Antonio Berna, productor y distribuidor de uva embolsada del Vinalopó, posa en su empresa con una muestra de su producto.

Antonio Berna, productor y distribuidor de uva embolsada del Vinalopó, posa en su empresa con una muestra de su producto. Iván Villarejo

Economía

Antonio Berna pone 1,5 M de kilos de uva en las mesas europeas: “Si la quieres sin pepitas, tienes que hormonarla”

El valle del Vinalopó alicantino ha perdido en los últimos tiempos 4.000 hectáreas de uva, pero los productores confían en que la calidad de su producto se mantenga con el agua disponible en la zona.

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Antonio Berna lleva 37 años produciendo, comercializando, exportando y representando a la "Uva Embolsada del Vinalopó", la reina de las mesas españolas en Nochevieja. Fue fundador del Consejo Regulador de la Denominación de Origen (D.O.) alicantina y redactor de su decreto cuando se creó en 1988. Ha sido durante 25 años vicepresidente de la D.O. y 12 años presidente de la Asociación de Exportadores.

La empresa de Berna tiene 35 hectáreas de producción de todas las variedades de uva amparadas por la D.O.: Aledo, Doña María, Italia, Victoria, Red Glove (negra)... y sin pepitas: la Crimson. Es el primer año que la produce porque en el valle del Vinalopó hay muy poca pero se está imponiendo en el resto de España, sobre todo en Murcia. Al tiempo, comercializa uvas de otros productores que previamente compra cuando lo requiere el mercado. De media produce y vende entre un millón y millón y medio de kilogramos de uva al año.

La uva del Vinalopó con sello D.O. es la que se produce en los municipios alicantinos de Agost, Aspe, Hondón de los Frailes, Hondón de las Nieves, La Romana, Novelda y Monforte del Cid, donde se ubica la empresa de Berna. Una zona en continua transformación, con tensiones entre tradición y modernidad, costes y cambio climático, pero con un producto único por su calidad y aprecio entre el consumidor. Berna explica que la diferencia en la producción de esta fruta y el hecho de que la uva sin pepita sea una excepción en el valle, se debe al clima y los métodos de producción aparejados a la climatología del terreno.

"Nuestro clima nos permite embolsar la uva mientras está en la vid, sin embargo en Murcia no pueden porque hay una temperatura un poco más alta. Con esa pequeña diferencia de temperatura de más que hay allí la uva se consume dentro del bolso, no se desarrolla bien". Y es que este método de producción es único en la zona. "A principios de los años 20 del siglo pasado, el alcalde de Novelda se enfrentaba en sus fincas a dos grandes problemas: el mildeu, que es un hongo; y la cuchilla que llamamos nosotros (Cochinilla Algodonosa, Planococcus ficus), que es un gusano que pica al grano. En el momento en que la piel se estropea, se hincha y rompe el grano. Por ahí entran ya los hongos, la humedad y el calor, hasta que se pudre", describe Berna.

De este modo se empezaron a cubrir las uvas con papel de estraza o de periódico y los agricultores de la zona se dieron cuenta de que las uvas que estaban protegidas por el papel tenían la piel más fina, no se quemaban por el sol y todos los racimos cogían el mismo color. "Los bolsos primero eran cosidos, ahora son pegados. Ahora lo hace una máquina automáticamente que los corta y los pega. El papel es de celulosa virgen. Es un método que no se puede exportar. En el Rebolledo, a 5 kilómetros de aquí pero fuera del valle, se ha comprobado cómo la uva se estropea dentro del bolso".

Las trabajadoras del almacén de Antonio Berna preparan las cajas de uva para la Nochevieja.

Las trabajadoras del almacén de Antonio Berna preparan las cajas de uva para la Nochevieja. Iván Villarejo

No obstante, el cambio climático también está afectando a la producción de esta zona. "El calor lo sufre cualquier fruta, da igual que esté embolsada que sin embolsar. El estrés que les produce, hace que no desarrollen igual el fruto. Eso lo solucionamos regando más. Este año ha hecho mucho calor y hemos gastado más en agua. El problema del agua aquí siempre ha sido endémico".

