
Botellas más sostenibles que las actuales par los laboratorios, fabricadas con polietileno.
Ivace+i apoya el desarrollo de bioplásticos para fabricar nuevas botellas más sostenibles y biodegradables
El objetivo es sustituir las botellas de plástico que se usan en los laboratorios de control de calidad del agua potable por otras de origen ‘bio’.
Más información: Ivace+i financia el proyecto tecnológico COSOSFU para reducir el impacto ambiental en el sector de la construcción
La Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, que dirige Marián Cano, respalda a través de Ivace+i Innovación el desarrollo de nuevas formulaciones de bioplásticos con los que producir botellas más sostenibles que las actuales, fabricadas con polietileno. Aimplas, el Instituto Tecnológico del Plástico, coordina este proyecto estratégico con empresas privadas e instituciones.
Según explica la Conselleria, este compuesto sintético se erige en uno de los plásticos más utilizados debido a su versatilidad, bajo coste y propiedades físicas. Sin embargo, a pesar de que se trata de un polímero reciclable, su uso masivo y su lenta biodegradación plantea un reto ambiental para cuya resolución se están estudiando materiales alternativos.
El proyecto, denominado ‘B3CLAB’, está coordinado por el Instituto Tecnológico del Plástico, Aimplas, con Labaqua, Aguas de Alicante y Assur Medical, así como con la Universidad de Alicante (UA). Además, la iniciativa cuenta con financiación de la Unión Europea en el marco del programa FEDER Comunitat Valenciana para el periodo 2021-2027.
A través de este proyecto se pretende reducir el impacto ambiental que genera el elevado consumo de plástico en los laboratorios de control de calidad de agua para consumo humano. Según un estudio preliminar de Aguas de Alicante, elaborado junto a otros tres centros del grupo Agbar, estos centros usan 125.000 botellas de polietileno al año para tomar muestras y someterlas análisis.
Este mismo informe, que data de 2022, proponía, además, una posible vía de solución. A juicio de las personas especialistas que participaron en esta investigación, los biopolímeros constituyen una alternativa real y sostenible a los compuestos sintéticos. Sin embargo, la migración todavía no se ha extendido ampliamente en la industria de los laboratorios de control de análisis debido a factores como las propiedades del material, los costes o problemas en la gestión de residuos.
El objetivo de ‘B3CLAB’ es dar con la formulación adecuada para desarrollar una botella de un polímero biodegradable que resista los procesos de fabricación y cumpla con las propiedades exigidas para la toma de muestras de agua para su posterior análisis.

Un de las reuniones de trabajo del proyecto ‘B3CLAB’ de Ivace+i.
Sustituir materiales contaminantes
De este modo, se podrían sustituir los polímeros procedentes de la industria petroquímica por otros de origen ‘bio y biodegradables para ofrecer al mercado un producto que contribuya a lograr el objetivo de cero emisiones netas para 2050.
El principal problema que presentan los plásticos biodegradables producidos a partir de materias primas renovables es el rango de temperaturas que pueden soportan durante su fabricación. Generalmente, la temperatura necesaria durante los procesos de inyección o extrusión, con los que se da forma a la botella, suele ser excesiva para esta clase de polímero, lo que provoca su degradación.
Precisamente, el equipo que trabaja en esta iniciativa está evaluando todos estos factores para desarrollar una botella de bioplástico en condiciones óptimas. Al frente de este consorcio se sitúa Aimplas, que aporta sus conocimientos en el procesado de materiales biodegradables y en el análisis de materiales plásticos.
La validación de los materiales, tanto en lo que respecta a sus propiedades físicas como mecánicas, corresponden a los tres socios restantes. El departamento de Química Analítica, Nutrición y Bromatología de la UA es el responsable de garantizar que el bioplástico elegido no absorbe ni transfiere metales.
Labaqua, por su parte, comprobará que es adecuado para el almacenaje de muestras, mientras que Aguas de Alicante comprobará su idoneidad para la determinación de compuestos inorgánicos, metales e indicadores de la calidad del agua, en muestras reales.
Por último, Assur Medical desarrollará el sistema de recogida de datos y de análisis estadístico, visualización y coordinación de la información entre todos los participantes.
La iniciativa se alinea con las conclusiones del Comité Estratégico de Innovación Especializado (CEIE) en Descarbonización, que aboga por impulsar las materias primas alternativas y de la economía circular para reducir las emisiones de CO2.
Asimismo, el proyecto también se encuadra en los ejes principales de la Estrategia Especialización Inteligente de la Comunitat Valenciana, S3, que coordina la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo.