Calzado falsificado.

Calzado falsificado. EFE

Economía INFORME

Los jóvenes españoles compran más falsificaciones que la media de la UE, según la EUIPO de Alicante

El 45% afirma haber comprado falsificaciones deliberadamente, frente al 37% del resto de encuestados de la Unión Europea. 

8 junio, 2022 11:04
Alicante

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El 37 por ciento de los jóvenes de 14 a 25 años los países de la UE han admitido en una encuesta que han comprado en el último año uno o varios productos falsificados deliberadamente, lo que supone casi triplicar la cifra de 2019, una tasa que en el caso de España es ligeramente superior a la media europea, al situarse en 45 de cada cien.

Así se refleja en la edición de 2022 del barómetro de la propiedad intelectual entre los jóvenes (Intelectual Property and Youth Scoreboard), publicado hoy por la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), con sede en Alicante, donde se ofrece información actualizada sobre la conducta de los jóvenes en relación a las falsificaciones en un contexto pospandémico.

La cifra de jóvenes que compran deliberadamente productos falsificados varía notablemente en función del país y se localiza el porcentaje más elevado en Grecia (62%) y el más bajo en la República Checa (24).

Los productos falsificados que los jóvenes suelen comprar sabiendo que no son originales son ropa y accesorios (17 %), seguidos del calzado (14), los dispositivos electrónicos (13) y los productos de higiene, cosméticos, cuidado personal y perfumería (12).

Sin embargo, también se engaña a los jóvenes para que compren falsificaciones, según el informe de la EUIPO, que apunta que la adquisición no intencionada se sitúa en el 37 por ciento puesto que los encuestados admiten las dificultades para distinguir los productos auténticos de los que no lo son.

Contenidos digitales

En lo que se refiere a los contenidos digitales, el acceso a partir de fuentes legales está ganando terreno entre las generaciones más jóvenes ya que el 60 por ciento ha señalado que durante el último año no había utilizado, reproducido ni descargado contenidos de fuentes ilegales, ni había accedido a transmisiones en directo (streaming) a través de estas prácticas, en comparación con el 51 por ciento en 2019 y el 40 en 2016, lo que confirma una tendencia positivia.

Sin embargo, en este capítulo la piratería intencionada se mantiene estable, ya que el 21 % de los consumidores jóvenes (uno de cada cinco) reconoce haber accedido deliberadamente a contenidos pirateados durante el último año (en España sube al 25%) mientras que el 12 por ciento cree que fue inducido a error para acceder a contenidos pirateados y el 7 no es consciente de haberlo hecho.

Los principales tipos de contenidos pirateados fueron las películas y las series de televisión, seguidas de la música, principalmente, mediante sitios web, aplicaciones y canales de medios sociales especializados.

Los factores clave que impulsan la adquisición de falsificaciones y el acceso a contenidos pirateados son el precio y la disponibilidad, así como las influencias sociales y las pautas de comportamiento de la familia, amigos o conocidos.

Otro elemento relevante es no percibir ninguna diferencia entre los productos originales y los que no lo son, y la facilidad de localizar y encargar productos ilegales en línea.

Los riesgos de fraude cibernético y las ciberamenazas son algunos de los factores de disuasión importantes y también una mejor comprensión del impacto negativo en el plano medioambiental o social.

El director ejecutivo de la EUIPO, el belga Christian Archambeau, ha señalado que este barómetro ratifica las tendencias constatadas en otras ediciones y ofrece "una visión más amplia de las percepciones y actitudes entre los jóvenes".

"En un momento en el que el comercio electrónico y el consumo digital han venido aumentando significativamente, el incremento de las compras intencionadas e involuntarias de productos falsificados constituye una tendencia preocupante", en opinión del responsable de la EUIPO, quien ha apuntado que "la piratería no disminuye aunque los consumidores jóvenes se inclinan cada vez más por los contenidos procedentes de fuentes legales".

Para Archambeau, "este nuevo análisis aporta una valiosa herramienta para ayudar a las partes interesadas, a los responsables de la formulación de políticas, así como a los educadores y a las organizaciones de la sociedad civil, para configurar iniciativas en materia de concienciación destinadas a apoyar a nuestros jóvenes ciudadanos y consumidores para que, a la hora de elegir, lo hagan con conocimiento de causa".