José Vicente Andreu, presidente de ASAJA Alicante.

José Vicente Andreu, presidente de ASAJA Alicante. Iván Villarejo

Economía

José Vicente Andreu, presidente de Asaja Alicante: "La UE tendría que ser más firme ante las amenazas de EE.UU"

El sector agrario también se muestra preocupado por la reestructuración y la previsión de recortes de entre el 20 y el 25 de la Política Agraria Común (PAC).

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Alicante
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Los aranceles del 15 % impuestos por Estados Unidos ya son una realidad, y la provincia de Alicante, con su arraigada tradición exportadora, se encuentra en una situación de profunda incertidumbre y perplejidad.

Si bien el calzado y la alimentación son los sectores más directamente afectados, una conversación con José Vicente Andreu, presidente de Asaja revela a EL ESPAÑOL una trama mucho más compleja, donde las tarifas son solo la punta del iceberg de unas negociaciones comerciales que prometen "trastocar el esquema de valores y políticas de la Unión Europea".

Desde Asaja, la visión es clara: el sector sigue navegando en un mar de incertidumbres. Andreu explica que, incluso a nivel nacional, la información es limitada porque "todavía siguen las negociaciones".

El meollo del asunto no se limita a los aranceles, sino a una presión persistente de Estados Unidos para "equilibrar su balanza comercial", actualmente muy positiva para Europa.

Pero lo realmente alarmante son los "flecos" de estas negociaciones. En este sentido, Andreu recuerda el pacto de la importación masiva de energía (petróleo y gas) y armamento americano por valor de cientos de miles de millones de euros.

Esto, según señala "trastoca muchísimo la economía a nivel del continente europeo" y, además, es profundamente contradictorio con los objetivos de Europa de avanzar hacia modelos energéticos más sostenibles y una agricultura con mayor condicionalidad ambiental.

"Mientras se exige a los agricultores que reduzcan su huella hídrica y de carbono, se nos obliga a comprar más combustibles fósiles, es una locura", denuncia el presidente de Asaja.

El futuro de la PAC

Pero si hay algo que realmente "tiene con los ojos abiertos y con cara de terror" a los agricultores, es la amenaza que se cierne sobre la Política Agraria Común (PAC).

La Unión Europea planea una reestructuración presupuestaria para 2028-2034 con recortes de alrededor del 20-25%, un cambio que alarma a los agricultores y que algunos incluso interpretan como la posible desaparición de esta última, una preocupación que comparte Asaja.

La PAC, que ha sido durante décadas la mayor parte del presupuesto europeo, es la única política estructural que existe en toda la Unión Europea.

Su desaparición no solo sería "un fraude para sus electores" sino un problema mayúsculo para la UE, ya que la auténtica libertad y soberanía empieza por tener soberanía alimentaria, destaca Andreu.

Para la agricultura española, orientada principalmente al mercado europeo, la pérdida de la PAC sería una preocupación "mucho mayor" que los propios aranceles, pues la exportación al mercado americano representa menos del 5% de la actividad agrícola de Alicante.

Impacto sectorial: Una realidad con matices

Aunque la incertidumbre es generalizada, el impacto de los aranceles varía notablemente según el sector:

Aceite de Oliva: Andreu destaca la incidencia en este sector como "muy limitada". Estados Unidos es el segundo mayor consumidor de aceite del mundo después de España, y valoran la calidad y los beneficios para la salud.

"Los americanos están dispuestos a pagar, y el consumo no disminuyó ni siquiera cuando el precio se duplicó el año pasado", recuerda Andreu.

Conservas: La industria conservera de la Vega Baja exporta productos como los corazones de alcachofa a EE. UU. Similar al aceite, según el presidente de Asaja, el consumidor americano de productos gourmet está dispuesto a asumir el incremento del 15-20%, por lo que "no tendrá incidencia".

Vino: Europa sufre un problema de excedente de vino y el consumo per cápita va a la baja. "El mercado americano es crucial, especialmente para vinos franceses y españoles como los de Rioja o Ribera del Duero", apunta. En Alicante, algunas bodegas han logrado éxitos notables a nivel internacional.

Sin embargo, un incremento del 15-20% de precio de una botella que ya cuesta 25-30€ puede "afectar a los consumidores americanos".

Ajo: España es la segunda potencia mundial en producción de ajo, después de China. Aunque Alicante no lo cultiva, empresas como SAT Imperio de Benejuzar, quienes transforman y preparan el ajo seco proveniente de Castilla-La-Mancha, son grandes exportadoras a EE. UU.

La inestabilidad arancelaria (con subidas al 50% o bajadas al 30%) ha provocado una "caída en la venta de casi el 30% desde marzo", según señala Andreu.

Aquí, el problema no es tanto el arancel en sí, sino la incertidumbre comercial que afecta la planificación de exportaciones que requieren "protocolos muy muy estandarizados" y meses de antelación.

Almendra: Un caso peculiar. Los aranceles del 2-3% para las importaciones a España desde EE. UU. "han desaparecido", lo que favorece a los exportadores industriales de la provincia que procesan y venden almendra de origen mayoritariamente americano (70-80%).

Sin embargo, esto también significa una "competencia un poco más dura con los americanos".

La necesidad de una Europa fuerte

En definitiva, Asaja caracteriza la situación actual de "incertidumbre" y "perplejidad". En este sentido, lamenta que en la Unión Europea se esté "tocando los valores que nos han inculcado y con los que nos hemos criado", especialmente al priorizar acuerdos que contradicen los principios de sostenibilidad agrícola.

La visión de la asociación de agricultores es clara: el presidente americano es "ante todo un comerciante" que buscará su beneficio. Por ello, la Unión Europea "tendría que tener más firmeza" y "dar un golpe encima de la mesa" para "recuperar la identidad europea".