La reciente actuación en Valencia con la música de Roger Dannenberg y Jorge Sastre.

La reciente actuación en Valencia con la música de Roger Dannenberg y Jorge Sastre. S.G. Botte

Innovación

La inteligencia artificial ya puede improvisar música en un grupo: "Nos lleva a un nuevo territorio musical"

El creador presenta en Valencia una ópera sincronizada en tiempo real y el resultado de una improvisación con trompeta que redefine la colaboración humano-máquina.

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Alicante
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El músico virtual ya está aquí gracias a la inteligencia artificial. El pionero investigador Roger Dannenberg se despide de Valencia donde ha presentado sus últimas innovaciones en composición musical con IA: "Nos lleva a un nuevo territorio musical".

La primera prueba de ello es Felicità y la Jauría, una obra en la que él y el valenciano Jorge Sastre han compuesto la música. Para esta actuación, han utilizado Accomplice, su sistema de intérpretes virtuales para sincronizar la electrónica con la acción en vivo, incluyendo músicos y cantantes.

Como explica a EL ESPAÑOL, este sistema se conecta al piano, escucha la interpretación y utiliza esa información para saber en qué punto se encuentra la pieza y cuál es el tempo. Así coordina "todos los sonidos electrónicos con el piano en tiempo real".

Gracias a esta innovación permite recuperar una "sincronización muy detallada" de la interpretación del piano en directo, permitiendo la inclusión de "muchos más sonidos electrónicos" que añaden al rendimiento.

El reto, como recalca, no es fácil. La complejidad de coordinar la electrónica en una actuación en vivo, especialmente en ópera, se debe a que los cantantes son "muy expresivos" y el tiempo "nunca es muy consistente".

Y Jorge Sastre lo pudo comprobar porque, si bien el sistema funcionó perfectamente en la función ofrecida el 12 de noviembre, hubo dificultades iniciales. La pianista, que era "muy tradicional y no estaba acostumbrada a la tecnología", se mostró dispuesta a trabajar con ella.

En el primer ensayo, "tuvimos un error al configurar el sistema" y la mitad de las notas que tocó sonaron mal, lo que llevó a la pianista a afirmar que "no, no puedo hacer música con esto, esto no va a funcionar".

Dannenberg revisó los archivos y detectó el fallo inmediatamente. Una vez corregido, funcionó y la representación fue "fantástica", valora.

De esta experiencia el investigador se lleva una comparación que en un principio le sorprendió. La pianista le contó que "considera que el ordenador es como un bebé o un hijo" porque siempre está siguiendo, imitando y "tratando de tocar correctamente todo el tiempo".

Escuchar que a su sistema de inteligencia artificial lo definieran como un niño, reconoce, en un primer momento le hizo sentirse "un poco ofendido". Una idea que cambió totalmente porque  ahora cree que es "un cumplido muy positivo", una "gran metáfora" y una "verdadera revelación," ya que las relaciones humano-computadora evolucionan, llevando consigo "toda nuestra humanidad".

Tras esa puesta en escena en el auditorio de Bellas Artes, Dannenberg presentó en otra charla otra actuación musical que había realizado en Portugal. En ella, el ordenador utiliza "técnicas de IA y redes profundas y otros tipos de sistemas de IA para escuchar a la trompeta y responder a la trompeta e improvisar en tiempo real".

Dannenberg considera que esto es una "especie de composición, además de una improvisación". El investigador afirmó estar "seguro de que sin el aprendizaje automático, nunca habría hecho una pieza como esta".

Escribir música con IA

La inteligencia artificial no está "creando algo nuevo" por sí misma, sino que está "dándome nuevos materiales con los que trabajar" y "creando nuevos problemas para mí para resolver musicalmente". Esa es la razón por la que concluye que el proceso creativo "me lleva a un nuevo territorio musical".

La visita también tuvo otro componente de investigación. Dannenberg y el grupo de informática de Sastre se han estado reuniendo para desarrollar una colaboración enfocada en "la aplicación para la composición musical".

Este proyecto de investigación busca mezclar el conocimiento de computación del grupo de Sastre con el conocimiento de Dannenberg sobre composición musical con IA.

Mirando hacia el futuro, Dannenberg identifica la limitación del control como el mayor desafío para los sistemas musicales actuales. Actualmente, el proceso se asemeja a describir lo que se desea, presionar un botón y "sale algo de música," pero si no gusta o se quiere modificar, "se vuelve muy difícil".

Dannenberg anticipa que la dirección futura de la IA y la música será hacer que los sistemas sean "más controlables para que la gente pueda tener algo de agencia y aplicar su creatividad" e interactuar realmente con ellos.

A largo plazo, el objetivo es ir más allá de la imitación, que es "en gran medida lo que los sistemas de IA pueden hacer hoy". "La calidad está aumentando".

Sin embargo, la verdadera creatividad en el arte requiere "visionar enfoques y la razón por la que hacemos las cosas y el significado detrás de lo que estamos haciendo", lo cual está "mucho más allá de la simple imitación". El objetivo final es crear sistemas "verdaderamente creativos" que superen la "masterización de la práctica existente".