Alicante

¿Cuál es el futuro de las ciudades? En Benidorm, una de las ciudades de Europa con mayor número de rascacielos, la apuesta por la construcción en vertical y la redensificación tiene en cuenta que por sus calles se pueda vivir gracias a sus comercios. Así lo resume el hotelero Toni Mayor en un encuentro sobre urbanismo con los arquitectos de Alicante.

La experiencia de Mayor, el actual presidente de la cadena Port Hotels y anterior responsable de la patronal Hosbec, parte de llevar toda su vida hablando de su ciudad. Y así lo demuestra de nuevo al charlar ante los profesionales del CTAA en una jornada organizada con la plataforma empresarial REM.

Para hablar del futuro, Mayor se remonta al pasado. Y a tres años clave que redefinieron la historia de la ciudad. El primero, 1956, con el nacimiento del primer Plan General de Ordenación Urbana de España. Un "plan revolucionario con un buen equipo". En él se trazaron las líneas maestras para convertir el pueblo de pescadores en la capital turística que es hoy gracias a su organización de avenidas y distribución de manzanas.

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La siguiente fecha es 1963. "Se hizo una modificación sustancial en la verticalidad y altura libre", recuerda al público. Es decir, los edificios podían ser rascacielos. Y así lo hicieron de forma masiva hasta llegar a los 26 edificios con más de 100 metros de altura, otros 65 edificios con 80 metros y más de 20 plantas y 62 edificios con más de 25 plantas que tenía hasta el verano pasado, según recoge el portal de turismo de la ciudad, porque sí, la ciudad sigue creciendo.

De construir mucho se encargó Alfonso Puchades, tanto que acabaría teniendo una avenida con su nombre que se encarga de conectar la playa de levante con poniente por el interior de la ciudad. "En los 60 su empresa hizo una plaza de toros de 10.000 personas en un municipio de 6.000 habitantes. Y eso ayudó mucho a Benidorm. Tuvimos mucha suerte con esa historia", valora.

A lo afortunado se sumó el talento al contratar a reconocidos arquitectos que crearon la línea del cielo más reconocida de la costa. Así Mayor desgrana los nombres de Guardiola y García Solera en los 60 para luego pasar a dos catalanes como Ricardo Bofill y Oriol Bohigas. Por sus elecciones, Mayor sostiene que "Benidorm siempre ha tenido una visión de vanguardia en lo privado y público". 

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Y la tercera fecha es 2001. "Vino la modificación del plan general para estimular la construcción de hoteles para la que no cuenta en la volumetría lo lúdico, son las habitaciones", explica. Ese cambio, sostiene, "hace de palanca para una reconversión turística como no se ha visto en España".

Mayor insiste en este cambio de siglo porque considera que no se ha valorado del mismo modo que las anteriores fechas su impacto. Y es que "se ha pasado de tener hoteles de una a tres estrellas a tener la mayoría de hoteles de cuatro o cuatro superior. Y eso ha sido un revulsivo porque el hotel era el destino".

Estos mimbres son los que han transformado la ciudad. Pero Mayor insiste en un factor diferencial frente a otras ciudades que han apostado por el turismo y la verticalidad de sus edificios, el mantener la vida a pie de calle. "El ADN es Benidorm la arquitectura vertical y compacta, que no se entienden sin planta baja. Si no tuviera esa planta se parecería a Dubái que es una ciudad invivible, porque no tiene planta baja, vas y te llevan, pero no es ciudad. Una ciudad sin planta baja es otra cosa". 

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