En el valle alicantino llegó a haber hasta 13.500 hectáreas de uva y ahora mismo no llegan a 9.000 las que hay en producción. Esa bajada de la producción ha permitido que la poca agua que llega a la zona sea suficiente para el riego. Para eso, el Estado y la Generalitat Valenciana hicieron el trasvase Júcar-Vinalopó y el agua llega desde Cullera. Pero por el momento solo hay canalizaciones en el margen derecho. Los agricultores confían en que pronto se acaben las obras del izquierdo.

"La variedad italiana es la que más antes había aquí, sobre todo en Monforte y Aspe. Ahora prácticamente ha desaparecido porque el cambio climático ha hecho que sobremadure y como tiene mucho azúcar, la cortas y aquí está bien, pero las mandas al mercado y a las 24 horas se ha puesto morena porque el azúcar se ha cristalizado. Parece que está manchada. Está bien para comer, pero a la vista se le quita el atractivo", explica el agricultor. Ahora se ha ido reemplazando con una variedad nueva que es un cruce entre una Roseti (autóctona del valle pero ya desaparecida) y una variedad portuguesa que se llama María. Es la Doña María . Esta variedad produce más kilos y evita la sobremaduración que tenía la italiana.

Uva con o sin semilla

Donde más vende Berna y sus compañeros los días de Navidad es en España, y la uva es la Aledo. Curiosamente también es la uva que más se exporta porque es la más tardía. "Ya no queda en Italia, en Turquía o Chipre. Tradicionalmente es la uva que se exporta a Francia, Italia, Suiza, Alemania..., de estos últimos cada vez menos. Donde más se aprecia es en los países tradicionalmente productores de uva. En Alemania, Suiza, Inglaterra, y sobre todo los países nórdicos, quieren la comodidad de la uva sin semilla", señala el productor.

Un campo de vides en Monforte del Cid.

Un campo de vides en Monforte del Cid. Iván Villarejo

Antonio Berna es tajante: "A toda la uva sin semilla, para hacerle el grano grueso y hacerle el racimo grande. Para eso hay que tirarle hormonas. Si no, no se consigue engordar el grano ni agrandar el racimo. Hay mucha gente que es reacia a las hormonas porque es una producción un poco artificial. No es perjudicial para la salud, simplemente, hay que estimular a la planta de una forma no natural para que se parezca más natural. En la uva con semilla cada variedad tiene su sabor, tiene su color, tiene su tamaño de grano y tamaño de racimo. En la uva sin semilla eso se consigue de forma artificial".

"Poco a poco va cambiando el consumo porque la gente joven, sobre todo los que no están habituados a comer fruta, quieren comodidades. Una uva sin semilla es como una pipa. Además se están mejorando un poco las variedades más antiguas de uva sin pepita, que no tenían ningún sabor y eran muy verdes. Se van haciendo cruces y se consiguen sabores también en el laboratorio. Ahora lo que se está intentando buscar son variedades fuertes y resistentes a las plagas", resume Berna.

La producción

El 80% de las primeras uvas en recogerse, la Victoria, Doña María o Italia, van al mercado nacional y un 20% se exporta. Con la Aledo pasa al revés. El 80% se exporta y el 20% se queda aquí y se vende en las fechas de Navidad en el mercado nacional.

El productor y comercializador de uva, Antonio Berna, durante la entrevista en su despacho.

El productor y comercializador de uva, Antonio Berna, durante la entrevista en su despacho. Iván Villarejo

Este año la cosecha ha estado en la media. El año pasado y el anterior fueron cosechas muy cortas por la gran sequía, pero los precios fueron mucho más rentables que este año. Los agricultores afirman que hay partidas que se van a quedar en el campo porque a lo mejor no tienen una calidad suficiente o porque en la hora de vender, el mercado no paga sus precios. Y es que juegan a contrarreloj, solo tienen unos días para vender estas variedades, del 15 de diciembre al 10 de enero. A partir de entonces entra mucha uva de Chile, Perú o Sudáfrica.

Las quejas de los agricultores europeos por la excesiva legislación y permeabilidad de productos exteriores tienen su reflejo también en el sector de la uva de mesa. "Cada vez tenemos menos armas para tratar las plagas. Europa nos va quitando productos porque dice que son perjudiciales para la salud. Sin embargo, luego vienen producciones del hemisferio sur que no tienen esa prohibición. Ellos pueden combatir las plagas, como nosotros lo hacíamos antiguamente, y tienen producciones mejores que luego venden aquí".

