El presidente de la patronal valenciana CEV Salvador Navarro considera que el actual conflicto de Ucrania y los posibles efectos sobre la economía por cuestiones como la dependencia energética de terceros países pone de manifiesto que "el mundo no es tan bonito, ni es tan verde ni tan de rosa".

El también vicepresidente de la CEOE, que ha participado en los Desayunos de la Agencia Efe en el Colegio de Abogados de Valencia, ha considerado que es necesario llevar a cabo una transición ecológica adecuada, pero también es el "momento de proteger nuestras industrias" y de reconsiderar cuestiones como la permanencia de la energía nuclear en ese proceso de transición ecológica.

"Necesitamos decisiones que no sean cortoplacistas, estratégicas", ha dicho. "Y para eso es necesario que los dos partidos principales sean capaces de llegar a acuerdos y hagan políticas estratégicas en materia como educación, fiscalidad o energía, que no se puedan cambiar gobierne quien gobierne", ha indicado.

Navarro ha afirmado también que las últimas decisiones de Europa sobre Ucrania le han gustado porque "vuelve a posicionarse en el mundo" y, aunque conllevará un aumento del presupuesto en armamento, esto le reafirma en su idea de que "el mundo ni es rosa ni es verde".

Alicante, la más afectada

El abastecimiento de materias primas como la compraventa de viviendas residenciales en Alicante, las exportaciones de calzado y la arcilla para la industria azulejera son los sectores valencianos más afectados por las consecuencias de la guerra en Ucrania, si bien cuando termine el conflicto se normalizará la situación, según opina el presidente de la patronal.

En Rusia ya existían determinados productos vetados como la naranja. Y ahora la guerra está ocasionando problemas al sector cerámico en el abastecimiento de arcilla, ya que cerca del 70 % de las importaciones provienen de Ucrania.

El inmobiliario residencial también está notando las consecuencias del conflicto iniciado por Rusia, especialmente la provincia de Alicante donde cerca del 6 % de las ventas de este producto corresponde a ciudadanos rusos. Pero Navarro asegura que en cuanto se normalice la situación, todo "se resituará".

Rusia, un mercado importante a nivel mundial, representa alrededor del 6 % de las exportaciones de la Comunidad Valenciana, y el conflicto en Ucrania puede ser una oportunidad para España y para la Comunidad Valenciana para salir reforzado por su ubicación como país periférico.

Aparte de la regasificadora de Sagunto, la Comunidad cuenta con un cuartel de la OTAN y también con un corredor ferroviario hacia Europa. "Que España asuma un liderazgo geoestratégico por el gas, por el estrecho de Gibraltar y por una posible conexión Valencia-Madrid-Lisboa en una vía ferroviaria adecuada", postula. 

Vegetarianos entre carnívoros

En su opinión, "el mundo ya no es EEUU innovando, China copiando y Europa legislando. Ahora Europa sigue legislando pero China innova, y Rusia quiere tener su peso económico invadiendo países", por eso Europa debe tener también una política industrial y decidir si quiere ser vegetariana en un mundo de carnívoros.

Ha afirmado igualmente que, "cuando Europa toma la decisión que la energía nuclear es verde, se empieza a posicionar" y, en todo caso, "mientras no exista alternativa en energía, las centrales nucleares están ahí".

Pone como ejemplo el caso del sector azulejero valenciano, que es líder mundial y necesita alternativas para ejecutar esa transición ecológica. "No puede ser que la ministra de Transición Ecológica no esté planteando alternativas a esta industria", ha añadido.

El coste energético

Navarro se muestra preocupado por los efectos rebote que puedan tener algunas medidas como la exclusión de bancos rusos del sistema de transferencias bancarias Swift y las consecuencias de los costes energéticos al ser España un país dependiente del exterior en energías.

No obstante, asegura que la situación geográfica de España y contar con diversas plantas regasificadoras como una de ellas en Sagunto, podría hacer que salgamos reforzados como país. Eso si se plantea una política europea de conectarnos con el norte de Europa para dar salida al gas que nos llega de Argelia, lo que dejaría a España en una posición estratégica.