Llega el verano y se repite la petición -en una parte del sector- para que haya más taxis con el objetivo de atender a la demanda de turistas. Lo ha hecho esta semana la Asociación de Empresas Turísticas de Elche (AETE) y lo está haciendo en Benidorm un nuevo colectivo, la 'Asociación Sindical de Trabajadores del Taxi de Benidorm y Marina Baixa'. 

De hecho, a falta de alguna formalidad, ya están constituidos como sindicato, explican a EL ESPAÑOL De Alicante, para poder llamar pronto a las puertas de un Ayuntamiento que volverá a ser gobernado al PP tras las elecciones del próximo 28 de mayo. 

Lo que no cambia, denuncian, es el número de licencias de taxi. Desde 2007 se han estancado en 232. Los diferentes consistorios han esgrimido que "son suficientes" para la población que acoge la capital turística. Sin embargo, desde este nuevo sindicato recuerdan que Benidorm tiene dos caras, la que refleja el censo oficial de 2022 de casi 70.000 personas residentes durante todo el año y la de 400.000 personas (algunas cifras hablan de medio millón) que se da en periodo estival. 

"El paso pasado, como antes de la pandemia, durante los meses de temporada alta hubo falta de taxis, ya fuera por la mañana, por la tarde o por la noche podíamos ver a personas haciendo cola en las paradas para coger uno", afirman.

Es, sobre todo, a partir de 2022, cuando han notado más afluencia turística, sin embargo, "la falta de vehículos es brutal y ya lo hemos denunciado porque no lo entendemos". De momento, no han trasladado su petición formal al consistorio "hasta que no nos registremos como sindicato en el Ayuntamiento". Sí que reconocen que al equipo de Gobierno "le consta" el problema y "le preocupa", pero "siempre que ha habido algún movimiento para paliar el tema, la patronal se ha echado encima para evitarlo porque entienden que cuanto más competencia, peor para ellos".

En ese tiro y afloja, las asociaciones mayoritarias del taxi "cierran el puño", algo, entiende este sindicato, que "les acaba perjudicando casi siempre a todos lo que han hecho como ha ocurrido en Madrid, si bien es una ciudad cuyas cifras son incomparables con Benidorm, allí y en todas partes donde no se quieren dar nuevas licencias, las VTC se han encargado de cubrir ese espacio". 

[Cabify comienza a operar en Alicante con los taxis que se adhieran a precio cerrado desde su app]

Se refieren a servicios como el de Uber o Cabify, que también hay en Benidorm, "pero de momento están controladas, se dedican sobre todo a estar en el aeropuerto, que es la carrera estrella de la zona porque es la que más dinero da", apuntan.

Personas con discapacidad

Es más, señalan que "el Ayuntamiento siempre saca pecho de que Benidorm está a la vanguardia de la movilidad sostenible, pero no pueden aceptar que haya personas mayores en silla de ruedas o con movilidad reducida que estén esperando tanto tiempo a coger un taxi", denuncian.

Y es que la mayoría de los clientes que demandan taxi en esta localidad "son extranjeros y personas mayores cuyas quejas solo llegan a sus respectivos hoteles", en unos casos, "y en casos particulares no llegan a ningún sitio. Nos consta que algunas de esas quejas se reciben en la concejalía correspondiente", aseguran. 

En el caso de las personas con movilidad reducida que requieren de taxis adaptados "la situación está lejos de ser mejor, más bien al contrario". "Antes de la pandemia quisieron crear un mínimo de 7 taxis de 7 plazas y que una de las plazas fuera adaptada para silla no plegable, (vehículos tipo furgoneta), pero al final la negativa de los taxistas lo paró y lo único que se hizo fue transformar unos taxis tipo turismo para poder llevar hasta 6 personas con el inconveniente de que si llevan equipaje ya no tienen espacio y no los pueden llevar".

Este nuevo sindicato asegura que el taxi tipo furgoneta que puede llevar 6 personas con equipaje solo hay uno en la ciudad, "pero adaptados para personas con movilidad reducida ninguno". Estos usuarios tienen que esperar "entre 20 y 40 minutos para ser recogidos por un taxi adaptado y los pocos taxis de este tipo no dan abasto, responden a las llamadas ocupados y mientras dejan a los clientes y vuelven a estar disponibles para recoger esa llamada, algunas veces en la otra punta de la ciudad, pasa demasiado tiempo", sostienen.

"Los hemos visto por ejemplo en la Clínica Benidorm esperando mucho rato, pero que eso pase en julio y agosto con tanto calor, es totalmente denigrante que permitan esto y no es entendible", añaden. Con todo, piden que para que se diera un servicio correcto con vehículos adaptados "hoy en día deberían de ponerse en funcionamiento un mínimo de 15 taxis más".