La provincia de Alicante ha contabilizado un total de 2.360 nuevas sociedades mercantiles en los cinco primeros meses del año, una cifra superior a las 2.185 del último año sin pandemia, 2019.

Según las cifras que ha divulgado el Instituto de Estudios Económicos (Ineca), esto supone que el territorio ha ganado peso en el conjunto de la economía nacional, al concentrar el 5,1 % del total en España frente al 4,8 % de hace tres años. 

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Lo cierto es que ya en el primer semestre de 2021 se venía notando una tendencia creciente en la constitución de nuevas sociedades mercantiles y, de hecho, en el primer semestre del 2021 se igualó el mismo número que el anotado antes de la pandemia.

La nota negativa era que en el conjunto de España esta reactivación económica estaba siendo más intensa, por lo que la provincia iba perdiendo peso. Esto se ha invertido, al menos en el acumulado de mayo. 

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Gran parte de las nuevas empresas credas pertenecen a los sectores de la construcción y la hostelería. El primero se ha reactivado después del parón de actividad de la pandemia, mientras que las segundas están ocupando los huecos que han dejado el aluvión de cierres que hubo por las restricciones sanitarias.

Menos importante

De hecho, el presidente del Ineca, Nacho Amirola, puso cifras a la pérdida de competitividad del territorio el pasado miércoles, en un acto en el Marq: "El PIB per cápita de Alicante ha pasado de estar en la posición 27 en España en el año 2000 a la 44; en exportaciones, hemos pasado de la posición décima a la decimoctava; la tasa de paro en 2008 era del 11% y ahora, del 14,7%; y hemos perdido posiciones aportación del PIB provincial al nacional, pasando de un 3,14 % en el año 2000 al 3,03 % en el último ejercicio publicado".

Para Amirola, el motivo es "la pérdida de competitividad que la provincia sufre de manera sistemática a lo largo de las últimas dos décadas es evidente". "Es generada, en parte, por la pérdida continuada de productividad, porque tenemos un tamaño empresarial inferior a la media nacional y porque necesitamos revitalizar nuestro tejido productivo", agregó. 

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La situación también viene generada por "la enorme piedra en el camino: la continua y enorme infrafinanciación, especialmente en lo que a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) se refiere".

"Somos la última provincia de España en aportación de los PGE por el criterio poblacional. No queremos ser más que nadie, pero estar continuamente en el furgón de cola y con un déficit inversor de más de 3.000 millones de euros es inasumible", concluyó.