Relevo generacional, inmigración y placas solares

La agricultura española está pasando por un problema de relevo generacional que se traduce en el reemplazo de mano de obra inmigrante. Este hecho ha provocado que en Monforte se produzca un hecho político muy particular: Izquierda Unida gana en las elecciones locales, y la derecha en las generales. Vox incluso fue el partido más votado en 2019. Berna, que en las primeras elecciones democráticas fue concejal de UCD, cree que en los pueblos "lo que se busca es la persona, porque aquí no hay problemas con la inmigración. Los alcaldes son de izquierdas, pero ya no quedan comunistas ni marxistas, los vecinos votan a la persona".

"Hay inmigrantes pero no conflictos entre comunidades. Antiguamente había mucho marroquí, mucho argelino, como tienen el problema del lenguaje les cuesta más integrarse y en otras zonas se hacen guetos, eso es normal. Con los inmigrantes que hablan nuestro idioma hay muchos menos problemas para que se integren", añade el agricultor.

El almacén de uva Antonio Berna en Monforte del Cid, Alicante.

El almacén de uva Antonio Berna en Monforte del Cid, Alicante. Iván Villarejo

El abandono de los terrenos de cultivo también está provocando en el valle la proliferación de muchos proyectos de energía fotovoltaica y hay mucho malestar cuando se trata de plantas cercanas a los municipios. Antonio Berna cree que es un fenómeno normal. "Al dueño de esos terrenos que no producen le cuesta la contribución, le cuesta la derrama que tiene que pagar al grupo. Entonces llega alguien y te dice, te alquilo o te compro el terreno. Si es para agricultura no se lo van a comprar, o se lo van a comprar muy barato. Sin embargo, viene uno de las placas solares y te dice: 'Oye, ¿qué vale una tahulla para agricultura? Por ejemplo, 1000 euros, pues yo te voy a dar 1.500'. Y se lo vendes".

"Luego vienen los ecologistas. Me acuerdo cuando se hicieron los dos campos de golf. No querían y eso que esto era un secarral. Tú vas ahora y hay conejos, perdices, abubillas, un montón de fauna que antiguamente ni existía. Además se riegan con agua reutilizada y aportan mucha mano de obra. Me imagino que habrán caído del burro. Pasará igual con las placas solares", predice el agricultor.

El futuro de la uva

Berna no es muy optimista sobre el futuro de la producción de la uva "o de cualquier fruta. No se comen por el azúcar, y luego van y comen helado ¿No se supone que comemos más sano? La gente come lo cómodo. Vas a un restaurante y te ofrecen 10 postres, a lo mejor te ofrecen una fruta. Las parejas jóvenes compran menos fruta que los mayores. La fruta buena te la tienes que comer madura. Si tú compras una fruta para que te dure mucho, la compras verde, no va a tener el sabor ni va a tener las propiedades de una fruta en su punto".

Últimos trabajos en Monforte del Cid para poner la uva de mesa en las mesas españolas esta Nochevieja.

Últimos trabajos en Monforte del Cid para poner la uva de mesa en las mesas españolas esta Nochevieja. Iván Villarejo

La inflación o la subida del SMI también ha afectado al sector. En dos años el salario mínimo subió de 700 euros a más de 1.000 euros. Si un agricultor pagaba 6 euros por hora se encareció de repente a 9 euros por hora. "Los dos primeros años lo pasamos muy mal porque nosotros no podíamos repercutir el costo en el mercado, porque el mercado estaba acostumbrado a pagar un precio por la uva salida de almacén. Muchas empresas han desaparecido y otras muchas han perdido dinero. A tiempo subió el transporte, las cajas, todas las cosas. Y no se ha vuelto atrás. Luego llegó la ley que nos prohibía vender por debajo del costo. Hay que pensar que la uva que no vendes, la tienes que tirar", explica el agricultor.

Los agricultores en general se quejan mucho también de los precios impuestos por las grandes superficies y las grandes cadenas de supermercado. "Una de las cosas por las que surgió la D.O. fue por las dificultades que teníamos, era una manera de aglutinar un poco la producción para defendernos de la distribución. Nosotros somos muchos, pequeños y mal organizados. Ellos son pocos, grandes y bien organizados", concluye Berna.