes pudieran localizar al autor antes de que le diera tiempo a darse a la fuga.